miércoles, 31 de agosto de 2016

Felipe y Lupita

La etapa del  noviazgo que están terminando, solo los ha preparado para hacer una opción por la vida matrimonial, una opción el uno por el otro… pero inicia una nueva etapa, la etapa en que ya no solo serán algunos momentos en los que estén juntos… sino donde el amor se va a cultivar en una vida ordinaria, en lo cotidiano, en lo común, donde lo extraordinario está dentro de lo ordinario…


Comparto con ustedes la homilía que un sacerdote de los Altos de Jalisco, preparó para Felipe y Lupita, dos jóvenes que hace una década unieron sus vidas, y lo hago con la intención de abonar al sentido real de la vida en pareja, de la unión amorosa y generosa de un hombre y una mujer.

Quiero iniciar, por el principio, por lo que es el proyecto inicial de Dios para el hombre... Narrado en el Génesis:

El hombres es creado del polvo, pero,
se le ha dado el Espíritu de Dios,
Dios le ha insuflado su aliento, 
es polvo pero con un álito divino,
polvo en el que Dios ha trabajado… 

El hombre es el culmen de este mundo… es principio y centro: es el primero de las obras de la creación…

Dios presenta al hombre los vivientes (los animales) y el hombre los acoge bajo su cuidado, pero sin hallar reposo ni auxilio en ellos...

Dios, ciertamente,  alienta el fondo, pero el hombre habita solo, en medio de un jardín de solitarios: trabaja sobre el campo, domestica ya animales, pero al fin sigue perdido en su interior, sin nadie que le ofrezca compañía o respuesta...

Se siente amenazado por la experiencia original de soledad (la soledad existencial) que se encuentra rondándolo…

Dijo Dios: “NO es bueno que el hombre esté solo…”

¿De qué le sirve al hombre ser culmen y señor de la creación? ¿De qué le sirve su trabajo, sus fatigas… cuando se siente sólo, sin compañía, sin posibilidad encuentro… sin posibilidad de diálogo, de comprensión e intimidad?

Diría el poeta, en su momento más alto de crisis en su vida: “Para qué escribir, si no tengo a quién dedicarle mis poesías, a quién dedicarle lo más profundo de mis pensamientos, sentimientos, aspiraciones, ilusiones y deseos…” 

Diría el escritor mexicano: “Recordando el momento más crudo del sentimiento de Adán, cuando la mujer (compañía) es sólo una aspiración: Eva soy, pero estoy solo…”

El hombre: Solo era un humano (ha-adán: un género, no una persona) irá haciéndose personal al descubrirse y realizarse en compañía, como varón y mujer…

Se da un proceso de desdoblamiento y encuentro, donde se crean y configuran varón y mujer como humanos en relación. El varón descubre su identidad (se descubre así mismo) en la mujer y la mujer en el varón.

No es uno al lado de otro, ni el uno contra el otro… Son el uno para el otro…

Los hizo diversos pero semejantes, diferentes pero complementarios…

Dios nos creó con una capacidad maravillosa de tener intimidad,  cercanía y encuentro con nosotros mismos, pero… cuando nos encerramos en nosotros mismos, esto nos abre las puertas al abismo de la soledad… que nos recuerda constantemente que no somos autosuficientes, que nuestra vocación es estar en relación, y en esa relación nos encontramos a la vez con nosotros mismos…

Diría el místico: San Juan de la Cruz: “…Hay amor que solo se cura con presencia y figura…”

Y el otro poeta: “…El amor no se contenta con la presencia, quiere la unión…”

Adán sabe quién es él solo cuando está frente a Eva, su identidad se la da el amar y sentirse amado (ya no está perdido en sí mismo, en su interioridad)…

El hombre se siente Adán cuando está  en el corazón de  Eva…

Dice el poeta que: “…un hombre no es completamente hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer, de la cual, se siente amado…”

Todos necesitamos que alguien nos lleve en su corazón… no podemos ser nosotros mismos hasta que otra persona nos afirma... Y solo a la persona a la que nuestra bondad puede mover interiormente puede afirmarnos…

Nos volvemos como nuestro yo verdadero cuando vemos nuestra bondad reflejada en los ojos de la otra persona que nos ama…

Yo afirmo, a otra persona cuando reconozco que es buena, que vale la pena  y que es digna de ser amada precisamente por ser como es, y punto…

Es decirle: Está bien que seas como eres; puedes ser de esa manera; no hay nadie como tú; eres única…

Es decirle: Quiero sentirte dentro de mí, en lo más íntimo… quiero estar dentro de ti en lo más íntimo (Ser afirmados)

Es un escuchar: tú estás bien, tu mundo está bien y yo quiero estar contigo dentro de tu mundo, me identifico contigo…

Lleva a sentirse amado tal y como eres, sin tratar de componerte ni compararte…

… es permitir que te amen sin importar que sucede…

Lo más valioso de la vida, solo lo aprendemos de verdad cuando lo vivimos…

A la gente le gusta que las historias tengan un final feliz… quizás,  como lo vemos en la mayoría de las novelas… tras superar él y ella, las muchas dificultades que se oponían a su amor,  acaben casándose y uniendo sus destinos para siempre… y vivieron felices para siempre… ¿algo que oponer a este final feliz? Simplemente, que no es el final.

La vida no termina ahí. El espectador quiere suponer que una vez juntos, los amantes vivieron felices… sin embargo, no ignora que la vida en común está expuesta a muchos peligros, tan grandes o mayores que aquellos que precedieron a la boda… el final de la película, era solo el inicio de una nueva etapa… debajo de la pantalla, debería estar escrito, aunque fuera con una tinta casi  invisible, y por ello, aunque pocos se dieran cuenta: Continuará…

A mí el seminario solo me preparó para hacer una opción por la vida consagrada… esta comunidad me ha ido formando un corazón de sacerdote…

La etapa del noviazgo que están terminando, solo los ha preparado para hacer una opción por la vida matrimonial, una opción el uno por el otro… pero inicia una nueva etapa, la etapa en que ya no solo serán algunos momentos en los que estén juntos… sino donde el amor se va a cultiva en una vida ordinaria, en lo cotidiano, en lo común, donde lo extraordinario está dentro de lo ordinario…

En el matrimonio no se trata de aguantar, no son muros, ni columnas… los seres humanos estamos llamados a algo más alto, a ser creativos, es decir, a crear en todo momento lo que prometemos crear –amor, fidelidad–… la fidelidad tiene un carácter creativo, no se trata de aguantar sino de ser fiel… Ejemplo: Persona que a los 25 años de casada le pregunta a su esposa: ¿Me amas? A lo que ella contesta: He lavado, planchado,  he hecho el aseo de la casa, la comida… durante 25 años… Pero, el vuelve a insistir, pero ¿me amas?

La intimidad, el amor,  no es solo dar es darse (es darnos a nosotros mismos)… dicho de otro modo, como dice la poeta mexicana: Para ti soy libro abierto…

En la etapa de la  identidad nos preguntamos ¿Quién soy? En la etapa de la intimidad nos preguntamos ¿quiénes somos nosotros? En la identidad me descubro a  mí mismo. Pero en la intimidad me arriesgo a perderme a mí mismo y a volverme a encontrar  amando a otro hasta que nuestros dos yo se conviertan en nosotros…

…esto sucede  cuando ambas personas tienen un yo que pueda soñar y una disposición a dejar que ese yo se convierta en un nosotros de sueños compartidos a la medida que sacan a la luz los dones uno del otro.
Cuanto mayor es el desarrollo humano de una persona, tanto más es capaz de vivir ya no por el otro, sino para el otro, en una entrega generosa de sí mismo…

Un buen matrimonio, no es el que está compuesto por dos personas perfectas… un matrimonio sano requiere de dos personas que han aprendido  a cuidar esas partes heridas de sí mismas y las partes heridas de su pareja… son capaces de dar lo mejor de sí mismos y ayudar a sacar lo mejor de su pareja… Esto lleva a la pareja a sentirse viva… a ser juntos… a que haya armonía, diálogo, comprensión y perdón… y sobre todo cariño y amor…

Esto hace que un matrimonio no sea indisoluble por la ley, sino porque el amor lo hace fuerte…
No dejen escapar el amor de sus vidas… hoy dicen que se aman con mucha pasión, que después no se lo digan solo rutinariamente, porque esto lleva al cansancio o al olvido…

Ustedes han sido para nosotros en los grupos juveniles, testimonio de entrega, responsabilidad, compromiso, generosidad, ternura, de deseos profundos de un mundo mejor y un dejarse buscar y buscar a Dios… marcó nuestras vidas…

Ojalá, ahora como pareja, sean un signo claro y limpio del Amor que no pasa ni se destruye…

Que aquel que es la fuente del Amor, la felicidad, la fidelidad, la paz y el consuelo los acompañe durante toda su vida…Por ello, hoy celebremos la fiesta del amor….

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