viernes, 8 de enero de 2010

Peso sobre peso

Vaya, vaya, recibimos este año con jugosos aumentos... Sí, aumentó el precio de la gasolina y con ello se dispararon los costos de los refrescos, las tortillas, la leche y sus derivados, las tarifas para circular por las carreteras de cuota, los cigarros, la cerveza, el gas, la luz... ¡Ah!, se me olvidaba que los impuestos también aumentaron, sí, los que estableció la Secretaría de Hacienda y no doy Crédito al Público (el IVA que entró en vigor y que de 15% pasó a 16% en todo, menos en alimentos y medicinas, el ingrato ISR también subió). Esos personajes que manejan o dirigen las políticas económicas le suben a todo pero al salario mínimo de los trabajadores nomás no mueven un dedo, puras migajas, porque si sube más de lo debido se dispara la inflación provocando funestas consecuencias a la precaria economía mexicana, dicen. Entonces cómo carambas quieren que se reactive el consumo en este país si de poquito en poquito el sueldo ya no alcanza para más. Siquiera hubieran dejado como regalo de Navidad o premio de consolación antes de que concluyera el 2009 que por decreto presidencial se derogue el pago de la tenencia vehicular, según que en Querétaro ya no se paga.

Mira Bartola,
ahí te dejo estos dos pesos,
pagas la renta, el teléfono y la luz.
De lo que sobre,
coge de ahí para tu gasto,
guárdame el resto,
pa’ comprarme mi alicur.


¡Híjole!, la de enero sí que será una enorme cuesta que durará por lo menos tres meses, si es que no tuvimos la precaución de guardar unos centavitos para el pago de la basura, el agua y el predial, y si no, pos nos vamos a la casa de empeño a ver qué dejamos para conseguirnos una lanita y reponernos de lo que nos gastamos en las navidades. ¡Cómo íbamos a pasar las fiestas así nomás tan pobretones! Más vale fregados pero contentos.

¡Cómo se atreve el presidente a decir que este 2010 será el mejor de los años! Ya ni la burla perdona. Cree que porque es el año del bicentenario se nos van a olvidar los corajes por toda la serie de carestías, así no dan ganas de celebrar nada. Más les vale a los blanquiazules, a los tricolores, a los naranjas, a los verdes, a los del sol azteca y a los colorados que se pongan a trabajar, que formulen las reformas de forma y de fondo en lo político, en lo social y en lo económico, nuestro país lo requiere para salir del bache en el que estamos atorados, de lo contrario estarán abonando al fértil terreno del descontento social que no tolerará más desagravios... cien años después.

Por lo pronto voy a dar de baja el teléfono y el cable, a ver si ahorrando un poquito compramos un calentador y una estufa solar, así matamos dos pichones de un tiro. Dejamos de comprar gas, no gastamos en un caro e innecesario servicio telefónico -salvo el de nuestro celular pre pagado-y otro día le atoramos a la tele de paga. Con esas restricciones domésticas podremos comer mejor y ahorrar, un hábito no común en los mexicanos. ¿Y el resto de los compatriotas qué harán para superar esta crisis? Esperar cruzado de brazos que la ayuda venga del cielo o arreciar nuestras protestas es una pérdida de tiempo. Hay muchas soluciones para que en la economía doméstica haya peso sobre peso, no malgaste.

Si te alcanza pa’ la criada,
pos le pagas de un jalón.
Tienes peso sobre peso,
aunque no pasen de dos.
Guárdate algo pa’ mañana,
que hay que ser conservador.
Ya verás cómo te ahorras,
pa’ un abrigo de bisón.


P.D. Esta semana la canción es cortesía de Chava Flores, con la interpretación de Pedro Infante.

Postre
Uno de los deseos de año nuevo de este columnista es incluir al mundo rural en sus escritos, es que los padrecitos se enojan de que nomás escribimos para la ciudad y olvidamos que el campo también existe, piensa y siente. Ojalá que el deseo sea recíproco porque también ellos tienen mucho qué reseñar, mucho por compartir y para que se quede ahí, en el olvido, pos no. ¡Anímese padrecito!W

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