viernes, 5 de agosto de 2011

La difícil tarea de edificar la paz

La paz se construye día a día y es posible cuando cada uno reconoce la propia responsabilidad para promoverla, para prevenir conflictos y violencias. Es absolutamente necesario que la paz comience a vivirse como un valor en el interior de cada persona: así podrá extenderse a las familias y a la sociedad.

Es preciso reconocer que tal vez durante los últimos años no se ha realizado un gran esfuerzo por defender la paz, prefiriendo más bien, a veces, destinar recursos a la generación de más violencia. Muchas esperanzas han quedado defraudadas. La crónica diaria nos recuerda que el crimen y sus consecuencias siguen envenenando la vida de la sociedad. ¿Cómo permanecer indiferentes ante un panorama de conflictos que se extiende cada vez más y más? ¿Qué hacer? A pesar de las dificultades, no hay que perder la confianza. Es necesario seguir trabajando por la paz, ser constructores de paz.

Cada uno está llamado a ser constructor de paz en la verdad y en el amor; se trata de una misión que es preciso redescubrir en toda su fuerza y urgencia. Desde la marcha por la paz para “Iluminar México” (agosto de 2009), hasta la caravana “Paso a paso hacia la paz” (agosto de 2011) cada una de estas iniciativas se realizan en un período marcado por no pocas preocupaciones y sufrimientos. Por tanto, constituye una ocasión muy oportuna para reflexionar e implorar para México el don fundamental de la paz. Estos momentos ayudan a tomar cada vez mayor conciencia de la urgente necesidad de construir la paz incluso a costa de sacrificios personales. Es preciso estar dispuestos a renunciar también a algo legítimo, con vistas a un bien superior. Es necesario, sobre todo, ser conscientes de que todo se puede obtener de Dios con la oración. Por desgracia, muchos viven, piensan y trabajan como si Dios no existiera. Ahí está el peligro: el hombre dejado en poder del hombre.

Las marchas contra la inseguridad y a favor de la paz pueden convertirse en una escuela de vida, porque permiten hacer referencia a los ejemplos y enseñanzas luminosas de hombres y mujeres que no han dudado en hacer su opción por la paz. Ojalá que acciones como ésta, contribuyan a que madure en las conciencias de las nuevas generaciones un sincero propósito de paz, que es preciso alimentar a través de un itinerario de abnegación personal y de referencia siempre al poder de Dios que expulsa el odio y hace brillar las conciencias.

La paz se construye día a día y es posible cuando cada uno reconoce la propia responsabilidad para promoverla, para prevenir conflictos y violencias. Es absolutamente necesario que la paz comience a vivirse como un valor en el interior de cada persona: así podrá extenderse a las familias y a la sociedad.

Postre

Imperdonable lo que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal hicieron contra el Padre Alejandro Solalinde en su paso por Puebla. Predominó la prepotencia de la policía al detener al sacerdote que encabeza la caravana “Paso a paso hacia la paz” cuyo cuerpo de seguridad, con los permisos debidos, portaban armas para la seguridad del personaje en cuestión.

El Padre Solalinde tiene como apostolado la defensa de los derechos humanos y ayuda a los migrantes centroamericanos en Ciudad Ixtepec, en el estado de Oaxaca. Por ese hecho, el Cura es objeto de hostigamiento, intimidación y amenazas de muerte por parte del crimen organizado que ve en él un obstáculo para sus operaciones delictivas.

Durante su estancia en territorio poblano el Padre Solalinde dijo: “Dejemos la política a los políticos y vamos a formar niños, porque de esas escuelas salen sacerdotes, presidentes municipales, buenos campesinos, pero también salen Zetas y personas muy corruptas, de nosotros depende hacer algo por la educación”.

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