viernes, 8 de enero de 2016

Maneras de subsistir

Las épocas de crisis son ciclos propicios para generar oportunidades de crecimiento y desarrollo, no me queda duda de que existen muchas iniciativas, todas ellas valiosas e ingeniosas, incluso hay maneras de obtener apoyos para echar a andar proyectos productivos agrícolas y sociales a fondo perdido.
 

El trabajo es una de las extensiones vitales de la dimensión humana, en él los individuos despliegan todas sus capacidades con la premisa de que éste sea decoroso para conseguir una mejor calidad de vida. Sin embargo, el contexto económico a nivel global y regional sugiere otra estratagema; una transición silenciosa en el nacimiento y desaparición de artes y oficios (La caverna, José Saramago), realizar el trabajo en casa (Camino al futuro, Bill Gates) o trabajar por cuenta propia como “freelance” o insertarse en el “outsourcing” o ser un emprendedor formal o informal, sin estar a las órdenes de un jefe y sujetos a un horario de trabajo esclavizante como a un sindicato que exija cuotas para quién sabe qué, menos defender los derechos de los agremiados.

Prácticas antidemocráticas y corrupción de los sindicatos, discriminación laboral contra las mujeres, lentitud en los procedimientos de conciliación y arbitraje, negación del registro a sindicatos independientes, empobrecimiento del sistema de seguridad social, sueldos y prestaciones a la baja, negligencia o falta de visión de los sindicatos cuando exigen a las empresas lo que éstas no pueden ofrecer cuando se negocia el contrato de trabajo, entre otros factores, han minado paulatinamente el rostro del trabajo. Pese a ello, se conserva la planta laboral, los sueldos, las horas de trabajo, las prestaciones, los “aumentos” y con suerte, el reparto de utilidades.
Con la crisis económica que llevamos a cuestas así como los escándalos mundiales de empresas que no cumplen con certificaciones, se han recortado puestos de trabajo para mantener a la empresa arriba de los números rojos, otras optan por mantener a sus trabajadores disminuyendo sueldos y días de trabajo mientras pasa el vendaval. ¿Ilusionarse con un aceptable aumento de sueldo en las próximas revisiones salariales o aspirar a un reparto de utilidades? Creo que no, por lo pronto conservar el empleo con sus implicaciones.
Pero las consecuencias de la crisis no terminan ahí, los problemas se extienden al hogar porque el salario mínimo no alcanza para adquirir una canasta básica completa, ya ni se diga para satisfacer otras necesidades, el jefe de familia al no tener otra fuente de ingresos se siente presionado por los gastos, más si su cónyuge no ayuda o hace de menos a su marido por su falta de iniciativa e incapacidad para ganar más dinero. Tal vez la salida más fácil sea la fórmula que alguna vez le funcionó al ex presidente de México, Vicente Fox, otorgar microcréditos pero no para crear changarritos; estamos saturados de tienditas, puestos de jugos así como de atole y tamales en las esquinas de las principales arterias viales.
Las épocas de crisis son ciclos propicios para generar oportunidades de crecimiento y desarrollo, no me queda duda de que existen muchas iniciativas, todas ellas valiosas e ingeniosas, incluso hay maneras de obtener apoyos para echar a andar proyectos productivos agrícolas y sociales a fondo perdido. Para que sean casos de éxito tendrán que ser industrias o servicios nuevos o poco desarrollados, de otra manera seguiremos estancados en lo mismo de siempre. Solamente faltan los guapos que quieran convertirse en socios visionarios, inteligentes y arriesgados.

Postre
Vaya manera de empezar el año: el dólar sube de precio, se desploma el costo del barril de petróleo y recapturan al chapo… ¿Realmente atraparon de nueva cuenta a Joaquín “el Chapo” Guzmán o se trata de una cortina de humo para que no sepamos de un presunto aumento de impuestos o la creación de gravámenes? El petróleo ha sido la máxima fuente de ingresos de nuestro país porque ha permitido la construcción de carreteras, hospitales, escuelas, vivienda de interés social, entre muchas cosas. Por lo tanto, si el precio del petróleo sigue disminuyendo, los ingresos también disminuyen y se tienen que hacer ajustes al presupuesto, lo que incide en el recorte de proyectos que estaban considerados pero por falta de dinero ya no serán viables.

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