viernes, 25 de febrero de 2011

La familia feliz

En lo que sí podemos estar más o menos de acuerdo es en la característica distintiva de la familia: La transmisión de valores tales como el respeto, la solidaridad, la justicia, la honestidad, entre otros, ya que posibilitan la convivencia humana.



Si investigamos en diversos diccionarios la noción de familia, encontramos una definición más o menos homogénea que se puede definir como “un conjunto de personas que conviven bajo el mismo techo, organizadas en roles fijos (padre, madre, hermanos, etc.) con vínculos consanguíneos o no, con un modo de existencia económico y social comunes, con sentimientos afectivos que los unen y aglutinan”. Sin embargo, según la ciencia que lo estudie, el concepto adquiere distintas ópticas. Para la Sociología, es una institución social; para el ámbito de la Religión, es la base de la Iglesia; para la Economía, es la encargada de la subsistencia. Pese a ello es difícil construir un concepto en el que todos nos sintamos identificados dado que la estirpe es diferente para cada persona.

En lo que sí podemos estar más o menos de acuerdo es en la característica distintiva de la familia: La transmisión de valores tales como el respeto, la solidaridad, la justicia, la honestidad, entre otros, ya que posibilitan la convivencia humana. Se considera una escuela porque se ponen de manifiesto las mejores enseñanzas y donde mejor se conoce a sus alumnos. Además, los integrantes se enseñan entre sí a superar las dificultades de la vida. Ésa es la función de la familia y su máxima aspiración es el progreso en sus diversas facetas.

Ahora, cuando hablamos de familia, ¿a cuál nos referimos? ¿De la tradicional (integrada por papá, mamá y dos o tres hijos) o la disfuncional (mamá o papá solteros que viven en casa de sus padres, mamá soltera por decisión propia, separados o divorciados vueltos a unir, solteros o solteras ligados con separados o divorciados, los padres que viven en un país y los hijos en otro, viuda o viudo con hijos, abuelos con hijos huérfanos)?

Las “sociedades de convivencia” (matrimonios homosexuales y uniones lésbicas) por el ángulo que se le mire, no pueden ser familia. Me resulta aberrante cuando esas parejas desean tener hijos ¿cómo distinguirán los vástagos el rol masculino del femenino, la paternidad y la maternidad?

He de reconocer que un hogar integrado por papá, mamá y los críos no siempre tiene momentos felices, historias desgarradoras o inverosímiles suceden hasta en las mejores familias, en muchos casos la mamá soltera por decisión propia resulta ser mejor modelo de vida y objeto de admiración por la valentía y dedicación con la que enfrenta los retos de cada día.

En fin, no todo puede ser miel sobre hojuelas pero siempre perdurará el deseo de formar una familia feliz, la imaginada por cada uno de nosotros, capaz de superar las adversidades pese a los deterioros que a menudo sufre. Cuando suceda eso, estamos seguros de sentirnos privilegiados porque estamos ante una porción del paraíso. Y entonces, se convierte en algo hereditario porque la familia es el sueño a cumplir de todos los que alguna vez tuvimos una.

viernes, 18 de febrero de 2011

La paradoja de la educación

Así como van las cosas tal vez me vea en la necesidad de una solución fácil: Pedir a mis hijos que aprendan a leer, escribir, hacer bien las cuentas y sepan administrar su dinero porque, sin tanto quemarse las pestañas, a otros les ha ido mucho mejor que quienes tenemos una profesión.

La crisis económica no les permite inscribir a sus vástagos en un colegio con mejor nivel académico. Madrugan para obtener una “ficha” que permita asegurar un lugar a sus hijos en la escuela de gobierno, preferentemente en aquellas que libraron el grado reprobatorio de las últimas evaluaciones por la calidad educativa porque quieren algo mejor para ellos. Los padres de familia que no pueden ingresar a sus críos en uno y otro escenario, tienen que conformarse con las carencias y deficiencias que el sistema de educación básica les ofrece a pesar de los denodados esfuerzos del magisterio.

Al llegar al nivel universitario los papeles se invierten, de la vorágine de niños y niñas que demandan un lugar en el aula y que con relativa facilidad encuentran, ingresar a las instituciones de educación superior del gobierno, las de probada excelencia académica, en los últimos años se ha vuelto todo un reto, un privilegio estudiar en sus recintos. Muchos se quedan fuera y optan por otros paraninfos o renuncian a cursar una carrera que les asegure el éxito económico y profesional.

Con cuántos sacrificios y esfuerzos los padres de familia invierten en la educación de sus hijos y los frutos de esa inversión se ven reflejados en una superación económica, profesional, social y cultural. Con cuántos sacrificios y esfuerzos los padres de familia invierten en la educación de los hijos y los frutos de esa inversión quedan marchitos por trabajar en otra cosa, menos en lo que uno estudió porque está saturado el mercado de trabajo, sólo aquellos que disponen de un buen padrino o algo más de suerte consiguen el anhelado empleo. Lo que más duele es que quienes están por finalizar su carrera pronto estarán integrándose al selecto grupo de “ninis” (Ni estudian, Ni trabajan) ¡Cuánta frustración y enojo produce el hecho de invertir dinero, tiempo y esfuerzo para nada! Si ahorita ya no hay acomodo para los trabajadores eventuales, qué les espera a quienes ansían su primera ocupación. Ciertamente la crisis ha repercutido en la contracción de la fuente laboral pero también la necedad de los profesionistas. Y si no díganme lo contrario.

Aquí en la ciudad sobran médicos, abogados y contadores ¿Para qué queremos tantos doctores habiendo tanta necesidad en las pequeñas urbes, pueblos y rancherías? El galeno quiere trabajar en un hospital de prestigio y especializarse, no andar curando resfriados y picaduras de alimañas. El jurista desea litigar en un acreditado despacho y si se puede, enrolarse en la “polaca”, no andar defendiendo causas perdidas o reivindicar viejos ideales con el riesgo de sucumbir ante el poderoso cacique de la comunidad. Un diseñador gráfico se pasa 4 años de su tiempo para aprender técnicas y conceptos que fundamenten su trabajo, en cambio, un muchachito va a una escuelita de computación para aprender los programas y convertirse en todo un “chuchín chambero” ¿Le seguimos con el resto de las profesiones?

Así como van las cosas tal vez me vea en la necesidad de una solución fácil: Pedir a mis hijos que aprendan a leer y escribir, hacer bien las cuentas y administren su dinero porque, sin tanto quemarse las pestañas, a otros les ha ido mucho mejor que quienes tenemos una profesión. Sin embargo, no puedo sustraerme a la inversión que deja una carrera universitaria: La formación de una conciencia crítica y constructiva que no puede quedar para uno mismo, tendrá más valor si esos conocimientos se comparten y se ponen al alcance de quienes no están dispuestos a seguir en el marasmo de la ignorancia.

Postre

A elegir:

Por decreto presidencial las colegiaturas de las escuelas privadas serán deducibles de impuestos con el propósito de ayudar a las familias que se esmeran por darles una mejor educación a sus hijos… Los padres de familia que tienen a sus hijos en las escuelas públicas ¿no se esmeran? Digan lo que digan, la educación pública sí cuesta, de gratuita no tiene nada. A lo largo del ciclo escolar se deben pagar cooperaciones ya sea para el mantenimiento de la escuela, los exámenes semestrales o de fin de cursos, las graduaciones y trámites… La medida implementada por el mandatario solo beneficiará a la población de mayores ingresos. Al tiempo.

Carmen Aristegui regresa a los micrófonos de MVS… Ojalá que los acuerdos entre la periodista y la empresa sean en beneficio del público, nuestro país tiene problemas más importantes que resolver como para sumarle a la lista de confrontaciones una disputa pública con una mujer que ejerce el oficio de informar responsablemente. Veremos en el transcurso de los días si el eslogan de su noticiario, “más libre que nunca”, sigue vigente.

viernes, 11 de febrero de 2011

Amor a un clic de distancia

...para conocer a una persona es fundamental el contacto cotidiano, cosas tan elementales como los olores, los estados de ánimo, el plan de vida y el grupo de amigos nos permiten aceptar, querer, respetar y amar a ese ser que nos mueve el tapete, detalles que jamás serán posibles saber con el teclado...


Aranza vive en una pequeña ciudad, trabaja como maestra de tiempo completo y su círculo de amistades se limita a un grupo musical cuyos integrantes, la mayoría son casados. Hay algunos prospectos de su tierra natal pero ninguno de ellos satisface sus pretensiones. Un buen día, en un viaje de trabajo, conoció a Luis Carlos, ambos se sintieron muy a gusto pero el devaneo duró una semana. A partir de aquel encuentro una gran ilusión surgió en ellos, mantuvieron contacto y el conocimiento de uno y otro, chateando diariamente, motivó que en un par de meses se hicieran novios. Había un pequeño detalle que dificultaba el romance, ambos vivían muy lejos, sin embargo intentaron llevar un noviazgo a distancia cuyo trato virtual se limitó a mensajes de correo electrónico y llamadas telefónicas ocasionales. Diariamente se conectaban en el messenger para estar al día en las cosas de cada uno.


Desafortunadamente la relación no funcionó y el fugaz amorío terminó en buenos términos. Bien dice el dicho popular que “nadie ama lo que no conoce”. Y es que para conocer a una persona es fundamental el contacto cotidiano, cosas tan elementales como los olores, los estados de ánimo, el plan de vida y el grupo de amigos nos permiten aceptar, querer, respetar y amar a ese ser que nos mueve el tapete, detalles que jamás serán posibles saber con el teclado a pesar de tener nuestra cámara web para observar a nuestro interlocutor. Para que no quede duda otro refrán fortalece esta situación: “amor de lejos es amor de tontos”. Y por más sincero y transparente que sea el idilio virtual, uno oculta su verdadero Yo con fotos y perfiles falsos creando quiméricas expectativas, ni qué decir de una relación en vivo y a todo color donde uno pone su careta para no descorazonar al pretendiente en cuestión.


Así como Aranza y Luis Carlos, muchos jóvenes y no tan jóvenes de las metrópolis y las pequeñas urbes, se inscriben en los buscadores de pareja que proliferan en la red de redes con la esperanza de encontrar algo más que un amigo. ¿Por qué recurrir a este tipo de sitios para encontrar pareja? Por la facilidad de encontrar personas afines a nuestros intereses, pero se debe pagar una cuota para contactar el perfil deseado y de ahí en adelante la capacidad de seducir y ser seducido tendrá éxito si uno no está dispuesto a engañar y ser engañado, de aceptar respuestas honestas a preguntas honestas en el ciberespacio.


¿Está perdiendo su encanto ligar frente a frente? Tal vez, presumiblemente nuestra habilidad para relacionarnos en contextos de mayor intimidad como un café o un parque se están debilitando, quizá expresar nuestros sentimientos nos hace sentir vulnerables y es preferible manifestarlos tras una pantalla para evitar exponernos.


Es innegable que la modernidad ha traído cambios radicales en los hábitos y costumbres de las personas. A finales del siglo XX apareció internet que, entre otras cosas, revolucionó la manera en cómo las personas podían comunicarse al acortarse las distancias, sostener una relación sentimental, es una de ellas. A fin de cuentas todo está a un clic de distancia pero ¿a qué costo?

Postre

La noche del martes 8 de febrero Megacable Puebla bloqueó la señal de CNN en Español aproximadamente tres horas, a propósito del despido de Carmen Aristegui de MVS. Al día siguiente el canal se sintonizó sin ningún problema y en el noticiario CNN México: Perspectivas, conducido por Mario González,se transmitió la posición de la laureada periodista… Ojalá se restituya a Carmen Aristegui en su noticiario y que no crezca este malentendido, que no crezca la confusión, más vale que no sea un pretexto para deshacerse de una periodista incómoda, sino pregúntenle cómo le fue a Gutiérrez Vivó. Al tiempo.

viernes, 4 de febrero de 2011

El valor de la lealtad

… es una llave que nos permite tener auténtico éxito cuando nos relacionamos, es un valor que no es fácil de encontrar…


La lealtad es el compromiso de defender lo que creemos y en quien creemos. Por eso el concepto de la lealtad se aplica en argumentos como la Patria, el trabajo, la familia o la amistad. Cuando algo o alguien nos ha dado algo bueno, le debemos mucho más que agradecimiento.

La lealtad es un valor, pues quien es traidor se queda solo; debemos ser leales con aquellos que nos ha ayudado: un amigo que nos defendió, un país que nos acoge como patria, una empresa que nos da trabajo.

La lealtad es defender a quien nos ha favorecido; cuando somos leales, logramos llevar la amistad y cualquier otra relación a su etapa más profunda. Todos podemos tener un amigo superficial o trabajar en un sitio simplemente porque nos pagan. Sin embargo, la lealtad implica un compromiso más hondo, es estar con un amigo en las buenas y en las malas, es trabajar no solo porque nos pagan sino porque tenemos un compromiso con la empresa en donde trabajamos. La lealtad es una llave que nos permite tener auténtico éxito cuando nos relacionamos, es un valor que no es fácil de encontrar.

Es común que las personas se nos acerquen al saber que pueden obtener algo de nosotros y cuando dejamos de serles útil nos abandonan sin más, así algunos frecuentan un grupo contrario porque les da más beneficios, y lo que acaba ocurriendo es que nadie confía en ese tipo de personas. Ser desleal significa criticar a las personas, haciendo hincapié en sus defectos, en lo limitado de sus cualidades o lo mal que hacen su trabajo; hablar mal de nuestros jefes, maestros o de las instituciones que representan; divulgar las confidencias que se nos han hecho; quejarnos del modo de ser de alguien y no ayudarlo para que se supere; dejar una amistad por razones injustificadas y de poca trascendencia, como el modo de hablar, vestir o conducirse en público; poner poco esfuerzo al hacer un trabajo o terminarlo; cobrar más del precio pactado.

La lealtad se relaciona estrechamente con otros valores como la amistad, el respeto, la responsabilidad y la honestidad entre otros. No basta contradecir las actitudes desleales para ser leal.

En toda relación se adquiere un deber respecto a las personas, como la confianza y el respeto que debe haber entre padres e hijos, la empresa con los empleados, entre los amigos, los alumnos hacia su escuela. Por ello es necesario reconocer los valores que representan las instituciones o aquellos que promueven las personas con sus ideas y actitudes, nunca será buena idea que una persona que se preocupa por vivir los valores, trabaje en un lugar donde se hacen fraudes o impera la corrupción.

La lealtad no es consecuencia de un sentimiento afectivo, es el resultado de una deliberación mental para elegir lo que es correcto. Lo importante es vivir los valores por lo que representan, no por las personas que en algún momento dictan una norma. Las relaciones que se mantienen durante mucho tiempo se deben, en gran medida, a la vivencia de la lealtad. Quien con su vida da a conocer la lealtad puede lograr un cambio de actitud de quienes lo rodean, logrará madurar la amistad y fortalecer el afecto.

Postre

Sin duda el discurso de toma de posesión de Rafael Moreno Valle como gobernador de Puebla generó amplias expectativas de cambio, no es para menos. Ojalá, no nos defraude y realmente cumpla con sus compromisos y los poblanos dejemos la apatía para que en vez de restar y dividir, sumemos. Dejemos que corran los primeros cien días de gestión y ya veremos.