martes, 30 de octubre de 2018

La buena muerte

La vida de los que en ti creemos, Señor, no termina, se transforma; y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo.


Por Pbro. Lic. Rogelio Montenegro Quiroz

Barro y espíritu en el crucigrama de todas las culturas, conciencia de vida y muerte entre los interrogantes consignados por los humanos y la pluralidad de las respuestas. Desde la sencilla creencia de que al morir todo se diluye y se vuelve al humus maternal de la génesis primigenia, hasta la sospecha de la esperanza del más allá coloreado por múltiples réplicas.

El otoño fue siempre tiempo privilegiado de la reflexión y de las nostalgias según se van registrando las traslaciones en la piel y las canas de la testa o simplemente se contempla el perezoso desprender de las hojas de los árboles al planear con el viento de la tarde, su caída plural y amarilla sobre los pastos lánguidos cuyos tallos fenecen. Los dioses también mueren; Osiris en Egipto, Tammuz en Mesopotamia y Babilonia, Baal en Canaán, con los mismos estertores planetarios.

Los pueblos de estas tierras también entre sus miedos animistas y sus domésticos fervores creían en un mundo de sombras y oscuridad cuyas divinidades Mictlántecuhtli y Mictecacihuátl precedían los avernos hasta donde tenían que viajar los difuntos pasando antes por muchas pruebas entre colinas y desiertos, el encuentro con un cocodrilo llamado Xochitonatl y el viento de filosas obsidianas. Iban los viajeros acompañados de un perro y un bastón con espinas para su defensa, llevando como ofrenda para los dioses mencionados flores, comidas e inciensos para lograr su benevolencia allá en las profundidades de la tierra.

Los dioses suponen siempre representaciones masculinas y femeninas que conforman los panteones domésticos y comunitarios de todo ese mosaico de razas precolombinas. Las imágenes personifican, materializan ideas, fantasías, y promueven cultos y devociones que brotan de la esperanza arraigada en la trascendencia. Lo más profundo de mí mismo, mi mente y mi corazón y sus grandes anhelos de justicia, de paz y amor no pueden esfumarse con el vaho de la muerte. Si algo es verdad, en esta intrascendente vida, es la flor y el canto, la esencia del espíritu, su perfume más preciado, su poesía y sentido de la vida, el color y el rostro de lo divino. Algo permanece, no todo se disuelve entre las grietas del barro de la tierra.

Pero la muerte siempre se entendió como el último suspiro, como el último hálito de una conjunción maravillosa que en las mentes babilónicas, egipcias, sumerias e israelitas atribuían poéticamente a la voluntad de sus dioses. La Biblia dice que Yahvé Dios formó al hombre del polvo de la tierra e insufló en sus narices aliento de vida. Bella y plástica pantalla de los orígenes divinos de la raza humana. Así que la muerte es la disyunción final del adamáh y el pneuma, es una confesión de lo finito, de lo tremendamente contingente de la vida, por lo menos en este escenario que nos entorna.

Los poetas de las literaturas occidentales hablaron de la muerte como de una dama que va por el mundo con su guadaña segando vidas, cortando proyectos y provocando lágrimas. La imaginan vestida con ornamentos largos y propios de otras épocas y la desnudez ósea de su rostro formando parte del juego macabro de los lenguajes populares y de las realidades recurrentes en la espiritualidad de San Ignacio. Hablar de la muerte era referirse a una metáfora familiar, transparente, que en los pronunciamientos cotidianos rondaba las esquinas de las viejas calles coloniales y los pliegues íntimos de nuestra conciencia. Hasta que en 1965 en los estados de Hidalgo o Veracruz algunos oportunistas la empezaron a invocar dándole identidad propia y fuerza salvadora, ofreciéndole así a las multitudes sencillas de nuestro pueblo, no sólo desevangelizado sino analfabeto, pues no podía trascender la imagen milenaria o las cargas ancestrales que habían permanecido calladas bajo la inconciencia de la piel de cinco siglos y ahora brotaban, con la reciedumbre contextual de cincuenta millones de pobres, como amenaza potencial de la avalancha fenoménica del caos de la desesperanza.

A los muchos nombres y expresiones que ya cargaba la jerga popular de nuestras burlas mexicanas, ahora ha crecido el número de sus designaciones y el folklore colorístico de sus representaciones. Se le conoce como la “Santa Niña”, la “Comadre”, la “Poderosa Señora”, la “Blanca”, la “Parca” y la “Santísima”. Sus imágenes, como ya dijimos, portan vestidos largos de varios colores según las circunstancias, guadaña, balanza, brazos y falanges de donde penden pulseras de diversos metales según la generosidad de sus devotos.

No es fácil crear calendarios y rituales y soportes sociales completos pues los de la Iglesia Católica han venido creciendo con los siglos, y las costumbres se transmiten, imperceptibles, en el engranaje de las relaciones generacionales. Por eso los nuevos propagadores de su culto, por impotencia o sagacidad, han recargado sus tramoyas y desplazamientos en las liturgias establecidas, facilitando con el paralelaje, el ágil deslizamiento de su popularidad.

Sus principales devotos o por lo menos lo más acaudalados son los narcotraficantes, los que caminan diariamente en el filo de su guadaña y en la estrechez nérvica de sus momentos claves, la invocan, la cuelgan de oro en el recinto de su pecho, la premian con sus exvotos y la celebran con los rituales que presiden sus dirigentes. Ellos, los fuera de la ley, los de los grandes vicios que hace tiempo quemaron las naves de su seguridad, convocan sus poderes para el éxito de sus aventuras y el buen desenlace final de sus destinos.

Pero también los otros, los pobres e ignorantes, los que nunca recibieron la brújula de sus caminos, los que cargan sus mundos a la espalda de sus desconsuelos, los atrapados en el espacio plural de las plurivalencias, los tales que nunca redimensionaron la ética, la plegaria y la sobrenaturalidad de los poderes; los mismos que creen que los desplazamientos de los astros afectan la conducta de los hombres, los que juegan con las coincidencias y en otros tiempos adoraron aves, cuadrúpedos y reptiles; ellos que levantaron altares en Delfos, en Karnac y en los teocalis; los que nunca creyeron en un Dios Todopoderoso, sabio, providente y misericordioso; espiritual y trascendente, van por el mundo arrastrando su miseria y adorando la personificación de la muerte, llevándole regalos nacidos del reflejo de su imagen y semejanza, como cigarrillos, puros y tequila.

La amenaza se cierne en el horizonte, pero no tiene remedio, la explosión biológica de la sobrepoblación venció las coordenadas posibles de la educación familiar, escolar y eclesial; rompió las mallas de lo inesperado y sus epifanías ya visibles, como el comercio de ambulantes, los niños de la calle, el fácil resentimiento social acaudillado por conductores falaces que hablan de paraísos populistas y en lo religioso rompieron el abanico de la unidad en el estallido de las sectas, hasta llegar a la ignorancia supina de adorar a la muerte, conforman la marcha de los jinetes modernos del Apocalipsis.

viernes, 19 de octubre de 2018

Así le cantan y alaban a Dios…



Marcos Witt, Hermana Glenda, Jesús Adrián Romero, Luis Enrique Ascoy, Jesed, Torre Fuerte, Amparo Montaño y Martín Valverde, son algunos de los exponentes que componen excelentes cantos de alabanza y agradecimiento al Altísimo respaldados con una buena producción. Sin embargo, no son los únicos que manifiestan sus sentimientos a Dios, también cantantes y compositores de la radio comercial han manifestado al Todopoderoso sus consideraciones. En una revisión discográfica, encontré interesantes interpretaciones, algunas de ellas de dominio público y otras poco conocidas:

1. Del L.P. de José José, “El triste”, el tema Dios es amor. 1970
Dios nada se olvidó / todo lo hizo / nos dio mundo / razón y el paraíso / materia que su soplo humanizara / para que hoy mucha gente lo negara.
Por ti yo creo en él / tu amor me lo enseñó / y gritaré hasta el fin / Dios es amor / Dios es amor.

2. Del L.P. de Raphael, “Aleluya”, el tema Aleluya del silencio. 1970
Todo corre de prisa sin ver / nada despide color / nuestras manos solo piden amor/ nuestras voces gritarán / unidas siempre cantarán.
Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya / Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya / Para los que sufren al otro lado del mar / los niños que lloran / sin saber porque llorar.
Para los que pasan hambre / para los que tienen sed / llamas que no queman rezareis.

3. Del L.P. de Roberto Carlos, “La Montaña”, el tema La Montaña. 1973
Voy a pedir, que las estrellas no paren de brillar / que los niños no dejen de sonreír / que los hombres jamás se olviden de agradecer / Por eso digo, Te agradezco Señor, un día más / Te agradezco Señor, que puedo ver / Que sería de mi sin la fe que yo tengo en ti.

4. Del L.P. de Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito y sus canciones”, el tema Hermano Francisco. 1976
Por valles y montes, verán a un hombre pobre / pidiendo una pieza de pan o lo que sobre / Más todo lo que ha de tener entre sus manos / será para dar de comer a sus hermanos.
Hermano Francisco te llama el gorrión… / El lobo, el cordero, el ciervo y el león.

5. Del L.P. de Juan Gabriel “A mi guitarra”, el tema Jesucristo ¿dónde estás? 1976
Jesucristo, Jesucristo, Jesucristo / ¿dónde estás tú? ¿dónde estás tú? / ¿Dónde estás? / En un lugar del cielo, debes estar muy triste / Jesucristo, Jesucristo, Jesucristo / Jesucristo mira / Mira la tierra, cómo está.

6. Del L.P. de Emmanuel “Íntimamente”, el tema Enséñame. 1980
Enséñame, enséñame / a consolar como consuelas tú / a confiar como confías tú /a repartir sonrisas como tú /sin esperar nada a cambio, nada más, nada más.
Tengo mucho que aprender de ti amor / Tengo mucho que aprender de ti amor / Tu dulzura y fortaleza, tu / manera de entregarte tú / tesón por conquistarme cada día.

7. Del L.P. de Ray Conniff, “Siempre Latino, el tema Di papá. 1981
Di papá yo podré ver a Dios / Dímelo, dímelo / di papa. (bis)
Pues sí corazón, sí lo verás / cuando adores a mamá / y obedezcas a papá.
Pues sí corazón sí lo verás / cuando aprendas a rezar / y lo llames con ansiedad.

8. Del L.P. de José Luis Perales, “Entre el agua y el fuego”, el tema Dime. 1982
Dime, ¿por qué la gente no sonríe? / ¿por qué las armas en las manos? / ¿por qué los hombres malheridos? / Dime, ¿por qué los niños maltratados? / ¿por qué los viejos olvidados? / ¿por qué los sueños prohibidos? / Dime, dime.
Dímelo Dios quiero saber, / dime ¿por qué te niegas a escuchar? / aún queda alguien que tal vez rezará.

9. Del L.P. de Mercedes Sosa “Live in Argentinien”, el tema Solo le pido a Dios. 1982. También interpretan esta canción: Ana Belén (1983), Pandora (1987), en dueto Yuri y Mijares (2006)
Solo le pido a Dios / que la guerra no me sea indiferente / es un monstruo grande y pisa fuerte / toda la pobre inocencia de la gente...

10. Del L.P. de Mario Pintor, “Mi éxito”, el tema Mi éxito. 1983
Cada vez que pienso en Dios  / tengo éxito / Y si un “gracias” escuché / del hermano que ayudé / para mí no cabe duda / El que canta se los jura / es la forma de lograr / mi éxito.

11. Del Compacto de Ricardo Arjona “Jesús verbo no sustantivo”, el tema Jesús verbo no sustantivo. 1988
Jesús es más que un templo de lujo con tendencia barroca / él sabe que total a la larga esto no es más que roca / La iglesia se lleva en el alma y en los actos no se te olvide / Jesús hermanos míos es verbo no sustantivo.

12. Del Compacto de Thalía “En éxtasis”, el tema Gracias a Dios. 1996
Tú eres el amor que yo esperaba / lo que tanto había soñado / hasta que llegaste tú.
Le di gracias a la vida / le di gracias al amor / por estar contigo, contigo.

13. Del Compacto de Andrea Bocceli “Romanza”, el tema Por ti volaré. 1996
Por ti volaré / espera, que llegaré / mi fin de trayecto eres tú / para vivirlo los dos.
Por ti volaré / por cielos y mares / hasta tu amor / abriendo los ojos por fin / contigo yo viviré.

14. Del Compacto de Juan Luis Guerra “Para ti”, el tema Las avispas. 2004
Tengo un Dios admirado en los cielos / que me libra de mal y temores / Es mi roca y mi gran fortaleza / y me colma con sus bendiciones.
Mi Señor siempre me haré justicia / oh, oh / y me defiende de los opresores / oh, oh / no me deja ni me desampara / pues mi Dios es Señor de señores.

15. Del sencillo de Marcos Witt y los cantantes José Luis Rodríguez, Ricardo Montaner, Julissa, María del Sol y Yuri el tema Hay una respuesta. 2004
Hay una respuesta para toda duda / Hay una esperanza para su dolor / Mira hoy al cielo,
encontrarás la vida.Hay una respuesta / para el mundo hoy / Es el día de anunciar / que en vida puedes disfrutar.
Si abrazas la verdad / cambiará, cambiará tu realidad.

16. Del compacto de Joan Sebastian “Inventario” el tema Gracias a Dios. 2005
Gracias Señor, por la alegría / de otra vez poder ver y sentir el amor.
Gracias por todas las cosas / espinas y rosas, todo es tu creación,
Gracias por quererme tanto / Por la voz y el canto, y por la distinción / de poderte elevar mi canción, Gracias, Gracias...

17. Del Compacto de Ricardo Montaner “Viajero frecuente”, el tema La gloria de Dios. 2012
De la gloria de Dios tendré / el descanso para mis pies.
Con su manto mi frío / desaparecerá y descansaré / De la gloria de Dios vendrá / bendición y abundante pan / para ti y para mí / y a quien quiera venir / a la Gloria de Dios.

18. Del Compacto de Los inquietos del Norte “La Gritera”, el tema Mi amigo el de arriba. 2012
Agradecido con el de arriba / pero el de más arriba / con el todo poderoso / se ha hecho mi socio mi buen amigo.
Me sacó de la pobreza / esa maldita es mi enemiga.

Y también hay canciones en inglés, de grupos roqueros primordialmente:

19. Del Compacto de Mr. Míster “Wellcome to the real world”, el tema Kyrie. 1985
Señor ten piedad, por el camino que debe recorrer.
Señor ten piedad, a través de la oscuridad de la noche.
Señor ten piedad, ¿Dónde voy a seguirte?
Señor ten piedad, en una carretera a la luz
Kyrie eleison, down the road that I must travel /Kyrie eleison, through the darkness of the night / Kyrie eleison, where I'm going will you follow / Kyrie eleison, on a highway in the light.

20. Del Compacto de U2 “War”, el tema 40. 1985
Pacientemente esperé al Señor.
Se inclinó y escuchó mi clamor.
Y me sacó fuera del pozo
Fuera del lodo cenagoso.
(I waited patiently on the Lord / He inclined and heard my cry / He lifted me up out of the pits / And out of the miry clay.)

21. Del Compacto de Cold Play “Viva la Vida or Death and All His Friends”, el tema Viva la vida. 2008
Escucho que las campanas de Jerusalén están sonando,
los coros de la caballería romana están cantando,
son mi espejo, mi espada y mi escudo,
mis misioneros en un campo extranjero.
Por alguna razón que no puedo explicar
una vez que vas, nunca,
nunca hubo una palabra honesta.
Así era cuando yo gobernaba el mundo.
I hear Jerusalen bells are ringing / Roman Cavalry choirs are singing / Be my mirror, my sword and shield / My missionaries in a foreign field / For some reason I can't explain / Once you go there was never, never a honest Word / And that was when I ruled the world.

Estas fueron las canciones que encontré, seguramente hay muchos otros temas. Sería valioso integrarlos en el repertorio de la celebración eucarística, tal vez ayude al feligrés a encontrarse con Dios y no limitarnos a los cantos oficiales. ¿Usted comparte la opinión o difiere?

sábado, 6 de octubre de 2018

Y en Puebla, una década después, los demonios siguen sueltos

… los recientes sucesos demuestran que el crimen organizado ya vive entre nosotros. Incluso el mandatario de los poblanos (Mario Marín) lo reconoció públicamente y ante esta dolorosa realidad pide que no cerremos los ojos…


En la edición 528 del extinto semanario Koinonía (11 de mayo de 2008), publiqué un artículo donde expongo que en Puebla capital los demonios ya andaban sueltos, a propósito de algunos actos “aislados” del crimen organizado. Presento el texto que indica que las acciones de los malosos fueron el indicio de la pandemia que actualmente padece nuestra entidad:

“Los habitantes de Aguascalientes, hasta hace dos años, la entidad más segura de nuestro país, uno de los estados territorialmente más pequeños de la república mexicana, fueron sorprendidos por la incursión del crimen organizado y el narcotráfico. Y es que como lo señaló el periodista Jorge Fernández Menéndez el año pasado (2007) en su visita a la angelópolis, ‘ningún estado del país está vacunado’. Y advirtió ante empresarios, funcionarios de gobierno y académicos que Puebla no está exenta del tráfico de estupefacientes.

“El antecedente de mayor peso referente a la presencia del narco en la ciudad capital se remonta al año 2002 cuando Benjamín Arellano Félix, cabeza del cártel de Tijuana, fue detenido en un sigiloso operativo. Cabe agregar que, de acuerdo con informes de la Procuraduría General de la República (PGR), Joaquín Guzmán Loera estuvo en tierras poblanas a finales de 2001. En aquel entonces los funcionarios federales y estatales indicaron que este tipo de delincuentes seleccionaron Puebla por ser una urbe tranquila como refugio para los capos y sus familias.

“Llama la atención que hace poco menos de un año, los anuncios del gobierno del Estado sobre la seguridad y la confiabilidad de vivir en una entidad libre de violencia y sin quebrantamientos del orden público, fueron retirados del aire. Y es que los recientes sucesos demuestran que el crimen organizado ya vive entre nosotros. Incluso el mandatario de los poblanos (Mario Marín) lo reconoció públicamente y ante esta dolorosa realidad pide que no cerremos los ojos. Sin embargo, los ciudadanos no nos podemos conformar con las promesas de las autoridades para hacer frente a este flagelo (¡cómo sentirnos seguros si la policía carece de equipo y armamento para combatirlo!). Lo menos que vamos a exigir son acciones concretas y contundentes para que el narcotráfico no se convierta en un problema de seguridad pública e inestabilidad social.”

Una década después los huachicoleros, los asalta trenes, los asalta camiones de carga, los asaltantes del transporte público urbano, los extorsionadores del transporte público que se apostan en algunas calles del centro histórico y los bandoleros de la vía pública operan sin que los agentes de la ley y el orden muestren verdadero músculo. ¡Qué triste haber llegado a esta situación! Los demonios andan sueltos y los vengadores anónimos también.