miércoles, 24 de junio de 2009

El poder de elegir

Hace tres semanas formulé dos escenarios de cara a los comicios del 5 de julio, por una parte la abstención generalizada de los ciudadanos a sufragar y, por otro lado una cuantiosa anulación de votos como un mensaje claro del hartazgo de los electores hacia los partidos y sus candidatos con el único propósito de hacer mucho más evidente la profunda crisis política que vive nuestro país. Frente a estos extremismos surge un tercer entorno, acorde a lo que uno puede esperar en los próximos días ante las urnas.

Tercer escenario

Domingo, amanece nublado, no es para menos en los albores del verano, se abren las casillas y la afluencia de votantes es regular, los medios de comunicación nacionales y extranjeros están muy pendientes de la jornada electoral. Con tal de contrarrestar la anulación de las papeletas, los partidos políticos a discreción ponen en práctica las antiquísimas maniobras para obtener más votos. Los feligreses, nada convencidos de los exhortos de los párrocos acuden a sufragar.

Son las ocho de la noche, tiempo autorizado para dar a conocer los primeros cómputos, aunque hay triunfos en un partido y otro, también se informa de un gran número de boletas anuladas y un alto abstencionismo. Horas más tarde hay caras largas, se da a conocer que el 15 por ciento del padrón electoral anuló su voto, la mayoría de los partidos pequeños han perdido su registro y los funcionarios del Instituto Federal Electoral reconocen que el dinero destinado a las campañas se fue a la basura porque no dieron los resultados que se esperaban... Los ciudadanos sencillamente ejercieron el poder de elegir. El medio es el mensaje.

De hacerse realidad este escenario, ¿será capaz la clase política de desdeñar los resultados?

Postre

Déjenme decirles que aquí en la ciudad de Puebla se escucha una estación de radio cristiana... Sí, leyeron bien, una radiodifusora cristiana. Se sitúa en el 107.1 de frecuencia modulada y se identifica como Radio Vida.

La legislación en materia de sociedades religiosas y culto público de nuestro país señala en su artículo 16, segundo párrafo, que “las asociaciones religiosas y los ministros de culto no podrán administrar o poseer, por sí o por interpósita persona, concesiones para la explotación de estaciones de radio, televisión o cualquier tipo de telecomunicación, ni adquirir, poseer o administrar medios de comunicación masiva.”

Sin más miramientos, es una clara violación a la ley, se supone que la Secretaría de Gobernación debe retirarla del aire e incautar el equipo, de la misma manera que con las radios clandestinas o en el peor de los casos, hacer como que no sabe y permitir que los católicos poblanos, más adelante, tengan una estación (como en Guadalajara con Radio María) Sin embargo, la Arquidiócesis de Puebla tiene otras prioridades como para invertir en una radiodifusora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario