miércoles, 30 de septiembre de 2009

¡Cómo! Tú... ¿Estudiar?

Desde la infancia algunos ya tienen claro qué es lo que quieren ser en la vida; ya sea prestigiosos médicos o abogados, hasta expertos conductores de autobús o fotógrafos profesionales. En plena edad de las mocedades concebimos una vida familiar con tantos hijos, una bonita casita con un perro y un trabajo que permita vivir decorosamente. Tras la jubilación, esta etapa puede ser angustiosa si no se sabe qué hacer con el tiempo libre, pero más pesadumbre provoca no tener un ahorrito para sobrellevar el ocaso de nuestra existencia. Otros consideran que es el mejor momento para gozar, tantos años de trabajo y sacrificio bien valen un largo viaje al extranjero... Dicen.

¿Usted ha pensado qué hacer cuando llegue el otoño en su vida? Tal vez en este momento no le preocupa pero sería bueno que lo considere. Por ejemplo, estudiar una carrera o terminar los estudios abandonados. Y es que Chano, a sus 70 años, decidió dejar la monótona vida senil para cursar una carrera universitaria: Literatura. Sin embargo, a este quijotesco personaje no le fue fácil incorporarse al mundo moderno que viven los jóvenes de hoy. “¡Cómo! Tú... ¿Estudiar? ¡Ay no! Volver a empezar, ya no estás para esos trotes. Serás la burla. No, mejor no.” Y a Chano no le importó lo que dijeran, él fue fiel a sus convicciones: “Tengo un corazón inquieto, con espíritu joven”. Y así, entre el rechazo y el choque de costumbres y tradiciones diferentes, brota la amistad de un viejo con cinco jóvenes que comparten deseos y enseñanzas, así como el valor para superar distintas pruebas que la vida les pone en el camino. Y es que el corazón nunca se cansa de aprender, como también no se cansará la voz que exhorte al “enséñales a ayudar, enséñales a querer”...

Esto que les describo es a grandes rasgos la temática de la película mexicana El estudiante, que tiene poco más de un mes en cartelera y la protagoniza el actor Jorge Lavat. No pierda la oportunidad de ver el filme, es un homenaje a los adultos mayores con incontenibles deseos de superación, una novedosa propuesta de valores para ser mejores.

Postre

Gracias a Gina Cid Díaz, Etelvina Carreón Castillo, Enrique López Albores, Víctor Castillo, Rebeca Reynaud, María Velázquez Dorantes, Luis García Orso, Hogares Nuevos y a Eduardo Merlo porque aportaron cosas valiosas a nuestros lectores en diversas etapas de este semanario. Con limitaciones y algunos chispazos de genialidad alcanzamos las 600 ediciones. También tiene mérito quien ha estado con nosotros desde que este proyecto editorial empezó en abril de 1998: Mi más sincero reconocimiento y agradecimiento al Padre Nacho por su colaboración permanente y por su apoyo incondicional al Padre Marco, Editor en Jefe del semanario Koinonía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario