jueves, 4 de agosto de 2016

Valores deportivos

…el verdadero atleta no debe dejarse arrastrar por la obsesión de la perfección física, ni ha de dejarse subyugar por las duras leyes de la producción y del consumo, o por consideraciones puramente utilitaristas y hedonistas…


El deporte es un instrumento de educación cuando fomenta elevados ideales humanos y espirituales, cuando forma de manera integral a los jóvenes en valores como la lealtad, la  perseverancia, la amistad, la solidaridad y la paz.

El deporte, superando la diversidad de culturas e ideologías, es una ocasión idónea de diálogo y entendimiento entre los pueblos, de elevación en la dignidad de la persona humana, como ocurre en las competencias internacionales, llámense juegos olímpicos de verano o invernales, los campeonatos mundiales de futbol o atletismo entre otros certámenes deportivos.

El deporte es seguramente uno de los fenómenos importantes que, con un lenguaje comprensible a todos, puede comunicar valores muy profundos. Puede ser vehículo de elevados ideales humanos y espirituales cuando se practica con pleno respeto de las reglas; pero no alcanza su auténtico objetivo cuando da cabida a otros intereses que ignoran la centralidad de la persona humana.

La actividad deportiva, además de destacar las ricas posibilidades físicas del hombre, también pone de relieve sus capacidades intelectuales y espirituales. No es mera potencia física y eficiencia muscular; por eso el verdadero atleta no debe dejarse arrastrar por la obsesión de la perfección física, ni ha de dejarse subyugar por las duras leyes de la producción y del consumo, o por consideraciones puramente utilitaristas y hedonistas.

El sentido de fraternidad, la magnanimidad, la honradez y el respeto del cuerpo, virtudes indudablemente indispensables para todo buen atleta, contribuyen a la construcción de una sociedad donde el antagonismo cede su lugar al agonismo, el enfrentamiento al encuentro, y la contraposición rencorosa a la confrontación leal. Entendido de este modo, el deporte no es un fin, sino un medio; puede transformarse en vehículo de civilización y de genuina diversión, estimulando a la persona a dar lo mejor de sí y a evitar lo que puede ser peligroso o gravemente perjudicial para sí misma o para los demás. Por desgracia, son muchos, y cada vez se van haciendo más evidentes, los signos de malestar que a veces ponen en tela de juicio los mismos valores éticos en los que se funda la práctica deportiva.

En efecto, junto a un deporte que ayuda a la persona, hay otro que la perjudica; junto a un deporte que exalta el cuerpo, hay otro que lo mortifica y lo traiciona; junto a un deporte que persigue ideales nobles, hay otro que busca sólo el lucro; junto a un deporte que une, hay otro que separa. Por otra parte, el deporte, a la vez que favorece el vigor físico y templa el carácter, no debe apartar jamás de los deberes espirituales a cuantos lo practican y aprecian. Según palabras de san Pablo, sería como si uno corriera sólo “por una corona que se marchita”. La dimensión espiritual debe cultivarse y armonizarse con las diversas actividades de distracción, entre las cuales se incluye también el deporte.

A causa del ritmo de la sociedad moderna y de algunas actividades deportivas, el cristiano podría olvidar a veces la necesidad de participar en la asamblea litúrgica del Día del Señor. Pero las exigencias de un descanso justo y merecido no pueden hacer que el fiel incumpla su obligación de santificar las fiestas. Por el contrario, en el día del Señor la actividad deportiva ha de insertarse en un ambiente de serena distensión, que favorezca el encuentro y el crecimiento en la comunión, especialmente familiar.

Postre
¿Castigo por no votar por el PRI en las elecciones del pasado mes de junio? No lo creo. ¿Escasos ingresos en las arcas de la nación que ya no permiten financiar el desarrollo económico y social de nuestro país? Eso sí me parece lógico, y es que el aumento del diésel y la gasolina permitirán captar mayores recursos económicos porque PEMEX ya no es una paraestatal rentable. De pilón también aumentó el precio del gas y de la luz eléctrica… ¿No que ya no habría más aumentos?

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