viernes, 12 de agosto de 2011

Divide y vencerás

Para dividir hay que saber por dónde se mete el cuchillo, por dónde hay que cortar y para eso se necesita prudencia, sabiduría y rectitud de conciencia. Cada vez que se genera una nueva división, una nueva frontera, se entorpece el crecimiento; las divisiones generarán retrasos y errores en el desarrollo.

En nuestra idioma existen algunas locuciones, giros o frases hechas que se conservan del latín y que se siguen usando al hablar o escribir. Algunas locuciones son como proverbios que expresan un consejo o una experiencia vital. Divide et vinces, frase célebre de Julio César que significa “Divide y vencerás”, es una de ellas y sugiere una buena estrategia para resolver un problema difícil, dividiéndolo en partes más simples tantas veces como sea necesario, hasta que la resolución de las partes se torna obvia. La solución del problema principal se construye con las soluciones encontradas. No ha variado el significado del verbo “dividir” desde los romanos hasta ahora. Su forma latina es divido, dividere, divisum; la sustantivación divisio” ha dado lugar al término militar, que los romanos no tenían, de “división” que era una “unidad” de la milicia constituida por brigadas de varias armas con sus servicios auxiliares. Lo interesante es la presencia del término “unidad” en la definición de “división”; a eso los romanos lo llamaban “legión”, de legere que significa reunir, juntar. Entonces “división” es “unión” ¡qué ironía! Pero cuidado, porque constatamos que es más fácil destruir que construir; dividir, que unir; desavenir que reconciliar. Cuando se quiere evitar el crecimiento, la gran ventaja la da la división; las alianzas entre familias, clanes, tribus y pueblos son más fáciles de deshacer que de hacer.

En una trifulca pueden quedar en humo todos los pactos y alianzas, mientras que para construirlas y consolidarlas se necesita de muchos empeños. Aunque es obvio que dividir una gran empresa en unidades manejables tiene ventajas, hay que hacerlo con mucha atención, lo que se pretende es derrotar al problema y no a la empresa, si divido el problema éste desaparece, si divido la empresa también. Para dividir hay que saber por dónde se mete el cuchillo, por dónde hay que cortar y para eso se necesita prudencia, sabiduría y rectitud de conciencia. Cada vez que se genera una nueva división, una nueva frontera, se entorpece el crecimiento; las divisiones generarán retrasos y errores en el desarrollo.

Frente a la división, podríamos tener la tentación de considerar que no es posible la unidad, o que sigue siendo sólo un hermoso ideal hacia el que hay que tender. Sin embargo, la unidad no es solamente una esperanza del futuro, es posible aunque existan obstáculos para su realización: si se sabe sacar el bien del mal, la virtud de la debilidad, la riqueza de la pluralidad. La pluralidad en las formas de pensar no puede ser justificante de la división, al contrario, el respeto a la diversidad es condición para la reconciliación. En la unidad todos los conflictos pueden encontrar solución y reconciliación para alcanzar la meta de la comunión plena y visible.

La unidad es posible si cada uno es responsable de sus actos y respeta con benignidad los derechos de los otros. Divide et vinces, divide ut imperes, divide ut regnes, es cosa que hay que entender.

Postre

En el noticiario de Carmen Aristegui se dio a conocer que la construcción de una academia de policía en el estado de Puebla es, en realidad, una base de operaciones de la DEA y la CIA… Cabe señalar que los agentes de dichas corporaciones son los que capacitarán y adiestrarán a los nuevos cuerpos policiacos en la lucha contra el narcotráfico en México...

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