…la propaganda del Instituto Federal Electoral (IFE) para
alentar el voto e ir más allá del referido derecho ciudadano, podría tener
efectos negativos. Tantos y los mismos mensajes que se difunden en radio y
televisión a toda hora acaban por aborrecer al indeciso o desencantado elector…
La contienda electoral por la presidencia de la república,
que inició el 30 de marzo, no ha generado entusiasmo en los votantes como se
esperaba. Por una parte, la publicidad de los candidatos no plantea nada novedoso,
tan solo las mismas propuestas y clichés de cada sexenio: Que van a generar
muchos empleos para acabar con la pobreza, pero no tienen una idea clara de
cómo alentar las inversiones en otros estados de la república que no son los
más prósperos del país. Que mejorarán la recaudación hacendaria, pero no saben
cómo cobrar impuestos sin que afecten los intereses de los poderosos
empresarios y tampoco saben cómo integrar a los comerciantes informales a la
base tributaria. Que harán valer la ley y el orden para frenar tanta anarquía y
no nos dicen cómo acabar con la corrupción que beneficia a quienes tienen con
qué para comprar favores. Que van a mejorar el sistema educativo para que
dejemos de ser un país que pasa de panzazo, pero no saben cómo meter en cintura
a la clase magisterial sin lacerar sus atribuciones
Por otro lado, la propaganda del Instituto Federal Electoral
(IFE) para alentar el voto e ir más allá del referido derecho ciudadano, podría
tener efectos negativos. Tantos y los mismos mensajes que se difunden en radio
y televisión a toda hora acaban por aborrecer al indeciso o desencantado
elector. Por si no fuese suficiente el IFE organizará dos debates entre
candidatos… Dudo que sea realmente un debate de ideas y propuestas, donde los
ciudadanos participen con sus preguntas
y señalamientos, así como un moderador que cuestione a los candidatos
sin restricciones... Pero como ningún aspirante quiere perder, difícilmente
darán paso a esa mecánica que generaría más expectativas.
Otro factor más, el desencanto ciudadano por la falta de
liderazgo del jefe máximo de las instituciones, por la falta de compromiso de
quienes ocupan una curul en el senado de la república o un escaño en la cámara
de diputados ya sea a nivel federal o local, por el incumplimiento de las
promesas de campaña de quienes son elegidos presidentes municipales, por la
ineptitud de un instituto político en el poder para cambiar favorablemente a
nuestro país y decide mantener el estado de cosas, cuestionan al elector si
vale la pena sufragar este año. La respuesta de los defraudados por quienes se
supone trabajan por el “bien común” es, no presentarse el día de los comicios, posición
que en nada resuelve el descontento.
Coincidiendo con Denise Dresser, lo mejor es acudir a las urnas
y anular nuestro voto, con ello estaremos diciéndoles a los candidatos que sus
propuestas no nos convencen y a los partidos políticos, que sus plataformas ya
no nos representan. Y que la jerarquía eclesiástica mexicana no se atreva a
decir lo contrario, que anular el voto es un pecado y nuestra obligación es votar, por el menos malo, pero ir a sufragar ¡Por favor señores! dejémonos
de cuentos y echemos un vistazo a cada
uno de los postulantes para que me digan si vale la pena ejercer nuestra prerrogativa civil:
No negamos que Peña Nieto es guapetón, carismático, con un gran respaldo económico y mediático, sin embargo, un hombre que aspira a ser presidente de México no
puede darse el lujo de ignorar la realidad de nuestro país y ser un perfecto
producto de la mercadotecnia para apantallar a los indoctos e indecisos votantes.
Dice que quiere ser nuestro presidente
para transformar a México en un país exitoso… Luis Echeverría, José López
Portillo, Miguel De la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo prometieron lo
mismo y nos llevaron al caos económico… Definitivamente no.
Pese a ser mujer, el triunfo no es seguro, Vázquez Mota no
tiene carisma, ni ingenio, ni propuestas. Si tuviera las enaguas para
desmarcarse de Felipe Calderón y su absurda guerra contra el narcotráfico,
posiblemente elevaría sus bonos pero como necesita del aparato gubernamental
para enfrentar la contienda y dar batalla.... Definitivamente no.
Es de sabios rectificar, sin embargo, López Obrador es un
lobo con piel de oveja, ¿quién me asegura que de ganar las elecciones al poco
tiempo cambia de actitud y se vuelve igual o peor que Hugo Chávez? Definitivamente
no.
Y qué decir de Quadri, ese “profesor” debe salir de las
aulas y darse una vuelta por México en calidad de presidenciable para que conozca
la verdadera realidad de nuestro país y no ande diciendo disparates, el
gobierno federal no dice esas mentiras.
De quien no se ha vuelto a mencionar y pudiera empañar las
elecciones es el crimen organizado, que apoye económicamente la campaña de
algún candidato a cambio de arreglos que garanticen la paz social. Ojalá no se
presente algún “hecho aislado” para intimidar o asesinar a candidatos y en el
peor de los casos, se integren gobiernos paralelos donde el representación
legítima sea fachada para que quienes con el poder de las armas y el dinero
manden sin ninguna restricción.
Ojalá que el nivel de las campañas mejore, el IFE se
comporte como buen árbitro y los malosos saquen sus manos sucias del proceso.
Postre
Es preocupante la revelación que el gobierno de Guatemala dio
a conocer, los Maras recibiendo entrenamiento militar por los Zetas. Los
mareros, de por sí violentos y sádicos, con el adiestramiento serán muy
peligrosos para los intereses del cartel que va extendiendo sus tentáculos
hacia Centroamérica. ¿Alguien se atreve a detenerlos?
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