miércoles, 27 de enero de 2010

Del Púlpito a Facebook y otras palestras

El domingo de la semana pasada, 24 de enero, se dio a conocer el mensaje del Vicario de Cristo para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebrará el 16 de mayo y lleva por título: “El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra”. El Papa pide a los presbíteros proclamar, la Buena Nueva a través de los recursos de comunicación e información disponibles en internet (blogs, redes sociales y podcast), de tal manera que se abran amplias perspectivas para pregonar las excelencias del evangelio con los ojos de hoy, para descubrir el rostro de Cristo, para abordar diversos temas y problemáticas actuales, además sumar esfuerzos de colaboración no solo entre los católicos, también entre los que no creen y desconfían, entre los creyentes de otras religiones y los que no conocen a Dios.

La red social de videos católicos (www.tucristo.com), el Centro Católico Multimedial (www.ccm.org.mx), la Red Católica de Monterrey (www.redcm.net), el lugar de encuentro de los católicos en internet (www.catholic.net), el canal de videos de la Santa Sede (www.youtube.com/vatican), el sitio web del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales que emplea aplicaciones como Facebook y i-Phone, entre otras iniciativas bien elaboradas y creativas, dan cuenta de la utilidad de la red de redes para hacer realidad la petición del rabí de Galilea, llevar a todos los rincones del mundo su mensaje.

La exhortación del Papa no sólo debe limitarse a los clérigos, a propósito del año jubilar sacerdotal, también hombres y mujeres de vida religiosa están llamados a comunicar a Dios y darlo a conocer con valor e ingenio. Sobra decir el papel de los laicos que invierten tiempo, esfuerzo y talento para apoyar y generar iniciativas. Sin embargo, a pesar de las facilidades con las que contamos para llegar a millones de personas de todo el mundo, a un clic de distancia, no perdamos de vista el arduo trabajo que significa sembrar la simiente de esperanza y justicia en nuestro entorno, de ir en busca de las ovejas perdidas, de rescatar las ovejas descarriadas, de sanar a las ovejas lastimadas, de animar a otras ovejas para que vengan a nuestro redil y mucho de esa tarea depende de nuestro testimonio de vida derivado de la congruencia entre pensar y hacer, comprometerse y ser genuino, leal y generoso, arriesgado y alegre. Y es que de nada sirve tener templos arreglados, con bonitas fachadas si la gente no acude a ellos, como tampoco de nada sirve tener páginas web interactivas atractivas si son pocos los usuarios los que ingresan a ellas.

Así pues, no nos contentemos con predicar en el púlpito de la Iglesia o en las palestras virtuales, también es necesario salir a evangelizar en las plazas públicas, como antaño lo hizo el rabí de Galilea que, por cierto, tiene su perfil en Facebook y muchos seguidores que están empeñados en ser fieles servidores.

jueves, 21 de enero de 2010

Haití, dolor y vergüenza

La tragedia de Haití me recordó los sismos de septiembre de 1985 en la ciudad de México, primordialmente la reacción posterior al movimiento telúrico. Si usted se fijó en las imágenes de los noticiarios de televisión, los haitianos quedaron paralizados sin saber qué hacer, a dónde ir, a quién recurrir... En la capital de la república mexicana los “chilangos” rápidamente organizaron brigadas de salvamento y ayuda para remover escombros y rescatar sobrevivientes y cuerpos sin vida. La suma de esfuerzos hizo posible sobreponerse a la difícil situación pese a que el gobierno de aquel entonces no tuvo capacidad de respuesta, fue rebasado por las circunstancias, incluso se dio el lujo de rechazar, en un principio, la ayuda humanitaria... La dolorosa experiencia vivida hace un cuarto de siglo motiva u obliga a los mexicanos a ser solidarios con los países aquejados por los desastres naturales. Pese a la complicada situación económica que estamos viviendo, la gente ha dado generosamente lo poco que tiene.

Hoy, los haitianos, incapaces para organizarse por carecer de un gobierno que los respalde, desconfiados por los ancestrales desagravios políticos, lastimados por siglos de saqueos y maltratos, sumidos en la ignorancia y la desesperación, al borde de la hambruna, son coordinados por los norteamericanos... Se supone que la ONU debería asumir el control como organismo multinacional que es, sin embargo, la magnitud del desastre lo superó.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Japón y Alemania, naciones arrasadas, se reconstruyeron desde cero (con ayuda del país de las barras y las estrellas, of course!), hoy son potencias mundiales. Dudo mucho que Haití se haga de un lugar en el primer mundo, tengo la certeza de que se pondrá de pie y en este asunto los Estados Unidos, junto con Francia, tienen la oportunidad de enmendar los daños históricos causados en aquella porción del Caribe, el más pobre del continente americano. Veamos algunos datos:

El 80% de su población vive bajo el umbral de pobreza y un 75% de ella depende de la pesca organizada en pequeñas explotaciones y la agricultura de subsistencia debido al empobrecimiento del suelo disponible. Esta situación tiene su origen en la sobreexplotación y la erosión del terreno, consecuencia de una intensiva y descontrolada deforestación cuya superficie arbolada en 1923 era del 60%, para el año 2006 era menos del 2%. Las devastadoras tormentas tropicales que se presentaron a lo largo de 2008, afectó la escasa infraestructura de comunicaciones que, al igual que los sectores industriales y de servicios, carecen de inversiones sostenidas por la inestabilidad política y la violencia. El sector industrial más importante es el textil, representa más del 75% del volumen de exportaciones y 90% del Producto Interno Bruto (PIB) pero es fuertemente dependiente de la demanda y ayudas arancelarias exteriores, particularmente de los Estados Unidos. Haití está incluido en el programa del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial para los Países en vías de desarrollo altamente endeudados.

Y todo lo anterior ¿qué tiene qué ver con usted, conmigo y con nuestro contexto? Tómelo como una sacudida a nuestra conciencia, porque en nuestro México hay mucha pobreza, marginación, desigualdad, desempleo, desagravios políticos y sociales ancestrales sin resolver, igual que en Haití pero en mucho menor proporción... Ningún país ni las hermanitas de la caridad nos van a ayudar a salir de la crisis que vivimos, de nosotros depende propiciar las condiciones para vivir en un lugar más digno y no en un lugar donde habite el dolor y la vergüenza.

jueves, 14 de enero de 2010

¿Acaso la vida no vale nada?

Hace dos décadas no era considerado un problema de salud pública en México, los casos eran aislados y quienes elegían quitarse la vida eran hombres mayores de 60 años, además la nota del día la daban los japoneses que tomaban la fatal decisión por sus “bajas” calificaciones o por no alcanzar o cumplir con los estándares que exige la vida social en el país del sol naciente. Sin embargo, en los últimos años esta situación ya no nos es ajena, se ha observado en nuestra nación un creciente número de muertes no solo de adultos mayores, también de mujeres, jóvenes, niños y adolescentes.

En Puebla, el suicidio es tema preocupante desde el año 2005, cuando los decesos aumentaron y fue muy sonado el caso de la inmolación de un niño de 10 años en la Junta Auxiliar de San Sebastián de Aparicio. En 2009 se registraron 188 defunciones y se prevé que en este año se supere la cifra dada la actual situación económica, señala la investigadora de la Facultad de Psicología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Isabel Espíndola.

Un trabajo difundido por la fundación Este país, aporta elementos significativos acerca de este mal al que denomina “morir por elección propia”. Lo define correctamente como un problema de salud pública, “no solo por su impacto en la vida productiva de la sociedad, sino porque algunas de sus causas son tratables como las enfermedades mentales y los conflictos familiares”. Entre los factores de riesgo, según el citado estudio, se encuentran: pobreza, desempleo, pérdida de seres queridos, disgustos o rompimientos amorosos y problemas tanto legales, financieros y laborales.

Por su parte Oscar Sánchez Guerrero, psiquiatra e investigador de la Facultad de Psicología de la máxima casa de estudios del país, la UNAM, señala que el suicidio “se ha convertido en la segunda causa de muerte entre los jóvenes mexicanos, después de los accidentes automovilísticos.” El investigador agrega que hoy “la gente está sometida a mayor presión, agresiva competencia en un entorno de ansiedad y continuas propuestas de consumo, a veces inalcanzables, que les impiden disfrutar de una mejor calidad de vida a la que aspiran”.

Frente a este contexto ¿cuál debe ser la actitud de la Iglesia católica? ¿Qué elementos puede aportar más allá de las primicias del Evangelio? En vez de asumir una actitud condenatoria, debe prevalecer la infinita misericordia de Dios que los ministros han de suscitar en los familiares que sufren mediante la guía y el acompañamiento, ya que ellos están dispuestos a arrimar el hombro no solo llenando el vacío de la persona que ha deseado el beso de la muerte, también para ofrecer motivos poderosos para darle sentido a su existencia.

No podemos permanecer indiferentes por la frialdad de las estadísticas en ascenso, ni dejar que se vuelva un tema cotidiano, esforcémonos por trabajar para que la gente valore el significado de la vida. La ayuda profesional es muy valiosa en estos casos.

Postre

Estoy de acuerdo con las declaraciones que el rector de la Universidad Iberoamericana Puebla, David Fernández Dávalos, hizo la semana pasada en el sentido de que se debe abolir el celibato sacerdotal. “Es necesario revisar si es conveniente que en la Iglesia católica siga practicándose el celibato, porque no hay nada que lo vincule con una cuestión revelada, no está en el Evangelio; el celibato se impone como obligación hasta el siglo XII.” ¿Con esta medida cesaría una parte de la deserción de católicos? Al menos los presbíteros dejarían de vivir una doble vida y dejarían de predicar una doble moral. Y para que no quepa duda de las declaraciones del aludido, David Fernández es sacerdote jesuita y prominente defensor de los derechos humanos a nivel nacional.

viernes, 8 de enero de 2010

Peso sobre peso

Vaya, vaya, recibimos este año con jugosos aumentos... Sí, aumentó el precio de la gasolina y con ello se dispararon los costos de los refrescos, las tortillas, la leche y sus derivados, las tarifas para circular por las carreteras de cuota, los cigarros, la cerveza, el gas, la luz... ¡Ah!, se me olvidaba que los impuestos también aumentaron, sí, los que estableció la Secretaría de Hacienda y no doy Crédito al Público (el IVA que entró en vigor y que de 15% pasó a 16% en todo, menos en alimentos y medicinas, el ingrato ISR también subió). Esos personajes que manejan o dirigen las políticas económicas le suben a todo pero al salario mínimo de los trabajadores nomás no mueven un dedo, puras migajas, porque si sube más de lo debido se dispara la inflación provocando funestas consecuencias a la precaria economía mexicana, dicen. Entonces cómo carambas quieren que se reactive el consumo en este país si de poquito en poquito el sueldo ya no alcanza para más. Siquiera hubieran dejado como regalo de Navidad o premio de consolación antes de que concluyera el 2009 que por decreto presidencial se derogue el pago de la tenencia vehicular, según que en Querétaro ya no se paga.

Mira Bartola,
ahí te dejo estos dos pesos,
pagas la renta, el teléfono y la luz.
De lo que sobre,
coge de ahí para tu gasto,
guárdame el resto,
pa’ comprarme mi alicur.


¡Híjole!, la de enero sí que será una enorme cuesta que durará por lo menos tres meses, si es que no tuvimos la precaución de guardar unos centavitos para el pago de la basura, el agua y el predial, y si no, pos nos vamos a la casa de empeño a ver qué dejamos para conseguirnos una lanita y reponernos de lo que nos gastamos en las navidades. ¡Cómo íbamos a pasar las fiestas así nomás tan pobretones! Más vale fregados pero contentos.

¡Cómo se atreve el presidente a decir que este 2010 será el mejor de los años! Ya ni la burla perdona. Cree que porque es el año del bicentenario se nos van a olvidar los corajes por toda la serie de carestías, así no dan ganas de celebrar nada. Más les vale a los blanquiazules, a los tricolores, a los naranjas, a los verdes, a los del sol azteca y a los colorados que se pongan a trabajar, que formulen las reformas de forma y de fondo en lo político, en lo social y en lo económico, nuestro país lo requiere para salir del bache en el que estamos atorados, de lo contrario estarán abonando al fértil terreno del descontento social que no tolerará más desagravios... cien años después.

Por lo pronto voy a dar de baja el teléfono y el cable, a ver si ahorrando un poquito compramos un calentador y una estufa solar, así matamos dos pichones de un tiro. Dejamos de comprar gas, no gastamos en un caro e innecesario servicio telefónico -salvo el de nuestro celular pre pagado-y otro día le atoramos a la tele de paga. Con esas restricciones domésticas podremos comer mejor y ahorrar, un hábito no común en los mexicanos. ¿Y el resto de los compatriotas qué harán para superar esta crisis? Esperar cruzado de brazos que la ayuda venga del cielo o arreciar nuestras protestas es una pérdida de tiempo. Hay muchas soluciones para que en la economía doméstica haya peso sobre peso, no malgaste.

Si te alcanza pa’ la criada,
pos le pagas de un jalón.
Tienes peso sobre peso,
aunque no pasen de dos.
Guárdate algo pa’ mañana,
que hay que ser conservador.
Ya verás cómo te ahorras,
pa’ un abrigo de bisón.


P.D. Esta semana la canción es cortesía de Chava Flores, con la interpretación de Pedro Infante.

Postre
Uno de los deseos de año nuevo de este columnista es incluir al mundo rural en sus escritos, es que los padrecitos se enojan de que nomás escribimos para la ciudad y olvidamos que el campo también existe, piensa y siente. Ojalá que el deseo sea recíproco porque también ellos tienen mucho qué reseñar, mucho por compartir y para que se quede ahí, en el olvido, pos no. ¡Anímese padrecito!W

sábado, 2 de enero de 2010

El que a hierro mata, a hierro muere

Si la muerte de el “jefe de jefes” a manos de los “marines” mexicanos fue una noticia sorprendente, por cierto muy ovacionada por el vecino del norte y más por nuestro presidente; conmocionó saber que la familia del marino caído en el operativo fue ejecutada, los narcotraficantes sencillamente vengaron la muerte de Arturo Beltrán Leyva.

¿Valió la pena el sacrificio de Melquisedet Angulo Córdova, tercer maestre del cuerpo de fuerzas especiales de infantería de marina? Quisiera tener la certeza de que sí lo fue y que grupos de narcotraficantes, a lo largo y ancho del país, son desarticulados, no por la Policía Federal ni por el Ejército, más bien por las fuerzas navales que con astucia, inteligencia, ayuda externa y algo más de integridad, intentan poner orden en la casa.

Soy el jefe de jefes señores
me respetan a todos niveles
y mi nombre y mi fotografía
nunca van a mirar en papeles
porque a mí el periodista me quiere
y si no mi amistad se la pierde.


Han transcurrido tres años en los que se han dilapidado tiempo, dinero y esfuerzos en una guerra contra el crimen organizado y el narcotráfico que no ha dado resultados favorables, por el contrario, la violencia se ha exacerbado y la confianza ciudadana en las instituciones ha ido a menos. Protestar por la inseguridad, alzar la voz y manifestarse multitudinariamente ya no tiene ningún efecto en las autoridades o funcionarios públicos, salvo la indignación disimulada de éstos o algún dejo de impotencia. En un escenario pesimista ahora es el sálvese quien pueda porque a pesar de que acribillaron a uno de los capos más buscados, quedan otros que no titubearán en asumir el mando que con mayor poder de maniobra, recursos y pavor ejercerán su dominio hasta que los equilibrios entre las organizaciones delictivas se hayan reacomodado.

Soy el jefe de jefes señores
y decirlo no es por presunción
muchos grandes me piden favores
porque saben que soy el mejor
han buscado la sombra del árbol
para que no les de duro el sol.


Se insiste en la solución probada, que para aniquilar el narcotráfico se debe legalizar la venta y el consumo de drogas, tal como sucedió con el alcohol y el cigarro. No estoy convencido de la idea, si así fuera, a qué costo. De lo que sí estoy seguro es que jamás se logrará con las armas porque, quien a hierro mata, a hierro muere. Si tan solo les pegaran donde más les duele, que congeleran sus cuentas bancarias y aniquilen la piratería...

Cuánta razón tuvo aquel funcionario (no recuerdo su nombre y su filiación partidista) a principios del sexenio de Felipe Calderón cuando dijo que jamás se debió azuzar el avispero.

P.D. La música es cortesía de Los Tigres del Norte, el nombre del corrido es de dominio popular.