Agradecemos al Señor estos 65 años de acogida por parte de
nuestro pueblo, al cual nos dirigimos evangelizando a través de los medios de
comunicación.
Por ser Puebla una ciudad tan especial, tan atractiva y tan
cercana a la ciudad de México, fue uno de los primeros objetivos apostólicos a
conquistar para las Hijas de San Pablo. La Hermana Bernardita Ferraris realizó
varios viajes para buscar un pequeño local, instalar una librería y una
residencia que permitiera crear una comunidad que iniciara la misión paulina.
Todos los intentos eran infructuosos; una y otra vez regresaban a la capital de la república mexicana sin lograr nada, hasta que pusieron un ultimátum y pidieron a San Pablo su intercesión para lograr ese difícil proyecto, aunque fuera una casa pequeña y sencilla. Seguramente el apóstol de los gentiles, que
supo mucho de esto en sus andanzas misioneras, tuvo compasión de sus hijas y en
la siguiente ocasión, las hermanas encontraron un lugar donde establecerse.
El 17 de julio de 1952, llegaron las hermanas para iniciar
la segunda fundación de la casa Paulina en territorio mexicano: llegaron las
hermanas Diomira y Blanca Stefanonni, después una postulante y un grupo de
aspirantes.
La Superiora General
y Co-Fundadora, Tecla Merlo personalmente solicitó el permiso de apertura al
entonces Arzobispo de Puebla, Don Octaviano Márquez, quien dio su venia y ahí
nació la aventura de una librería, un 28 de enero de 1954. Actualmente se
localiza atrás de Catedral, frente a las oficinas de Pastoral Vocacional.
UN NUEVO HOGAR
La ilusión de tener una casa propia fue germinando con más
fuerza en el corazón de las hermanas hasta que por fin, en 1972, consiguieron
un terreno y comenzaron la construcción de su casa. El entusiasmo de las
hermanas hizo posible este sueño, para ello, se organizaron semanas
bíblicas y otras actividades a nivel
parroquial. Además, cabe mencionar que como apoyo a la construcción los
religiosos Paulinos obsequiaron una importante cantidad de libros que a su vez
las hermanas vendieron a bajo precio.
Llegó el momento de inaugurar la casa que se ubicó en la
colonia El Ángel. Algo a resaltar de la construcción fue la capilla, que
mediante una ventana que da a la calle, deja ver el Sagrario y un gran Cristo...
imposible fue cerrar esta ventana ya que los vecinos se detienen un instante
para encomendar su día al Señor y ofrecerle su trabajo.
En Puebla, las hermanas son tomadas en cuenta para el
trabajo en las parroquias, a nivel diocesano y tienen presencia en escuelas y
universidades con la exposición de sus impresos, además enseñando su carisma
y el correcto uso de los medios de comunicación.
LA BIBLIOTECA TECLA
MERLO
Una de las iniciativas que surgió en los últimos años,
particularmente en torno al centenario de la Co-Fundadora Tecla
Merlo, fue abrir una biblioteca para personas de escasos recursos. La labor no
fue sencilla, el material bibliográfico con que se contaba para iniciarla era
escaso, por lo cual, la Hermana Paulina Barbosa, encargada de la biblioteca,
solicitó el apoyo de las otras casas y de esa manera, en agosto de 1998, la
Biblioteca Tecla Merlo abrió sus puertas al público.
Agradecemos al Señor estos 65 años de acogida por parte de
nuestro pueblo, al cual nos dirigimos evangelizando a través de los medios de
comunicación.
LAS HIJAS DE SAN PABLO
Para comunicar a la humanidad el Evangelio de Salvación,
asumen la consigna del Fundador: vivir de Cristo como lo comprendió, vivió y
comunicó san Pablo.
Cristo es para las hermanas paulinas el Maestro, el Camino, la Verdad y
la Vida, el centro unificador en que halla plena realización cada hombre y toda
la historia.
Viviendo en la verdad y muriendo en el pecado, conforman todo su ser a su vida para crecer en Él, y ser con Él camino, verdad y
vida para los hermanos.
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