…dudo mucho que el Rabí de Galilea requiera para esta encomienda emisarios mediocres y oportunistas, sacerdotes y religiosos que no apoyen ni comulguen con esta obra, agentes que no se atrevan a llamar a las cosas por su nombre para no darle problemas al Obispo en turno, misioneros que no tienen espíritu de superación y prefieren permanecer en su estado de confort…
En el decreto Inter Mirifica encontramos que “la Iglesia católica (...) urgida por la necesidad de evangelizar, considera que forma parte de su misión predicar el mensaje de salvación, con la ayuda, también, de los medios de comunicación social, y enseñar a los hombres su recto uso”. Hace 45 años era inconcebible y riesgoso comunicar el evangelio en el cine, la radio, la prensa y la televisión, máxime por no contar con los recursos para sostener areópagos propios para tal fin. Bregando mar adentro, los medios comerciales, cuidando las formas, poco a poco han abierto sus puertas a Cristo y se ha podido cumplir con el exhorto de Pablo VI. El actual Pontífice, tras reconocer las amplias perspectivas que ofrece la red de redes, desea que también ahí se difunda un mensaje de paz, armonía y fraternidad, tal como lo hace el Vaticano con su canal de videos en you tube (http://www.youtube.com/user/vaticanes) para que los usuarios consulten las actividades del Santo Padre y los acontecimientos más relevantes de la Santa Sede.
Qué bueno que se gesten ésta y otras iniciativas para comunicar el mensaje de Jesús, lo cual no debe ser ningún motivo de gloria ni de privilegio, es la misión de todos los cristianos según el área de competencia. Para quienes están involucrados en la pastoral de la comunicación, el compromiso es mayúsculo, no solo han de capacitarse periódicamente para superar el estilo de redacción, trabajar mejores imágenes, perfeccionar la locución o generar ideas originales y entretenidas, capaces de llegar al corazón de nuestro interlocutor y transformar su vida con el poder vivificador del Evangelio. Ciertamente la preparación técnica y académica no son suficientes, la formación doctrinal también es necesaria porque hoy día no es suficiente haber hecho un curso bíblico. Cada día deben leer, estudiar e investigar para dar razones de nuestra fe. Se debe fundamentar la verdad que proclamamos. En otras palabras, ser coherentes, vivir el apostolado con convicción y calidad profesional para ser dignos mensajeros.
A mi modo de ver, la dinámica referida es en la que debe avanzar un medio de comunicación católico, dudo mucho que el Rabí de Galilea requiera para esta encomienda emisarios mediocres y oportunistas, sacerdotes y religiosos que no apoyen ni comulguen con esta obra, agentes que no se atrevan a llamar a las cosas por su nombre para no darle problemas al Obispo en turno, misioneros que no tienen espíritu de superación y prefieren permanecer en su estado de confort.
Aunque el mensaje de nuestro Señor es el mismo, los tiempos cambian y anunciar la Buena Nueva demanda un renovado ardor para cumplir con esta tarea. Es muy significativo lo que podemos aportar a esta época y el hecho de estar capacitados para utilizar los medios nos pone en un lugar especial a la hora de evangelizar. Como decía Pablo VI: “Nos sentiríamos culpables delante de Dios si no aprovechamos estos medios para llevar su Palabra”.
Postre
A elegir:
Pese a todos los merecimientos, no deja de causar suspicacias el proceso de llevar a los altares al papa polaco. Es posible que Juan Pablo II no supiera de la conducta del fundador de los Legionarios de Cristo, es posible que algunos de sus colaboradores lo supieran y se negaran a aceptar semejante testimonio de vida pese a que ya existían pruebas contundentes. ¿Pecado de omisión?
En unas horas Kalimba, el ex cantante de OV7, fue capturado para ser juzgado por supuestos delitos en el estado de Quintana Roo. La justicia mexicana lleva una década tratando de reaprehender al Chapo Guzmán… ¿No ha podido o no ha querido?
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