jueves, 26 de mayo de 2011

La escuela ideal

Ojalá que esta escuela ideal pueda cuajar en el ánimo de los padres de familia, siempre y cuando esté alejado de la politiquería y el gobierno invierta tiempo, dinero y esfuerzo en favor de los futuros ciudadanos.

Es el mismo ánimo de quienes ingresan y egresan de las aulas. Permea el sentido de superación, las obsesiones y presiones por conseguir el promedio más sobresaliente, hallarse en la escuela que le oferte el mejor nivel académico, incertidumbres para continuar con los estudios, altas expectativas por encontrar el empleo deseado que desquite tantos años de preparación, frustraciones por perder un valioso tiempo de aprendizaje por no saber discernir la vocación y algunos fracasos en la aprobación de materias que se deben regularizar en este tiempo de vacaciones. En fin, de esta y muchas cavilaciones se precian los finales e inicios de ciclos escolares, y el siguiente periodo promete una “revolución” con la certeza de tener una educación de tiempo completo como en los países más desarrollados, al menos conozco los casos de Japón y Alemania.

Los modelos educativos de esos países contemplan actividades que aquí en México se les conoce como extraescolares tales como deportes, talleres (manualidades y cocina), artes (literatura, teatro, danza, música, canto y pintura) y visitas a sitios lúdicos. Además, incluyen alimentos a la hora de la comida y ayuda o asesorías para la realización de tareas. Este formato ofrece a los padres de familia que trabajan, una solución confiable para el cuidado de menores de edad hasta las 4 de la tarde y en muchos casos hasta las 5. El éxito de estos colegios radica en la infraestructura, el personal calificado con el que cuentan, en los planes de estudio y en las evaluaciones magisteriales. Sobra decir que son espacios formativos de los gobiernos de esas naciones que se preocupan por la calidad de la educación, para ello destinan una buena parte de su producto interno bruto.

Implementar un modelo como el descrito en nuestro país suena bastante bien, al menos en las instituciones que cuentan con las condiciones necesarias para ello como parte de un programa piloto. Seguramente muchas familias estarán interesadas en que se aplique paulatinamente este esquema sin desenvolver un solo peso. Recordemos que esa es una iniciativa del gobierno federal y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que suscribieron el pasado día del maestro y se denomina Alianza por la Calidad de la Educación. No faltarán los detractores de este prototipo porque se dirá que más horas de clase restará el tiempo de convivencia en el hogar. ¡Por favor! Así como están las condiciones económicas, donde papá y mamá dejan el hogar para ganarse el sustento, el poco tiempo que tienen lo destinan para otros menesteres. Ni qué decir de las mamás o papás solteros que dejan a sus hijos el resto de la tarde en manos de la televisión, los juegos de video y en el peor de los casos, en las garras de las malas compañías.

Ojalá que esta escuela ideal pueda cuajar en el ánimo de los padres de familia, siempre y cuando esté alejado de la politiquería y el gobierno invierta tiempo, dinero y esfuerzo en favor de los futuros ciudadanos.

viernes, 20 de mayo de 2011

Apocalípticos y desinformadores

No es la primera vez que los apocalípticos aprovechan los recientes escenarios para convencer a los temerosos, a los ignorantes, a los que tienen una frágil formación religiosa, incluso a los escépticos, para aleccionarlos y de esta manera, aumente el número de seguidores de esas sociedades religiosas.

Hace unos días recibí un tríptico que llamó mi atención. Llevaba por título “¿Qué pasa en este mundo? Datos y respuestas a las preguntas más comunes”. Por un momento pensé que se trataba de alguna propaganda ambientalista porque en la portada del referido impreso trae un globo terráqueo de cartón, fragmentado en gajos. Pero al revisar el resto del material encuentro enunciados alarmistas tales como “se acerca el fin del mundo” y “Cristo está por venir”. El panfleto, además de referir algunos versículos de los Evangelios y los profetas sobre las señales que manifiestan la consumación de los tiempos (las actuales enfermedades, las guerras, las injusticias sociales y económicas, así como los desastres naturales), sugiere que cuando todo eso acabe vendrá la dicha y la paz, pero para ello es necesario prepararse para la venida del Señor Jesús. Al final de la publicación los Adventistas del Séptimo Día nos invitan a tomar un curso por correspondencia para conocer la Biblia en 25 lecciones, gratuito y sin compromiso, para poder abrigar esa gloriosa esperanza que ellos proclaman.

No es la primera vez que los apocalípticos aprovechan los recientes escenarios para convencer a los temerosos, a los ignorantes, a los que tienen una frágil formación religiosa, incluso a los escépticos, para aleccionarlos y de esta manera, aumente el número de seguidores de esas sociedades religiosas. Como tampoco es la primera vez que insistan en señalar que un grupo selecto de personas alcanzarán la salvación y los demás quedaremos sumidos en el llanto y la desesperación. Hasta donde yo sé, la salvación está al alcance de todos y aunque Dios se moleste por nuestros actos irresponsables, por nuestros horrores y pesadillas, es misericordioso con todos, pero sin abusar de su benevolencia.

La salvación depende de lo que personal y colectivamente uno haga. No podemos esperar a resucitar hasta el domingo de Pascua, como si el rito fuera suficiente para fortalecer nuestro ánimo todo el año. Día a día se suscitan dolorosos viernes santos y en nuestras manos está transformarlos en discretas o sobresalientes resurrecciones sociales y particulares. Muchos esperan confiadamente la segunda y definitiva venida del Rabí de Galilea para que restaure el mundo, sin embargo, Él ya ha venido y en nosotros se gesta diariamente la salvación.

El que tenga oídos, que escuche; el que tenga ojos, que vea...

viernes, 13 de mayo de 2011

El genuino servicio magisterial

Ostenta el título de maestro quien no sólo transmite un conocimiento sino una mejor manera de vivir, quien orienta y guía por los caminos seguros del actuar humano, quien es ejemplo a seguir en la responsabilidad de desarrollar la propia vida, quien enseña los valores porque los ha vivido y sabe predicar con el ejemplo.

La agenda histórica de nuestro presente nos conduce por las sorpresivas llanuras de la celebración, del asombroso recuerdo y del anual despertar de la conciencia sobre aspectos tan cotidianos del ambiente rural o urbano, pero siempre presentes e inadvertidos.

Festejos, flores, palabras, regalos, a veces paliativos para resanar y aplacar un poquito el remordimiento resultante de trescientos sesenta y cuatro días de indiferencia programada, por las ocupaciones, o por el olvido del catecismo donde aprendimos que dentro de los mandamientos de la ley de Dios existe un cuarto que parece el último en el decálogo de nuestras prioridades y criterios. Pero también está la sinceridad filial de quien reconoce en la maternal presencia el motivo de orgullo, del éxito y de la conquista de tantas cimas, a veces insuperables, sólo con la fuerza fiera de la madre que nos prestó su seno para venir a disfrutar de este peregrinar llamado vida.

Bendiciones y cariño, envueltos con el corazón de quien nunca dejará, a pesar de todas las indiferencias, que sea mentado y profanado el nombre de su madre. Nuestra vida mejor a ellas, a su memoria o en el afán de aminorar las aflicciones y penas que tapizan el sendero de su vida, para ellas las mejores rosas de nuestros jardines sin descuidar las espinas.

Pero entre celebraciones por la victoria, desfiles y uniformes, tradición y espíritu poblano renovado en el fuerte del cinco de mayo, reaparece otra figura anual que al término de la primera quincena del mes de mayo, se ensalza despojándose de plantones y marchas, huelgas y ausencias de labores, maltratos y regaños. Porque las hazañas de antiguos mentores, modelos de vida desgastada en el servicio magisterial, héroes silenciosos que cruzaron las sierras de la pobreza para iluminar y dejar encendida la llama del honor y dignidad en el espíritu de niños y niñas que, en el aquí y ahora, supieron afrontar los contratiempos con las armas- idearios que sus maestros sembraron y cultivaron en su pueril ánimo; ahora ellos, hombres y mujeres, los que vertieron su orgullo en los libros y absorbieron la ciencia y astucia para hacer girar el mundo, para transformar la geografía de nuestra madre patria, ellos son el óptimo monumento a la veraz lucha sindical, a las preocupaciones que el escalafón magisterial arrastra, son el testamento vivo transmitido a los pedagogos que a pesar de las paupérrimas aulas, unen a sus anhelos de la labor mejor remunerada, el esfuerzo en la continuidad del abc de la existencia y de las sumas y restas que rigen las leyes de la vida.

Ostenta el título de maestro quien no sólo transmite un conocimiento sino una mejor manera de vivir, quien orienta y guía por los caminos seguros del actuar humano, quien es ejemplo a seguir en la responsabilidad de desarrollar la propia vida, quien enseña los valores porque los ha vivido y sabe predicar con el ejemplo. Maestro es quien da la vida por sus ovejas y no las abandona ante la feroz presencia del lobo, porque no es un asalariado sino una persona comprometida con la verdad y la justicia. Nuestro reconocimiento, gratitud y solidaridad a todos ellos.

Postre

Ni la marcha masiva contra la violencia del 30 de agosto de 2008, ni la marcha por la paz y la justicia del 9 de mayo de 2011 han podido sacar del marasmo a las corporaciones encargadas de proteger y aplicar las leyes. Si realmente se quiere cimbrar a las instituciones nacionales, habrá que usar otros métodos de presión como la desobediencia civil.

No solo estamos hasta la madre de tanta violencia e ineficacia, también estamos hasta la madre de tanto protestar y criticar sin ningún resultado. Es hora de actuar, pongamos en jaque a nuestras autoridades para que actúen, no esperemos a las elecciones presidenciales, tiene que ser ahora o nunca.

jueves, 5 de mayo de 2011

Jesús y los narcos

...la jerarquía católica no está preparada para encarar la narcoviolencia, y sólo unos cuantos obispos, curas y religiosas se pondrán en la línea de fuego contra los criminales...

En los Evangelios se nos dice que el rabí de Galilea convivió con prostitutas, publicanos, leprosos, samaritanos, poseídos, el pueblo sencillo, paganos, soldados, ladrones y guerrilleros, es decir, con los que no tenían lugar dentro del sistema social existente en su época. Muchos se decepcionaron porque Jesús no fue el Mesías que la gente esperaba, el redentor del pueblo oprimido por los romanos con un programa de acción política bajo el brazo. Lo que Él ofreció y propuso fueron puntos básicos que deben inspirar y renovar desde la raíz toda relación entre los hombres.

Si Jesús regresara por segunda vez a nuestro mundo ¿Cuál sería su actitud hacia los marginados de nuestra época tales como homosexuales, enfermos de sida, niños de la calle e indígenas? ¿Cuál sería su proceder con los científicos que juegan a ser Dios y los falsos pastores? Muchos suponen que no se andaría con rodeos en diáfanas parábolas. Pese a vivir en un mundo desvencijado y roto, injusto y hostil, dividido y tenso, los marginados y herejes de esta época entenderían las insinuaciones de nuestro profeta que nuevamente se atrevería a superar la geografía de odio y agresividad. ¿Esa actitud estará disponible para terroristas, secuestradores, tratantes de blancas y narcotraficantes? ¿Cómo convencería Cristo a estos tipos de su equívoco proceder? ¿Se imagina a Jesús conviviendo con narcos, gatilleros y contrabandistas? Seguramente causaría revuelo, tal vez estuvo con Pablo Escobar en Colombia y nadie se enteró.

Los obispos de nuestro país, han emitido en diversas ocasiones cartas pastorales en donde exhortan al crimen organizado, cesar sus diligencias ilícitas y actos violentos. Ningún efecto ha producido las misivas a pesar de los duros pronunciamientos de la jerarquía eclesiástica. Y es que si sacerdotes y religiosos tienen dificultades para ejercer su ministerio en lugares donde predomina este flagelo, más si son perseguidos y amenazados por sus declaraciones o por pedir a sus feligreses negarse a trabajar para el narco ¿Cómo actuaría el rabí de Galilea? Probablemente sería “levantado” y su cadáver expuesto en el puente de una ciudad como advertencia de que ni con parábolas o amenazas de castigo eterno se juega con el crimen organizado. Con seguridad sería objeto de amenazas de muerte e intimidaciones por su lucha a favor de la justicia contra los criminales. En el peor de los casos, sería quemado o baleado el albergue para rehabilitar a drogadictos… Así las cosas.

En la edición del 5 de abril de 2009, la revista Proceso publicó un artículo firmado por Alberto Nájar y Marcela Turati titulado “Amar a Dios en tierra de narcos...” Presenta testimonios de algunos sacerdotes y religiosos sobre la situación del narcotráfico en sus comunidades y cómo han hecho para ejercer su ministerio. El texto concluye que: “...la jerarquía católica no está preparada para encarar la narcoviolencia, y sólo unos cuantos obispos, curas y religiosas se pondrán en la línea de fuego contra los criminales (...) le deben al país el impulso de una acción pastoral para enfrentar situaciones de dolor, incertidumbre, zozobra de sus integrantes, la denuncia de lo que ocurre y la defensa y protección de los derechos humanos...”

Antes de concluir una pregunta: ¿La Iglesia Católica está preparada para no ceder a las tentaciones del narcotráfico? En su momento se consideró un insulto que se insinuara que un sacerdote católico no era inmune al narcotráfico, el filme mexicano El crimen del Padre Amaro lo exhibe sin reservas. Y es que en el editorial del semanario católico, Desde la fe, publicado en la edición del 31 de octubre de 2010, se sospecha de comunidades católicas (capilla El Tezontle, en Pachuca, Hidalgo) que han sido seducidas por el narcotráfico: “...benefactores coludidos con el narcotráfico han ayudado con dinero, del más sucio y sanguinario negocio, en la construcción de algunas capillas, lo cual resulta inmoral y doblemente condenable y nada justifica que se pueda aceptar esta situación”. El editorial justifica: “¿Qué estado de la República está libre de este flagelo?, ¿qué sector de la población no está involucrado con el poder corruptor del narcotráfico y la delincuencia que de allí se deriva?, podemos comenzar por políticos de gran altura, sin duda alguna desde gobernadores hasta corporaciones policiacas enteras, pasando por militares y policías federales”.

“Podemos mencionar ambientes empresariales, periodistas y, desafortunadamente, algunos ambientes religiosos”.

Entonces ¿cómo proclamar la buena nueva atestiguando cómo cada día se cometen actos de justicia y corrupción? ¿Cuál sería el rol de Jesús con los narcos? Hacer el bien, no hay otro camino y de que es difícil, sí, es difícil.

Postre

De película el final de Bin Laden, al más puro estilo hollywoodense. Servicios de inteligencia, milicia y aliados dan muerte al hombre que atentó contra la soberanía del mundo. Aniquilar al enemigo a como dé lugar, nada de capturarlo vivo y someterlo a la justicia internacional. ¡No!, condenarlo sin tribunal ni defensa alguna, así se las gastan los norteamericanos y su cadáver… ¿arrojado al mar? Pruebas míster Sam, pruebas. ¿Crees que con esos actos de venganza estaremos más en paz? Posiblemente los agraviados queden un poco aliviados y no es así, el fundamentalismo islámico querrá cobrársela y Barack Obama será el siguiente blanco. Al tiempo.