viernes, 11 de diciembre de 2015

Puebla, Patrimonio de la Humanidad en riesgo

El compromiso que se adquirió con este nombramiento, nos enfrenta a tener mayor conciencia de que ahora somos responsables ante la humanidad de lo que sucede a la ciudad de Puebla y su gran perímetro histórico cultural.
Sabino Yano Bretón, Director Regional del INAH. 15 de diciembre de 1987, en “El Sol en Puebla”


Hace 28 años Puebla recibió la declaratoria como Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), desde entonces se han hecho trabajos de embellecimiento, restauración, rescate y modificación a los casi siete kilómetros cuadrados que comprende el centro histórico1 de la angelopolis.

¿Por qué es valioso el nombramiento que Puebla recibió de la UNESCO? Porque tiene un legado de monumentos y sitios de interés de gran riqueza natural y cultural que pertenece a la humanidad, no solo a los poblanos.


 ¿Cómo se logró esta distinción?

Todo inició el 17 de noviembre de 1977, cuando el presidente José López Portillo emitió el decreto de la zona monumental de la ciudad de Puebla a instancias del gobernador Alfredo Toxqui Fernández. En 1984 el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS por sus siglas en inglés) y la UNESCO, invitaron a Puebla a participar en un simposio en Berlín, por su valioso patrimonio monumental y acelerado desarrollo para estudiarla por expertos en la materia, ahí se presentó nuestra realidad urbana y los problemas que se vivían por aquellos días. Los concurrentes quedaron impresionados por la riqueza patrimonial y consideraron que con el rescate del centro histórico, sin que perdiera su vida y neurálgica actividad, podría ingresar a la lista del selecto patrimonio de la humanidad, motivo por el cual la fundación Jenkins y las instancias municipales y estatales encabezadas, en su momento, por Guillermo Jiménez Morales y Jorge Murad, iniciaron los trabajos de ordenamiento.

Comenzaron por la descentralización comercial de la zona, por una parte retiraron la central de abastos que funcionó en el barrio de Analco por 10 años, por otro lado se construyeron mercados de apoyo (Independencia, Zapata, Hidalgo y Morelos) para que los comerciantes ambulantes tuvieran un espacio digno para trabajar ya que impedían el libre tránsito de vehículos y personas. Del emblemático marcado de la Victoria se le cambió el giro y se restauró, se concluyó la central de autobuses, se rescató el atrio de Santo Domingo que antaño fue invadido por construcciones invasoras que rompían con el entorno arquitectónico y la vieja estación del tren fue convertida en museo nacional de los ferrocarriles.  Se retiraron marquesinas y postes, se limpiaron fachadas y se adoquinaron las calles, un rescate urbano de 114 calles y 64 manzanas le devolvieron a la ciudad su verdadero rostro. Conjuntamente la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) rescató algunos edificios que integró a su infraestructura,  por ejemplo la casa de los Muñecos actualmente museo.

Entre septiembre y noviembre de 1986, con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la BUAP, la comuna y el gobierno estatal, se logró integrar un voluminoso expediente con textos, mapas y bibliografía cumpliendo con detalle los ordenamientos que a finales de noviembre de ese año se entregaron a la comisión de la UNESCO.

En junio de 1987 la comisión dictaminó a favor del “caso del Centro Histórico de la Ciudad de Puebla” que debería aprobar el pleno, en el mes de diciembre, cosa que sucedió el 8 de diciembre conjuntamente con el centro de la Ciudad de México y Xochimilco; además de Teotihuacán, Oaxaca y Monte Albán.


¿Nombramiento en riesgo?

Desde el gobierno municipal de Gabriel Hinojosa hasta el actual con Antonio Gali, se han hecho obras de embellecimiento con materiales de mala calidad al centro histórico de Puebla; sin embargo, lejos de conservar y dar vida a edificios para la vivienda y el hospedaje o ser aforos para la cultura, persisten los problemas de ordenamiento del transporte público, venta de piratería en los portones de edificios, comercio ambulante, derrumbe de inmuebles para convertirlos en estacionamientos, entre otras desdichas, indican que no se ha hecho la tarea que la UNESCO encomendó al gobierno municipal y estatal de Puebla para emancipar el título de Patrimonio de la Humanidad. Y es que da tristeza que administración tras administración se dilapida el honorifico título y para muestra de ello comparto algunos testimonios que dan cuenta de ello.

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Programas de obra pública enfocados a dar lucimiento a la Zona de Monumentos y no a rescatar los inmuebles históricos, ponen hoy a la ciudad de Puebla en riesgo de perder el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad que le otorgó la UNESCO por su legado cultural e histórico, de manera que se analiza incluir a la capital en la lista de “Patrimonio en Peligro”. Así lo refirió la coordinadora en Puebla del ICOMOS, Adelaida Ortega Cambranis.

Proyectos como el teleférico y la construcción de un tren turístico entre Puebla y la zona arqueológica de Cholula, contribuirían aún más a que la Angelópolis pierda el decreto en cuestión. Adelaida Ortega acotó que los proyectos que las autoridades deben emprender son los que necesita la ciudad y no los que únicamente generan turismo…

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Felipe Velázquez Gutiérrez, secretario de Desarrollo Urbano y Obra Pública (SDUOP), indica que en los últimos 30 años poco más de cien edificios han desaparecido. Para el año 2013, en el primer cuadro de la ciudad, se identificaron 400 inmuebles con algún tipo de riesgo, 152 casonas antiguas tuvieron desprendimientos estructurales y otras 182 están en riesgo latente de sufrir daños.

El funcionario municipal indicó que se requiere un modelo de rescate integral, para rehabilitarlos a través de una inversión privada, pues recalcó que el municipio no tiene facultad para etiquetar recursos del erario público hacia la propiedad privada. Agregó que el estado ruinoso de los inmuebles se debe a la falta de mantenimiento o porque éstos están en litigio...

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Francisco Vélez Pliego, presidente del Consejo Ciudadano del Centro Histórico y Patrimonio Edificado del Municipio, señaló que Puebla está en riesgo de perder el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad en caso de continuar con la destrucción de inmuebles catalogados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la Zona de Monumentos. Señaló que de 1977 a 2013, es decir, en los últimos 36 años, poco más de 100 inmuebles con dichas características han sufrido daños o incluso demoliciones.

Lo anterior se debe a la invasión de competencias entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el ayuntamiento de Puebla, pues mientras una autoridad aprueba ciertos proyectos, la otra se excusa en decir que no existirían impedimentos para no liberar las licencias de obra...

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El investigador de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Eduardo Merlo Juárez, indica que el nombramiento de la ciudad de Puebla como Patrimonio de la Humanidad se podría perder si no se vigila el desarrollo de las nuevas construcciones y se permite que se destruyan inmuebles para el desarrollo de edificaciones que rompan con la arquitectura. Los dueños de casonas evitan darles mantenimiento a sus construcciones y esperan a que se derrumben para convertir los espacios en estacionamientos o en otro tipo de construcciones. Detalló que los mayores problemas de inmuebles en estado crítico se encuentran en áreas como la 9 Oriente-Poniente, la 12 Oriente-Poniente, la 14 Oriente-Poniente y los barrios de Santa Anita, Analco, La Luz y San Antonio, al norte del Centro Histórico de la Angelópolis...

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Puebla y otras seis ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad en México están en riesgo de perder este carácter decretado por la UNESCO, reveló la presidenta del Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, Olga Orive Belinguer. Manifestó que en estas ciudades se detectaron alteraciones y pérdida del sentido de sustentabilidad e integral de las políticas públicas de conservación y preservación del patrimonio material e inmaterial, por la aplicación de acciones orientadas  a generar turismo.

“Los programas de ordenamiento y conservación de las ciudades que ejercen como política pública los gobiernos federal y locales deben guiarse fundamentalmente en el mejoramiento de  la calidad de vida de los ciudadanos que viven en las ciudades coloniales, no uniformar las calles y crear falsos escenarios de atractivo con el único interés de fomentar el mercantilismo y la presencia de turistas que solo llegan a generar más pobreza y conflicto en dichos espacios.”


1 El Centro Histórico de Puebla incluye 391 manzanas con dos mil 619 inmuebles. Del total de inmuebles, 19 son edificios construidos en los siglos XVI al XIX, 61 son de culto religioso, 71 están relacionados con el ámbito educativo y dos mil 487 de uso particular. El 57.3 por ciento de los inmuebles está conformado por estructuras que datan del siglo XIX; mientras que los inmuebles de las centurias XVI, XVII y XVIII representan el 1.1, 23.4 y 18.2 por ciento, respectivamente.

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