martes, 15 de septiembre de 2009

Bienestar para tu familia

En 1994 Ernesto Zedillo, candidato emergente a la presidencia de nuestro país, tuvo como lema de campaña “Bienestar para tu familia”, sin duda, una atractiva promesa tras fallidos intentos de administración de la abundancia y renovaciones morales, un ofrecimiento que alentó a los mexicanos a inclinar la balanza por el partido hegemónico en el poder y vislumbrar la posibilidad de vivir con mayor comodidad, que su situación económica fuera más holgada, que disfrutara de un buen estado físico y que gozara una vida satisfecha que transcurriera en paz a partir del 1 de diciembre de 1994. Sin embargo, el catastrófico error de diciembre de 1994, más los efectos negativos que sobre la economía mexicana tuvo el crack asiático de 1997, más los recortes al presupuesto federal ocasionados por la caída de los precios internacionales del petróleo en 1998, más el desmedido crecimiento de la deuda nacional después del multimillonario rescate de la banca instrumentado en 1995 por Guillermo Ortiz Martínez, impidieron cualquier tipo de “bienestar para tu familia”. En aquel entonces miles de personas quedaron endeudados por muchos años o perdiendo definitivamente el patrimonio conseguido con tantos esfuerzos. A pesar de la mala situación económica había trabajo, no hubo un efecto cucaracha de empresas que a diario quebraran. Hoy, la situación es delicada, los adultos mayores están preocupados de que estalle el descontento por las condiciones económicas. Expresan: “Nosotros vamos de salida, pero los jóvenes, ¿a qué aspiran? Nos preocupa que no hay trabajo para ellos, el pueblo no va aguantar más.” Sinceramente dudo mucho que aguantemos otro apretón al cinturón, más impuestos a la débil economía doméstica es encender la mecha del descontento social contra la clase política que se ha dedicado a su bienestar personal o grupal que al bienestar de los mexicanos. En buen plan, déjense de tarugadas.

¿Cómo es posible que un país, de la extensión de Baja California Norte y Sur juntas, que importa todas las materias primas (petróleo y minerales) y casi todos sus alimentos (aguacates, melones y peras), sea una de las naciones más poderosas del mundo? ¿Cómo es posible que un país al que le propinaran dos bombas atómicas, resurgiera de sus cenizas y ser lo que ahora es? Todos los japoneses, se pusieron a trabajar, a remar parejo en el mismo barco y lograron el “bienestar para su familia”. Nosotros, pese a los saqueos, contamos con recursos para prosperar, pero seguimos sumidos en la pobreza esperando a ver si un día de estos se logra el “bienestar para tu familia”.

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