domingo, 22 de noviembre de 2015

Violencia y medios de comunicación

La transparencia y veracidad en la formación de opinión frecuentemente se ven amenazados cuando el servilismo empaña las lentes, las plumas, los micrófonos y ahora, las redes sociales.


No cabe duda que los acontecimientos ocurridos en los últimos días nos colocan frente a un mundo que cada día cambia, se desarrolla y se transforma vertiginosamente. Apenas damos un vistazo a la consolidación de la democracia y al mismo tiempo testimoniamos tragedias desconcertantes y dolorosas. Pienso tanto en quienes, a su pesar, se encuentran  implicados en dolorosos conflictos, como en los marginados, los perseguidos, los pobres y las víctimas de todo tipo de explotación: son personas que experimentan en su carne la ausencia de paz y los efectos desgarradores de la injusticia. Vemos también cómo se consolidan las democracias y los gobiernos totalitarios se quieren hacer presentes en el panorama mundial.

Ante esta polaridad, el mundo de hoy, aunque lacerado por tensiones, actos violentos y conflictos, está en la búsqueda de nuevos equilibrios, en vista de auténticos y duraderos tiempos de paz. Es responsabilidad de todos hacer lo posible para que tal equilibrio se alcance, pues la plena bonanza sólo se obtiene cuando todos pueden participar de ella por igual.

La gran influencia de los medios de comunicación sobre las conciencias de los hombres conforman su mentalidad y determinan su visión de las cosas, es por ello que la transmisión de ideas y pensamientos corren vertiginosamente sobre los rieles de los medios. Son los medios los generadores de simpatía o apatía en cuestiones de economía, política, sociedad y cultura. Los nuevos lenguajes introducidos por ellos modifican los procesos de conducta y aprendizaje, por lo que se corre el riesgo de instrumentalizar y condicionar a la persona. La opinión pública es cuestión de corresponsabilidad, tanto para el que comunica como para quien recibe la información. La transparencia y veracidad en la formación de opinión frecuentemente se ven amenazados cuando el servilismo empaña las lentes, las plumas, los micrófonos y ahora, las redes sociales.

Si las innovaciones tecnológicas representan para el hombre la satisfacción de necesidades y contribuyen a su plenitud, sagrado debe ser el derecho a la información y a la libertad de expresión; como irresponsable y abominable es empañar las conciencias con especulaciones, reflexiones temerarias e improbables: “…no se deben olvidar las grandes potencialidades que los medios de comunicación tienen para favorecer el diálogo, convirtiéndose en vehículos de conocimiento recíproco, de solidaridad y de paz. Dichos medios constituyen un poderoso recurso positivo  si se ponen al servicio de la comprensión entre los pueblos, en cambio, son un arma destructiva si se usan para alimentar injusticias y conflictos”, fragmento de la carta apostólica de Juan Pablo II, El rápido desarrollo.

Todos tenemos derecho a la información y que esta sea clara, precisa, transparente y objetiva, sin tintes ni colores. Nadie tiene el derecho a imponernos la manera de pensar y opinar, de lo contrario veremos, escucharemos y viviremos en un mundo separado de la verdad. La verdad nos hará libres.

Postre
En febrero de 2011 fue inaugurado el Mercado de Sabores en la gestión de Blanca Alcalá Ruiz. A casi cinco años de iniciar funciones, el inmueble prácticamente está en el olvido ya que su clientela es casi nula, no ha tenido mantenimiento desde entonces y más de una veintena de los 107 locales con los que cuenta están cerrados y para amolar, no tienen promoción. Es una lástima que a la actual administración municipal no le importe ni le interese este inmueble que fácilmente se puede integrar en la lista de los sitios de interés de la capital poblana. Un desperdicio de dinero y hasta cierto punto, una infame manera de aniquilar a estos comerciantes que en su tiempo dieron fama a los antojitos poblanos en el extinto mercado Venustiano Carranza.

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