La presente nota informativa fue publicada en el semanario Koinonía hace una década y considero oportuno desempolvarla a propósito de los estragos que la pandemia del COVID-19 ha provocado en los medios de comunicación católicos: el cierre o suspensión de un buen número de publicaciones impresas.
TLAJOMULCO, JALISCO. 14 de Octubre de 2005. La formación crítica de los agentes, el
impulso de una actitud creativa para comunicar la Buena Nueva, motivar y
sensibilizar a los obispos de otras diócesis a involucrarse en las reuniones y la
continuidad del nuevo equipo de trabajo que apoya la elaboración del Plan
Nacional fueron algunos de los compromisos emanados del quinto Encuentro
Nacional de Responsables de Pastoral de la Comunicación (ENARECS)
que se realizó del 10 al 14 de octubre en la Casa de Oración de Nazaret en
el municipio de Tlajomulco, Jalisco.
A lo largo de la semana, un total de 90
participantes de 34 diócesis del país, trabajaron arduamente en la revisión de
la situación particular de cada región eclesiástica, para encontrar caminos que
hagan presente el Evangelio en el mundo de hoy, a través de los medios de
comunicación. Los resultados que se generaron se integraron al material básico
para diseñar el Plan Nacional de Pastoral de la Comunicación.
Monseñor Guillermo Ortiz Mondragón, presidente
de la Comisión
Episcopal de Comunicación Social y obispo auxiliar de la Arquidiócesis
primada de México, dio la bienvenida y compartió con los asistentes el mensaje
que le encomendó el Papa Benedicto XVI durante su reciente visita Ad Limina, en
septiembre pasado: “El Santo Padre manifestó su preocupación y su deseo para
que en la Pastoral
de la Comunicación
se trabaje intensamente, es un ambiente que tenemos que evangelizar, y es
urgente atenderlo”.
Situaciones que nos retan
Los responsables de las oficinas de prensa,
directores de publicaciones religiosas y diocesanas, productores y conductores
tanto de programas de radio y televisión atendieron puntualmente las
conferencias disertadas. En una de ellas, “Desafíos de la Iglesia a inicios del
Tercer Milenio”, presentada por el Pbro. Lic. Armando González, lanzó al
auditorio el reto de aprovechar los espacios que nos brindan los medios
comerciales para convertirnos en una verdadera alternativa que haga frente al
modelo actual, es decir, a la pobre oferta de contenidos y la desinformación.
En la celebración de las especies del Pan y el
Vino que presidió Fray Raúl Vera López OP, Obispo de Saltillo, demandó recuperar a
los fieles extraviados para reinsertarlos en el proyecto que Dios diseñó, un
proyecto histórico y divino. “Si queremos ser servidores del Evangelio, no
debemos imitar a los medios de comunicación comerciales con programas que
reducen la dignidad de la persona humana. El clero y los laicos se deben
articular en la tarea evangelizadora y el reto es hacerlo con imaginación y con
una calidad de vida probada”.
Tanto Monseñor Teodoro Enrique Pino Miranda, obispo de la Diócesis de Huajuapan de Leó como Brian Pierce, en diferentes participaciones,
coincidieron que debemos ser dignos periodistas católicos, capaces de comunicar
la verdad asumiendo las consecuencias de nuestro trabajo informativo, de llegar
al corazón de la noticia, al núcleo de los pueblos que claman por ser
escuchados ya que es un evidente signo de los tiempos. “Tomar el pulso de una
parroquia, de un grupo de apostolado, de una situación social concreta, háganlo
con una capacidad nueva, con ojos nuevos para comunicar mejor el Evangelio”.
No como una plegaria
En la celebración eucarística de clausura,
Mons. Mondragón alentó a los participantes a no tener miedo de actuar con los
pocos recursos que tenemos a nuestro alcance, para manifestar la Palabra de Dios. “Llevemos
a Jesús en la boca no como una plegaria, sino como una afirmación permanente
porque Él quiere expandir su don de vida a todos los hombres y mujeres de todos
los tiempos”.
Además de avanzar en el proceso de planeación
participativa para constituir el Plan Nacional de Pastoral de la Comunicación, se
renovó el equipo de apoyo de la Comisión
Episcopal de Comunicación Social, en este sentido se agradeció
profundamente toda la dedicación, esfuerzo, preocupación y apoyo que ofreció el
grupo saliente y a quienes tomaron la estafeta se les pidió dar continuidad a
los trabajos que están en pie.