La crisis económica no les permite inscribir a sus vástagos en un colegio con mejor nivel académico. Madrugan para obtener una “ficha” que permita asegurar un lugar a sus hijos en la escuela de gobierno, preferentemente en aquellas que libraron el grado reprobatorio de las últimas evaluaciones por la calidad educativa porque quieren algo mejor para ellos. Los padres de familia que no pueden ingresar a sus críos en uno y otro escenario, tienen que conformarse con las carencias y deficiencias que el sistema de educación básica les ofrece a pesar de los denodados esfuerzos del magisterio.
Al llegar al nivel universitario los papeles se invierten, de la vorágine de niños y niñas que demandan un lugar en el aula y que con relativa facilidad encuentran, ingresar a las instituciones de educación superior del gobierno, las de probada excelencia académica, en los últimos años se ha vuelto un privilegio estudiar en sus recintos. Muchos se quedan fuera y optan por otros paraninfos o renuncian a cursar una carrera que les asegure el éxito económico y profesional.
Con cuántos sacrificios y esfuerzos los padres de familia invierten en la educación de sus hijos y los frutos de esa inversión se ven reflejados en una superación económica, profesional, social y cultural. Con cuántos sacrificios y esfuerzos los padres de familia invierten en la educación de los hijos y los frutos de esa inversión quedan marchitos por trabajar en otra cosa, menos en lo que uno estudió porque está saturado el mercado de trabajo, sólo aquellos que disponen de un buen padrino o algo más de suerte consiguen el anhelado empleo. Lo que más duele es que quienes están por finalizar su carrera pronto estarán integrándose a la Población Económicamente Inactiva (PEI) ¡Cuánta frustración y enojo produce el hecho de invertir dinero, tiempo y esfuerzo para nada! Si ahorita ya no hay acomodo para los trabajadores eventuales, qué les espera a quienes ansían su primera ocupación. Ciertamente la crisis ha repercutido en la contracción de la fuente laboral pero también la necedad de los profesionistas. Y si no díganme lo contrario.
Aquí en la ciudad sobran médicos, abogados y contadores ¿Para qué queremos tantos doctores habiendo tanta necesidad en las pequeñas urbes, pueblos y rancherías? El galeno quiere trabajar en un hospital de prestigio y especializarse, no andar curando resfriados. El jurista desea litigar en un acreditado despacho y si se puede, enrolarse en la “polaca”, no andar defendiendo causas perdidas o reivindicar viejos ideales con el riesgo de sucumbir ante el poderoso cacique de la comunidad. Un diseñador gráfico se pasa 4 años de su tiempo para aprender técnicas y conceptos que fundamenten su trabajo, en cambio, un muchachito va a una escuelita de computación para aprender los programas y convertirse en todo un “chuchín chambero” ¿Le seguimos con el resto de las profesiones?
Así como van las cosas tal vez me vea en la necesidad de una solución fácil: Pedir a mis hijos que aprendan a leer, escribir, hacer bien las cuentas y sepan administrar su dinero porque, sin tanto quemarse las pestañas, a otros les ha ido mucho mejor que quienes tenemos una profesión. Sin embargo, no puedo sustraerme a la inversión que deja una carrera universitaria: La formación de una conciencia crítica y constructiva que no puede quedar para uno mismo, tendrá más valor si esos conocimientos se comparten y se ponen al alcance de quienes no están dispuestos a seguir en el marasmo de la ignorancia.
Un punto de vista con el que se puede estar o no de acuerdo. ¡Abramos el debate!
jueves, 25 de febrero de 2010
miércoles, 17 de febrero de 2010
De cartas y exhortos pastorales
El pasado 15 de febrero la jerarquía eclesiástica mexicana dio a conocer un documento sobre la violencia que sufre nuestro país. En otras ocasiones, los obispos, manera personal o colectiva, han alzado la voz y compartido con su feligresía la situación de inseguridad y violencia que vive nuestro país. Algunos extractos:
“La grave situación provocada por el narcotráfico nos impulsa, como Pastores, a hacer un llamado apremiante a la comunidad de nuestra Iglesia y a toda la sociedad, a movernos para poner remedio al sufrimiento de tantos seres humanos, frenar las muertes y la destrucción del tejido social que el narcotráfico está produciendo. Creemos firmemente que, desde todas estas situaciones, Dios nos pide actuar valiente y responsablemente.” Narcotráfico y Violencia Social, declaración de los Obispos de la Región Pastoral Noreste, 2 de junio de 2005
“…además del anuncio del Evangelio, necesitamos alzar nuestra voz para hacer una denuncia profética de los graves males que afligen a la comunidad exigiendo cambios y, sobre todo, una conversión espiritual que lleve a un cambio de vida. Tenemos que denunciar las formas criminales que dañan profundamente al Pueblo de Dios a través del narcotráfico, de los secuestros, de la trata de personas y de las complicidades que las permiten y las protegen.” Carta Pastoral sobre el crimen organizado en Guerrero. Obispos de la Provincia Eclesiástica Acapulco, 24 de enero de 2008.
“Hacemos un llamado a los mexicanos a la unidad para vencer al crimen organizado, pues si el enemigo nos encuentra divididos, él vencerá. Hoy más que nunca, todos necesitamos estar unidos, sin descalificaciones ni diferencias políticas o religiosas (...) El crimen organizado es un fenómeno que se ha gestado por sexenios completos, que se ha alimentado a través de la corrupción institucional, de la mediocre política, de la desinteresada forma de gobernar, de la falta de transparencia y participación ciudadana, olvidándose del servicio y de los intereses de todos los ciudadanos.” Reforzará la CEM plan para fomentar la denuncia, diario Crónica, 30 de agosto de 2008.
“Ya no podemos negociar con el Mal que hemos dejado entrar, y necesitamos cambiar desde adentro hacia afuera. No es sólo el gobierno, ni los militares, ni las cárceles lo que puede dar solución a lo que pasa. Somos todos, cambiando desde dentro, quienes podemos construir un mundo nuevo”. Mensaje Déjense reconciliar por Dios, Obispos de la Provincia Eclesiástica Chihuahua. 26 de febrero de 2009
“La gente se siente desprotegida de sus autoridades, que no han mostrado capacidad y competencia para restablecer la paz pública (...) La gente también clama por la ayuda de sus pastores, quienes se encuentran en situación parecida, pues también a ellos les ha alcanzado la inseguridad y la extorsión.” Exhortación Pascual, Héctor González Martínez, Arzobispo de Durango. Abril de 2009.
“La sociedad es responsable de participar vigilando y verificando que las autoridades asuman a cabalidad el compromiso que tienen con el pueblo, atendiendo a los factores que contribuyen en la vida social, económica, política y cultural a la inseguridad y a la violencia. Sin la colaboración de la sociedad responsable los gobiernos no tienen la capacidad suficiente para abatir la violencia causada por los criminales que se organizan para hacer daño a la comunidad.” Exhortación Pastoral Que en Cristo, Nuestra Paz, México tenga vida digna. 15 de Febrero de 2010
Para revertir este doloroso estado de cosas, es urgente un profundo cambio de vida. Ello significa que cada uno de nosotros asumamos la responsabilidad que nos toca y dejemos atrás complicidades y actitudes pasivas y complacientes, de otro modo, por más cartas y exhortos, el país seguirá deshaciéndose en nuestras manos.
“La grave situación provocada por el narcotráfico nos impulsa, como Pastores, a hacer un llamado apremiante a la comunidad de nuestra Iglesia y a toda la sociedad, a movernos para poner remedio al sufrimiento de tantos seres humanos, frenar las muertes y la destrucción del tejido social que el narcotráfico está produciendo. Creemos firmemente que, desde todas estas situaciones, Dios nos pide actuar valiente y responsablemente.” Narcotráfico y Violencia Social, declaración de los Obispos de la Región Pastoral Noreste, 2 de junio de 2005
“…además del anuncio del Evangelio, necesitamos alzar nuestra voz para hacer una denuncia profética de los graves males que afligen a la comunidad exigiendo cambios y, sobre todo, una conversión espiritual que lleve a un cambio de vida. Tenemos que denunciar las formas criminales que dañan profundamente al Pueblo de Dios a través del narcotráfico, de los secuestros, de la trata de personas y de las complicidades que las permiten y las protegen.” Carta Pastoral sobre el crimen organizado en Guerrero. Obispos de la Provincia Eclesiástica Acapulco, 24 de enero de 2008.
“Hacemos un llamado a los mexicanos a la unidad para vencer al crimen organizado, pues si el enemigo nos encuentra divididos, él vencerá. Hoy más que nunca, todos necesitamos estar unidos, sin descalificaciones ni diferencias políticas o religiosas (...) El crimen organizado es un fenómeno que se ha gestado por sexenios completos, que se ha alimentado a través de la corrupción institucional, de la mediocre política, de la desinteresada forma de gobernar, de la falta de transparencia y participación ciudadana, olvidándose del servicio y de los intereses de todos los ciudadanos.” Reforzará la CEM plan para fomentar la denuncia, diario Crónica, 30 de agosto de 2008.
“Ya no podemos negociar con el Mal que hemos dejado entrar, y necesitamos cambiar desde adentro hacia afuera. No es sólo el gobierno, ni los militares, ni las cárceles lo que puede dar solución a lo que pasa. Somos todos, cambiando desde dentro, quienes podemos construir un mundo nuevo”. Mensaje Déjense reconciliar por Dios, Obispos de la Provincia Eclesiástica Chihuahua. 26 de febrero de 2009
“La gente se siente desprotegida de sus autoridades, que no han mostrado capacidad y competencia para restablecer la paz pública (...) La gente también clama por la ayuda de sus pastores, quienes se encuentran en situación parecida, pues también a ellos les ha alcanzado la inseguridad y la extorsión.” Exhortación Pascual, Héctor González Martínez, Arzobispo de Durango. Abril de 2009.
“La sociedad es responsable de participar vigilando y verificando que las autoridades asuman a cabalidad el compromiso que tienen con el pueblo, atendiendo a los factores que contribuyen en la vida social, económica, política y cultural a la inseguridad y a la violencia. Sin la colaboración de la sociedad responsable los gobiernos no tienen la capacidad suficiente para abatir la violencia causada por los criminales que se organizan para hacer daño a la comunidad.” Exhortación Pastoral Que en Cristo, Nuestra Paz, México tenga vida digna. 15 de Febrero de 2010
Para revertir este doloroso estado de cosas, es urgente un profundo cambio de vida. Ello significa que cada uno de nosotros asumamos la responsabilidad que nos toca y dejemos atrás complicidades y actitudes pasivas y complacientes, de otro modo, por más cartas y exhortos, el país seguirá deshaciéndose en nuestras manos.
miércoles, 10 de febrero de 2010
¿Dónde queda el amor?
Abrazos y tarjetas, globos y arreglos florales, chocolates y perfumes, serenatas al pie del balcón y cenas románticas, reconquistas y propuestas de matrimonio, noches de antro y seducción son los escenarios para vivir con esa persona especial el 14 de febrero, día del amor y la amistad, tristemente contagiada por el consumismo de quienes comercian con los sentimientos de las personas.
Una flor, un detalle, un pensamiento... ¡Charros, charros! ¡Eso no vende! Son cursilerías de otros tiempos, lo de ahora son los detalles que tengas con tu chava o con tu chavo, entre más chido sea, más te va a querer. Bueno... es cierto que dar o recibir un obsequio no está mal pero, ¿por qué insisten en machacarnos la cabeza con comprar para agasajar al galán o a la galana con sus promociones? Pues para animarlos a dar un lindo obsequio, que esta fecha no pase desapercibida, como comerciante superar las pérdidas que he tenido por culpa de la crisis...
De acuerdo, me parece que son buenas razones, incluso te sugiero que en el transcurso de este 2010 hagas una promoción como “Navidad en verano” o “El amor y la amistad renace en otoño”, para romper con lo de costumbre. No está mal, podría funcionar, déjame pensarlo... Pero por supuesto que sí, ¿quién dice que al 14 de febrero forzosamente debe ser el día indicado para demostrar las querencias? Tenemos todo el año para manifestar el cariño y afecto a las personas que amamos y apreciamos. A mi novia, por ejemplo, cada vez que la veo, me hace muy feliz cuando me regala ocasionalmente una “bubaloo paleta”, ella es feliz cuando la visito sin anunciarme y le regalo un “kinder chocolate” que tanto le gusta... Qué decir de mis amigos, recibo un abrazo incuestionable después de ayudarles a superar sus momentos difíciles. Con esos detalles expreso, sin tanta faramalla, mi amistad y mi estima por mis seres queridos. Con tanto mercantilismo, ¿dónde queda el amor?
¡Uy mano! Pues... pues... no sé... tal vez tengas razón, lo único cierto es que eres un idealista. Posiblemente soy un idealista empedernido y no importa, no seré el único. Estoy convencido de que el amor debe salir de los aparadores para cobrar vida en los corazones verdaderos, y nada más, porque como bien dice el maestro Jorge Jiménez Alonso: “Lo que vale dinero, vale poco”.
Postre
En los últimos días los precandidatos a la gubernatura del estado de Puebla han planteado eliminar la tenencia vehicular, sin duda es una medida que a primera vista causa entusiasmo, incluso se percibe que la propuesta será aplicada en el mediano plazo, porque ahora sí hubo sensibilidad política.
Qué ingenuidad de la ciudadanía si considera que aquello es una muestra de buena voluntad, que los propietarios de vehículos dejen de pagar ese impuesto que sirvió para subsidiar los juegos olímpicos que nuestro país organizó en 1968. La iniciativa, por donde se le vea, tiene fines electoreros y el siguiente inquilino de Casa Aguayo, el próximo gobernador de Puebla, emanado del partido que sea, está obligado a aplicar la ley que se legisló en el año 2007 para eliminar el pago de la tenencia y deja a las entidades federativas cubrir con otro tipo de impuestos estatales (como el absurdo impuesto sobre la nómina) la partida presupuestal destinada a los municipios, incluso las participaciones federales podrían cubrir también esa reducción precisamente con el impuesto a las gasolinas y diesel a lo largo del año. Al tiempo.
Una flor, un detalle, un pensamiento... ¡Charros, charros! ¡Eso no vende! Son cursilerías de otros tiempos, lo de ahora son los detalles que tengas con tu chava o con tu chavo, entre más chido sea, más te va a querer. Bueno... es cierto que dar o recibir un obsequio no está mal pero, ¿por qué insisten en machacarnos la cabeza con comprar para agasajar al galán o a la galana con sus promociones? Pues para animarlos a dar un lindo obsequio, que esta fecha no pase desapercibida, como comerciante superar las pérdidas que he tenido por culpa de la crisis...
De acuerdo, me parece que son buenas razones, incluso te sugiero que en el transcurso de este 2010 hagas una promoción como “Navidad en verano” o “El amor y la amistad renace en otoño”, para romper con lo de costumbre. No está mal, podría funcionar, déjame pensarlo... Pero por supuesto que sí, ¿quién dice que al 14 de febrero forzosamente debe ser el día indicado para demostrar las querencias? Tenemos todo el año para manifestar el cariño y afecto a las personas que amamos y apreciamos. A mi novia, por ejemplo, cada vez que la veo, me hace muy feliz cuando me regala ocasionalmente una “bubaloo paleta”, ella es feliz cuando la visito sin anunciarme y le regalo un “kinder chocolate” que tanto le gusta... Qué decir de mis amigos, recibo un abrazo incuestionable después de ayudarles a superar sus momentos difíciles. Con esos detalles expreso, sin tanta faramalla, mi amistad y mi estima por mis seres queridos. Con tanto mercantilismo, ¿dónde queda el amor?
¡Uy mano! Pues... pues... no sé... tal vez tengas razón, lo único cierto es que eres un idealista. Posiblemente soy un idealista empedernido y no importa, no seré el único. Estoy convencido de que el amor debe salir de los aparadores para cobrar vida en los corazones verdaderos, y nada más, porque como bien dice el maestro Jorge Jiménez Alonso: “Lo que vale dinero, vale poco”.
Postre
En los últimos días los precandidatos a la gubernatura del estado de Puebla han planteado eliminar la tenencia vehicular, sin duda es una medida que a primera vista causa entusiasmo, incluso se percibe que la propuesta será aplicada en el mediano plazo, porque ahora sí hubo sensibilidad política.
Qué ingenuidad de la ciudadanía si considera que aquello es una muestra de buena voluntad, que los propietarios de vehículos dejen de pagar ese impuesto que sirvió para subsidiar los juegos olímpicos que nuestro país organizó en 1968. La iniciativa, por donde se le vea, tiene fines electoreros y el siguiente inquilino de Casa Aguayo, el próximo gobernador de Puebla, emanado del partido que sea, está obligado a aplicar la ley que se legisló en el año 2007 para eliminar el pago de la tenencia y deja a las entidades federativas cubrir con otro tipo de impuestos estatales (como el absurdo impuesto sobre la nómina) la partida presupuestal destinada a los municipios, incluso las participaciones federales podrían cubrir también esa reducción precisamente con el impuesto a las gasolinas y diesel a lo largo del año. Al tiempo.
miércoles, 3 de febrero de 2010
Cambios serios, no un maquillaje
La constitución es el documento que establece derechos y deberes, normas de convivencia, viabilidad en la solución de problemas y la manera cómo el gobierno debe desempeñar su función. Al mismo tiempo, un documento de esta naturaleza no está exento de cambios para ajustarse a la dinámica actual: más de 400 enmiendas ha sufrido la Carta Magna de 1917, irreconocible para quienes originalmente la redactaron.
Para estar a tono con los tiempos, el presidente Felipe Calderón ha sugerido una serie de reformas sin duda importantes: que la elección a presidente de la República se resuelva en una segunda vuelta en caso de que en la primera ningún candidato obtenga más de la mitad de los sufragios, la reducción de diputados y senadores, incorporar las candidaturas independientes, aumentar el mínimo de votos para que un partido conserve su registro, la reelección de presidentes municipales, entre otras cosas. Desde la academia y la sociedad también se plantean cosas como la revocación de mandato, quitarle a los partidos políticos la toma de decisiones sobre instituciones autónomas, el referéndum y el plebiscito. El paquete del mandatario pretende resolver en lo inmediato el problema de representatividad. Sin embargo, para que estas iniciativas lleguen a plasmarse en la carta magna, deben ser resultado de un serio y profundo debate de lo que queremos como país dado los grandes cambios políticos y sociales en el último cuarto de siglo y no un maquillaje a propósito de los festejos por el bicentenario.
En diversas ocasiones se ha planteado promulgar una nueva Constitución, que responda a los signos de los tiempos y que no sea resultado de una cruenta revolución, nos inclinamos por una reforma de fondo y de forma que debe surgir de un claro y decisivo acuerdo en el seno de las fuerzas que representan la voluntad de la mayoría, además contar con un proyecto coherente de país, desafortunadamente nadie lo tiene, estamos en una situación pantanosa en la cual, intereses del pasado y el presente, se entretejen para frenar el cambio y conservar los privilegios vigentes. Ojalá tengamos una Carta Magna más sencilla e incluyente que garantice realmente los derechos fundamentales de los ciudadanos, que sea viva y no letra muerta el espíritu de las leyes, mucho menos un catálogo de buenas intenciones.
Postre
En el ejercicio de cualquier profesión, ya sea en la función pública (gobierno) o en la iniciativa privada (empresa o industria), es legítimo el deseo de prosperar económica y profesionalmente. Sin embargo, nadie escapa a las tentaciones de “hacer carrera” y “afán de poder” con el propósito de trabajar para uno mismo y no para servir. Ni los sacerdotes, obispos y cardenales que tienen una responsabilidad en puestos de gobierno de la Iglesia Católica o en los movimientos de pastoral son inmunes, lo admitió el Papa Benedicto XVI en la última audiencia general de los miércoles. “No buscamos poder, prestigio, estima para nosotros mismos.” Seguramente debe ser difícil lidiar con esa tentación, puesto que el sacerdocio es un ministerio que precisamente exige servir a la comunidad y no ser servido o servirse de los demás.
Para estar a tono con los tiempos, el presidente Felipe Calderón ha sugerido una serie de reformas sin duda importantes: que la elección a presidente de la República se resuelva en una segunda vuelta en caso de que en la primera ningún candidato obtenga más de la mitad de los sufragios, la reducción de diputados y senadores, incorporar las candidaturas independientes, aumentar el mínimo de votos para que un partido conserve su registro, la reelección de presidentes municipales, entre otras cosas. Desde la academia y la sociedad también se plantean cosas como la revocación de mandato, quitarle a los partidos políticos la toma de decisiones sobre instituciones autónomas, el referéndum y el plebiscito. El paquete del mandatario pretende resolver en lo inmediato el problema de representatividad. Sin embargo, para que estas iniciativas lleguen a plasmarse en la carta magna, deben ser resultado de un serio y profundo debate de lo que queremos como país dado los grandes cambios políticos y sociales en el último cuarto de siglo y no un maquillaje a propósito de los festejos por el bicentenario.
En diversas ocasiones se ha planteado promulgar una nueva Constitución, que responda a los signos de los tiempos y que no sea resultado de una cruenta revolución, nos inclinamos por una reforma de fondo y de forma que debe surgir de un claro y decisivo acuerdo en el seno de las fuerzas que representan la voluntad de la mayoría, además contar con un proyecto coherente de país, desafortunadamente nadie lo tiene, estamos en una situación pantanosa en la cual, intereses del pasado y el presente, se entretejen para frenar el cambio y conservar los privilegios vigentes. Ojalá tengamos una Carta Magna más sencilla e incluyente que garantice realmente los derechos fundamentales de los ciudadanos, que sea viva y no letra muerta el espíritu de las leyes, mucho menos un catálogo de buenas intenciones.
Postre
En el ejercicio de cualquier profesión, ya sea en la función pública (gobierno) o en la iniciativa privada (empresa o industria), es legítimo el deseo de prosperar económica y profesionalmente. Sin embargo, nadie escapa a las tentaciones de “hacer carrera” y “afán de poder” con el propósito de trabajar para uno mismo y no para servir. Ni los sacerdotes, obispos y cardenales que tienen una responsabilidad en puestos de gobierno de la Iglesia Católica o en los movimientos de pastoral son inmunes, lo admitió el Papa Benedicto XVI en la última audiencia general de los miércoles. “No buscamos poder, prestigio, estima para nosotros mismos.” Seguramente debe ser difícil lidiar con esa tentación, puesto que el sacerdocio es un ministerio que precisamente exige servir a la comunidad y no ser servido o servirse de los demás.
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