domingo, 1 de abril de 2012

De la violenta Pasión a la violencia cotidiana

...este discutible retrato de Cristo y la violencia con que es tratado, bien puede enseñar a la humanidad lo que no debe repetirse y que sin embargo, después de dos mil años se sigue perpetuando en la pasión de cada hombre…



Hace 8 años se estrenó “La Pasión”, largometraje de Mel Gibson que centra su argumento en las últimas 12 horas de la vida de Cristo, desde el momento de su detención en Getsemaní hasta el momento de su muerte en el Gólgota y su posterior resurrección. El filme, cuyo guión está basado en los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento, provocó controversias: el antisemitismo, algunos detalles “históricos”, y sobre todo la recurrente violencia que le valió en nuestro país la clasificación “C” (sólo para adultos).

La intención de estas líneas no es hacer crítica cinematográfica, mucho menos promover el filme -aunque por el hecho de tocar el tema ya lo estoy haciendo-, mi intención va más allá de eso. En cuanto a la violencia todo lo que se ha dicho es cierto: estamos ante el más sangriento de los filmes sobre Cristo que se hayan realizado. Cristo es escupido, burlado, golpeado, torturado, pateado y humillado hasta llegar a extremos intolerables. Esta violencia gráfica fue calificada de “extrema”, sin embargo, para los cristianos, el sacrificio de Cristo fue entrega, total donación de amor por los que el Padre quiere salvar, así es la lógica de Dios: un camino inescrutable e incomprensible que ni la más pura piedad, ni el romanticismo, ni la elevada teología pueden plasmar en iconografía.

Si las cosas son como fueron, o al menos se pueden recrear así, no vale la pena poner pie en el asunto de la violencia en la televisión y algunos medios escritos, diariamente aparecen verdaderos signos de las más crudas bestialidades que el instinto humano alcanza, pensemos por ejemplo en las notas de tinte amarillo sobre accidentes, pleitos, escenas de guerras, atentados, movilizaciones y crímenes. Ni hablar de la violencia disfrazada de los dibujos animados donde personajes de apariencia dulce e inocente, organizan tramas que terminan en peleas, golpes, porrazos, bombazos, insultos, humillaciones, vergüenzas, siempre la violencia como producto de oferta.

Mostrar el lado más terrible de la Pasión con Jesús del sacrificio, del sufrimiento, del dolor, es hablar de una historia y de su interpretación. La película en sí es indudablemente poderosa, si a la sinceridad y al vigor que demuestra le agregamos la cuidada ambientación de época, el buen reparto y la interpretación de los personajes, es difícil no admirar y conmoverse ante este filme. A su modo, este discutible retrato de Cristo y la violencia con que es tratado, bien puede enseñar a la humanidad lo que no debe repetirse y sin embargo, después de dos mil años se sigue perpetuando en la pasión de cada hombre. En todo caso, la clasificación “C” sobre la violencia, falta colocarse en tantas cosas que niños, niñas, adolescentes, jóvenes, usted y yo vemos ordinariamente.

Postre
“…Pido al Señor que tantos esfuerzos no hayan sido vanos, y que con su ayuda produzcan frutos abundantes y duraderos en la vida de fe, esperanza y caridad (…) deseo reiterar con energía y claridad un llamado al pueblo mexicano a ser fiel a sí mismo y a no dejarse amedrentar por las fuerzas del mal, a ser valiente y trabajar para que la savia de sus propias raíces cristianas haga florecer su presente y su futuro…”

Así es Padre Joseph, ojalá que la algarabía, el fervor y el entusiasmo generados por tu visita a nuestro país no sepulten tu mensaje ni lo reduzcan a lo sentimental o anecdótico.

Papa Ratzinger, gracias por tus palabras de aliento, que Dios bendiga tu ministerio.

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