Estamos a unos días de que concluya el año 2009, muchos estamos de acuerdo que éste fue el intervalo más difícil de los que hayamos vivido, y no es para menos. La crisis económica aniquiló micro, pequeñas y medianas empresas, sobra decir las consecuencias. Y si a ello añadimos el inesperado brote del virus de la influenza humana AH1N1 que paralizó todas las actividades en nuestro país. Mas la apatía de los ciudadanos para participar en las elecciones federales, donde un pequeño sector anuló su voto como claro mensaje de hartazgo hacia la clase política mexicana por su ineptitud e ineficacia. Mas los embates del crimen organizado y la delincuencia que han provocado miedo y violencia en diversas ciudades de la república mexicana como respuesta a las acciones emprendidas por las instituciones encargadas de mantener la seguridad y el orden. Mas la pérdida de cosechas por la escasez de lluvias gracias en buena medida al cambio climático. Mas el aumento de impuestos y el encarecimiento de los bienes y servicios porque nos estamos quedando sin petróleo para echar mano de otros recursos que permitan poner en marcha el desarrollo de México. En fin, si todo ello trajo este año que agoniza, imagínense cómo viene 2010, no quiero imaginarlo...
Está a punto de anochecer, al embarcadero poco a poco regresan los botes y las lanchas; unas, además del cargamento vacío, tienen la vela desaliñada; otras, están severamente dañadas por navegar en aguas turbulentas y llegan providencialmente al muelle. Los pescadores descienden de sus bastimentos, sus rostros están compungidos, sus cuerpos cansados. Todos se reúnen en el atracadero observando con la vista perdida el mar que por momentos está inquieto y otras veces vuelve a la calma. Se escucha un lacónico “se acabó”. Ninguno de los apiñados se percata que otra persona los observa a lo lejos, serenamente, y con voz firme alienta: “inténtenlo una vez más”. Los lobos de mar buscan a quien los ha retado, se trata de un hombre moreno, barbado, corpulento, de mediana estatura, fumando plácidamente su pipa.
-Les digo que lo intenten una vez más, no pueden darse por vencidos. El desconocido les mostró un precioso pargo fresco, apetitoso envuelto en papel.
-¿Dónde lo conseguiste? Replicó incrédulo uno de los pescadores.
-De ahí, dijo secamente el marinero.
-¡No hay nada! gritó otro pescador con voz impotente.
-Remen nuevamente mar adentro, allí donde el agua es azul profundo, donde el oleaje es suave, pesquen ahí.
-Pero... ¡Es de noche!
-Vayan ahí, echen sus redes y esperen pacientemente a que los peces naden en aguas claras.
Los marinos, entre la mala gana y sus dudas nuevamente se internan al mar. Horas más tarde, en una espléndida mañana, el muelle es una romería. Los pescadores saltan de sus embarcaciones para buscar al desconocido que los guió y agradecerle su ayuda...
Así estamos todos navegando en el mar de la vida con nuestras dudas e incredulidades, con nuestras penas y dolencias, surcando los océanos tratando de encontrar un puerto seguro, un refugio que aliente nuestra existencia. “Remen mar adentro”, pidió el rabí de Galilea al hijo del trueno quien, pese al cansancio, al mal humor y un dejo de perplejidad lanzó sus redes en su nombre. Esa misma arenga resuena en nuestra conciencia para encarar con mejor ánimo el nuevo año, no puede ser tan malo, de cada quien depende que el 2010 sea el mejor de los años vividos, más si acogemos confiadamente las palabras del galileo.
Un punto de vista con el que se puede estar o no de acuerdo. ¡Abramos el debate!
sábado, 26 de diciembre de 2009
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Con espíritu de "Grinch"
¿Realmente diciembre es el mes más bello del año? No comparto esa opinión, la mayoría afirma que es una época muy alegre por las posadas, los regalos, la comida, las vacaciones y todos esos inventos del consumismo que nos estimula a gastar. Para otros, estos días les trae tristes recuerdos por la muerte de un ser querido, por una reciente ruptura sentimental, por la ausencia de los hijos o de los padres, incluso quienes no tienen trabajo sufren una gran depresión por no tener “billullo” para celebrar con más que un pollo asado.
¿Ambiente navideño? No lo hay, díganme donde está porque yo no lo percibo por ningún lado, ni en las céntricas calles de Puebla con sus comercios, templos y capillas, ni en las plazas comerciales que con muchos esfuerzos invitan a la gente a comprar... ¿A comprar qué? ¿Con qué? ¿Para qué? Quienes tenemos trabajo el aguinaldo que recibimos alcanza para una cena modesta, pagar las cuentas pendientes y si sobra, darnos un gustito o sorprender con un detalle a nuestra pareja o ser querido. Y todavía falta la cena de fin de año que es otro gasto, aunque prefiero ir a darle gracias al Todopoderoso por los bienes recibidos y al retornar a casa, brindar con una sidrita, comer unos buñuelos, esperar las doce campanadas y a dormir... como ya me sucedió en un viaje en el ADO. El conductor hizo una breve escala, nos despertó y muy emocionado brindó con los pasajeros, nos deseó feliz año, buen viaje y felices sueños.
Un poco de amor, un poco de paz, se acerca la noche buena, el año nuevo y la Navidad, se acerca la noche buena, el año nuevo y la Navidad...
Ya empezaron las “posadas”, así entrecomillado. ¿Para qué voy? sinceramente no me gustan porque en realidad son unas pachangas sin peregrinos, sin piñata, sin colación, sin rezos ni cacahuates; puros bocadillos, bebida y bailongo con música estrombótica hasta amanecer y si estuvo buena la fiesta, el pleito no debió faltar.Tampoco me gustan las posadas que buenamente tratan de rescatar en las parroquias, no despierta ningún interés en las nuevas generaciones. Creo que se debe plantear una nueva forma de catequizar en época decembrina, puesto que las posadas como las conocimos y las añoramos sirvieron para un tiempo determinado, y su propósito ha quedado agotado. Bueno, ese es mi punto de vista, salvo las pastorelas, que con ingenio y creatividad viven y vivirán por los siglos de los siglos.
¿Irás a la fiesta que ofrece la empresa anualmente a sus trabajadores? No sé... Tal vez... Está bien... aunque no hay motivos para celebrar, a muchos compañeros los liquidaron este año, y todo en favor de la estabilidad financiera de la compañía. Ojalá las cosas mejores.
Un poco de amor, un poco de paz, se acerca la noche buena, el año nuevo y la Navidad, se acerca la noche buena, el año nuevo y la Navidad...
¡Cómo me choca la gente que compra su árbol de Navidad! ¡Sí, ya sé que son de invernadero y ayudan a la economía de los pueblos o rancherías! Sin embargo, ¿será mucho pedir que el próximo año se suspenda su venta para que se regeneren los montes y los valles talados? Por un año que las familias no pongan su pinito, no se va a acabar el mundo, ¡por favor! Ni que fuera para tanto.
La Misa de Navidad, ¿qué puedo decir? No es nada personal contra los padrecitos pero los fieles agradeceríamos celebraciones menos pomposas y más didácticas, siempre predican lo mismo. Me pone de mal humor escuchar a las señoras decir: “estuvo muy linda la misa”. Tan importante es el rito como la palabra y si ésta no llena, no conforta, de nada sirve estar más de una hora en la casa de Dios.
N.B. 1 El Grinch es un personaje de un libro infantil (Cómo el Grinch robó la navidad) creado por el Dr. Seuss en 1957 y critica la visión de la Navidad como algo comercial y satiriza a aquellos que obtienen beneficios explotando la época navideña. En el año 2000 se proyectó en los cines la película El Grinch, basada en el cuento navideño del referido autor. Es una versión menos fiel a la historia original, ya que se creó un nuevo relato que muestra el motivo por el que El Grinch detesta la Navidad.
N.B. 2 Música por cortesía de “Los socios del ritmo”, grupo cumbiambero de la década de los 80.
¿Ambiente navideño? No lo hay, díganme donde está porque yo no lo percibo por ningún lado, ni en las céntricas calles de Puebla con sus comercios, templos y capillas, ni en las plazas comerciales que con muchos esfuerzos invitan a la gente a comprar... ¿A comprar qué? ¿Con qué? ¿Para qué? Quienes tenemos trabajo el aguinaldo que recibimos alcanza para una cena modesta, pagar las cuentas pendientes y si sobra, darnos un gustito o sorprender con un detalle a nuestra pareja o ser querido. Y todavía falta la cena de fin de año que es otro gasto, aunque prefiero ir a darle gracias al Todopoderoso por los bienes recibidos y al retornar a casa, brindar con una sidrita, comer unos buñuelos, esperar las doce campanadas y a dormir... como ya me sucedió en un viaje en el ADO. El conductor hizo una breve escala, nos despertó y muy emocionado brindó con los pasajeros, nos deseó feliz año, buen viaje y felices sueños.
Un poco de amor, un poco de paz, se acerca la noche buena, el año nuevo y la Navidad, se acerca la noche buena, el año nuevo y la Navidad...
Ya empezaron las “posadas”, así entrecomillado. ¿Para qué voy? sinceramente no me gustan porque en realidad son unas pachangas sin peregrinos, sin piñata, sin colación, sin rezos ni cacahuates; puros bocadillos, bebida y bailongo con música estrombótica hasta amanecer y si estuvo buena la fiesta, el pleito no debió faltar.Tampoco me gustan las posadas que buenamente tratan de rescatar en las parroquias, no despierta ningún interés en las nuevas generaciones. Creo que se debe plantear una nueva forma de catequizar en época decembrina, puesto que las posadas como las conocimos y las añoramos sirvieron para un tiempo determinado, y su propósito ha quedado agotado. Bueno, ese es mi punto de vista, salvo las pastorelas, que con ingenio y creatividad viven y vivirán por los siglos de los siglos.
¿Irás a la fiesta que ofrece la empresa anualmente a sus trabajadores? No sé... Tal vez... Está bien... aunque no hay motivos para celebrar, a muchos compañeros los liquidaron este año, y todo en favor de la estabilidad financiera de la compañía. Ojalá las cosas mejores.
Un poco de amor, un poco de paz, se acerca la noche buena, el año nuevo y la Navidad, se acerca la noche buena, el año nuevo y la Navidad...
¡Cómo me choca la gente que compra su árbol de Navidad! ¡Sí, ya sé que son de invernadero y ayudan a la economía de los pueblos o rancherías! Sin embargo, ¿será mucho pedir que el próximo año se suspenda su venta para que se regeneren los montes y los valles talados? Por un año que las familias no pongan su pinito, no se va a acabar el mundo, ¡por favor! Ni que fuera para tanto.
La Misa de Navidad, ¿qué puedo decir? No es nada personal contra los padrecitos pero los fieles agradeceríamos celebraciones menos pomposas y más didácticas, siempre predican lo mismo. Me pone de mal humor escuchar a las señoras decir: “estuvo muy linda la misa”. Tan importante es el rito como la palabra y si ésta no llena, no conforta, de nada sirve estar más de una hora en la casa de Dios.
N.B. 1 El Grinch es un personaje de un libro infantil (Cómo el Grinch robó la navidad) creado por el Dr. Seuss en 1957 y critica la visión de la Navidad como algo comercial y satiriza a aquellos que obtienen beneficios explotando la época navideña. En el año 2000 se proyectó en los cines la película El Grinch, basada en el cuento navideño del referido autor. Es una versión menos fiel a la historia original, ya que se creó un nuevo relato que muestra el motivo por el que El Grinch detesta la Navidad.
N.B. 2 Música por cortesía de “Los socios del ritmo”, grupo cumbiambero de la década de los 80.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Fervor extraño
Sucedió hace un año, viernes 12 de diciembre, en una importante empresa establecida en Puebla capital. Una sección del estacionamiento de la planta fue destinada para la celebración eucarística en honor a la Virgen de Guadalupe que año con año organiza el sindicato y los “altos mandos” para los trabajadores y sus familias. La gente paulatinamente ocupa sus lugares, hay algarabía pese a que la mañana es fría. Poco después un grupo de religiosas llega al lugar y afinan sus instrumentos musicales. Una de ellas toma el micrófono y arenga a la concurrencia para ensayar los cantos e imparte una breve catequesis acerca del milagro del Tepeyac, la muchedumbre no le presta mayor atención. Minutos más tarde arriba el sacerdote que da algunas indicaciones en cuanto a la colocación del improvisado altar y los arreglos florales. Hechos los ajustes el presbítero se reviste con los ornamentos y empieza la misa. Me sorprende el desgano de los ahí reunidos para participar en los cantos y la proclamación de las plegarias, el sacerdote se da cuenta de ello y conmina a la feligresía a participar. Únicamente, al final de la celebración, la gente cantó y lanzó vítores a la guadalupana con algo más de entusiasmo.
Las religiosas y el presbítero se marchan del lugar y comentan con tristeza el comportamiento de quienes dicen ser católicos e hijos de la madre de los mexicanos. “No cantaron, no quisieron cantar. Cuánta apatía, ¿por qué?” Inquiere una joven monjita desconcertada por lo que atestiguó. “No entiendo por qué al final solamente le cantaron a la Virgen con ganas y le echaron muchas porras. De verdad, no entiendo”. El clérigo no decía nada, estaba sumido en sus cavilaciones. “Y pensar que voy a celebrar en otras dos fábricas, para variar, importantes aquí en Puebla. Ojalá que la gente sea más participativa en este día que se supone es especial para los mexicanos”.
Minutos después de finalizada la misa, el comité organizador sortea bicicletas para los hijos de los trabajadores y al mismo tiempo invita a la gente hacer fila para que les entreguen sus desayunos, se trata de una caja de unicel (que no tiene nada de feliz, como la de McDonalds) compuesto por un tamal jarocho, un tamal de mole o de dulce, una manzana, una gelatina y un vaso de champurrado. Las familias buscan un lugar en las áreas verdes de la factoría para saborear el tentempié, ahí conviven, platican, comparten. “Ha sido una buena mañana para festejar a la Virgen de Guadalupe en la planta, ojalá el próximo año sea mejor”, inquiere la esposa de un trabajador y remata: “La mera verdad ayer en la noche estuvo más animada la misa en el barrio donde nos invitaron y la gente compartió mucho de lo poco que tiene, ¿no crees?”
Postre
En días pasados se realizaron dos importantes ferias internacionales del libro en nuestro país: Por una parte Guadalajara, la más importante de México por la amplia participación de casas editoriales nacionales y extranjeras, además por la concurrencia de renombrados escritores y los premios que ahí se entregan. Por otro lado Oaxaca, que sin tanto ruido, en casi 30 años ha dado un gran espacio a las letras y la lectura con diversas actividades y la intervención de importantes literatos.
Qué bueno que tengamos estos festivales de la lectura y los libros (sin olvidar los que se realizan en el Palacio de Minería de la Ciudad de México y en Monterrey), sin embargo, leer no es una actividad del agrado de los mexicanos. Guillermo Sheridan, escritor y académico mexicano reafirma lo que señalo: “no solo no le gusta leer, sino que no le gustan los libros en calidad de cosa; ni para leerlos ni para nada. Vamos, ni para prótesis de la cama que se rompió una pata. Años de esfuerzo educativo, de aventar dinero a raudales en bibliotecas, centros culturales, publicidad, cursos, campañas y ferias, premios y becas, ofertas y descuentos, clubes y talleres, mesas redondas y presentaciones... Todo para merecer la sincera respuesta: no, no queremos leer.” ¡Qué pena!
Las religiosas y el presbítero se marchan del lugar y comentan con tristeza el comportamiento de quienes dicen ser católicos e hijos de la madre de los mexicanos. “No cantaron, no quisieron cantar. Cuánta apatía, ¿por qué?” Inquiere una joven monjita desconcertada por lo que atestiguó. “No entiendo por qué al final solamente le cantaron a la Virgen con ganas y le echaron muchas porras. De verdad, no entiendo”. El clérigo no decía nada, estaba sumido en sus cavilaciones. “Y pensar que voy a celebrar en otras dos fábricas, para variar, importantes aquí en Puebla. Ojalá que la gente sea más participativa en este día que se supone es especial para los mexicanos”.
Minutos después de finalizada la misa, el comité organizador sortea bicicletas para los hijos de los trabajadores y al mismo tiempo invita a la gente hacer fila para que les entreguen sus desayunos, se trata de una caja de unicel (que no tiene nada de feliz, como la de McDonalds) compuesto por un tamal jarocho, un tamal de mole o de dulce, una manzana, una gelatina y un vaso de champurrado. Las familias buscan un lugar en las áreas verdes de la factoría para saborear el tentempié, ahí conviven, platican, comparten. “Ha sido una buena mañana para festejar a la Virgen de Guadalupe en la planta, ojalá el próximo año sea mejor”, inquiere la esposa de un trabajador y remata: “La mera verdad ayer en la noche estuvo más animada la misa en el barrio donde nos invitaron y la gente compartió mucho de lo poco que tiene, ¿no crees?”
Postre
En días pasados se realizaron dos importantes ferias internacionales del libro en nuestro país: Por una parte Guadalajara, la más importante de México por la amplia participación de casas editoriales nacionales y extranjeras, además por la concurrencia de renombrados escritores y los premios que ahí se entregan. Por otro lado Oaxaca, que sin tanto ruido, en casi 30 años ha dado un gran espacio a las letras y la lectura con diversas actividades y la intervención de importantes literatos.
Qué bueno que tengamos estos festivales de la lectura y los libros (sin olvidar los que se realizan en el Palacio de Minería de la Ciudad de México y en Monterrey), sin embargo, leer no es una actividad del agrado de los mexicanos. Guillermo Sheridan, escritor y académico mexicano reafirma lo que señalo: “no solo no le gusta leer, sino que no le gustan los libros en calidad de cosa; ni para leerlos ni para nada. Vamos, ni para prótesis de la cama que se rompió una pata. Años de esfuerzo educativo, de aventar dinero a raudales en bibliotecas, centros culturales, publicidad, cursos, campañas y ferias, premios y becas, ofertas y descuentos, clubes y talleres, mesas redondas y presentaciones... Todo para merecer la sincera respuesta: no, no queremos leer.” ¡Qué pena!
jueves, 26 de noviembre de 2009
Que la necedad no nos condene
La situación económica de nuestro país es comprometedora, existe el temor de que se produzca un estallido social de grandes dimensiones por la soberbia, la ineptitud y la falta de autocrítica de quienes conducen los destinos de este país. Tan difíciles están las cosas que Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001 afirmó la semana pasada que el desempeño de México en el manejo de la crisis ha sido uno de los peores en el mundo, en cambio, naciones como Australia y Brasil fueron los que mejor la enfrentaron. Y si a ello le sumamos que nuestro país ya no puede seguir dependiendo de la economía norteamericana (por qué seguir esperando su recuperación para que nosotros también hagamos lo propio, ¡estamos perdiendo tiempo!), y que el aumento de los impuestos lejos de beneficiar impactará negativamente... Entonces ¿cuáles son las alternativas más viables? El economista sugiere replantear la estrategia mexicana, voltear la mirada a Asia, fijarnos en los países de ese continente como una fuente de crecimiento real que estimule la competitividad y la innovación. Y si no es suficiente, para minimizar los efectos negativos de la crisis, que no sabemos cuánto tiempo más va a durar, invertir en tecnología, educación e infraestructura, para estimular el desarrollo y crecimiento de la economía a corto y largo plazos para que las presiones sociales no aumenten. Pero qué creen, las declaraciones de Joseph Stiglitz en vez de ser tomadas en cuenta, detonaron la crítica y el enojo de algunos funcionarios. ¡Válgame Dios!, pedir a un premio Nobel que lea un poquito más de México para que se entere bien de nuestra situación, ¡es un desvergonzado atrevimiento!
No es la primera vez que Agustín Carstens, Secretario de Hacienda de nuestro país, sale a tratar de enmendarle la plana a algún premio Nobel; el pasado 27 de octubre durante su comparecencia ante el Senado señaló: “y con todo respeto a los premios Nobel que han venido a decir cosa contraria, yo les pido que antes de opinar sobre un país que no conocen vean los datos. Algunos de ellos son mis profesores, pero sí me atrevo hacerles esa recomendación.” Ya se habían pronunciado en contra de la política económica mexicana los premios Nobel James Heckman, Robert Engle, Edmund Phelps y Eric Maskin; a esas voces se ha unido ahora la de Stiglitz... El que tenga oídos, que escuche.
Que la necedad de nuestros funcionarios no nos condene.
No es la primera vez que Agustín Carstens, Secretario de Hacienda de nuestro país, sale a tratar de enmendarle la plana a algún premio Nobel; el pasado 27 de octubre durante su comparecencia ante el Senado señaló: “y con todo respeto a los premios Nobel que han venido a decir cosa contraria, yo les pido que antes de opinar sobre un país que no conocen vean los datos. Algunos de ellos son mis profesores, pero sí me atrevo hacerles esa recomendación.” Ya se habían pronunciado en contra de la política económica mexicana los premios Nobel James Heckman, Robert Engle, Edmund Phelps y Eric Maskin; a esas voces se ha unido ahora la de Stiglitz... El que tenga oídos, que escuche.
Que la necedad de nuestros funcionarios no nos condene.
jueves, 19 de noviembre de 2009
La espigada edecán
Después del Día de Muertos los almacenes de prestigio adornaron sus mostradores y vitrinas con motivos navideños. Espigadas edecanes disfrazadas de Santa Claus nos seducen con atractivos paquetes de compra: “Con los puntos de tu tarjeta llévate esto y aquello”, “compre ahora y pague en enero”, “lléveselo a seis meses sin intereses en tarjetas participantes”. Una tele de alta definición, una moderna computadora de escritorio con la última versión del sistema operativo, un dispositivo portátil de música de última generación (mejor conocido como i-Pod touch) y un párale de contar son algunos de los objetos deseados para dar y recibir en las fiestas navideñas. ¡Caray!, me gustaría adquirir uno de esos objetos pero... dudo mucho que me haga feliz. ¡No seas tonto!, eres afortunado por tener un trabajo y te has esforzado por ganarte el dinero, hasta premio te dieron este año, lo menos que te mereces es darte un gustito de esos... No, tengo otras prioridades.
Espigadas edecanes disfrazadas de Santa Claus, con una encantadora sonrisa nos animan a dar el tarjetazo o abrir la billetera para adquirir las ofertas del comercio en pequeño. “¡No esperes más, llévatelo ya!”, “con abonos chiquitos para que te rinda el aguinaldo”. ¡Mira, mira! no están nada mal las promociones, los mismos productos de los lujosos centros comerciales a precios inmejorables. ¡Ya! ¡Anímate! Mira que si no te apuras... No sé... me parece que en este momento es innecesario. Es más, ni te molestes en llevarme a las tiendas libres de aranceles comerciales (mejor conocidos como “fayuca”) porque no pienso gastar un solo peso para comprar cosas que realmente no necesito y que a final de cuentas no me van a llenar. ¿Cómo que no te van a llenar? No, no me van a llenar porque tengo otras prioridades, ciertamente voy a dar regalos a mis seres queridos pero también voy a destinar mi dinero para crear una empresa, forjar un patrimonio, dar trabajo y generar riqueza en medio de esta crisis. Eso, amigo consumismo, eso para mí vale la pena.
Déjame decirte que antaño gozaba el otoño en su plenitud y extraño la intensidad del azul del cielo en las tardes soleadas, caminar sobre las hojas secas de los árboles y escuchar su crujir, ver el atardecer con sus nubes rojas y naranjas, finalmente cubrirme con el manto de la noche estrellada... ¡Bah! Deja tus nostalgias, los tiempos cambian, lo “in” es que la gente tenga en qué gastar su dinero, que la gente trabaje en días no laborables, que la gente... Que la gente tenga para vivir decorosamente, no sólo en las grandes ciudades, también en los pueblos y en las rancherías donde también tienen derecho a un gustito, no a los lujos y derroches a los que nos ha malacostumbrado la publicidad y sólo nos dejan un profundo vacío.
Espigadas edecanes disfrazadas de Santa Claus, con una encantadora sonrisa nos animan a dar el tarjetazo o abrir la billetera para adquirir las ofertas del comercio en pequeño. “¡No esperes más, llévatelo ya!”, “con abonos chiquitos para que te rinda el aguinaldo”. ¡Mira, mira! no están nada mal las promociones, los mismos productos de los lujosos centros comerciales a precios inmejorables. ¡Ya! ¡Anímate! Mira que si no te apuras... No sé... me parece que en este momento es innecesario. Es más, ni te molestes en llevarme a las tiendas libres de aranceles comerciales (mejor conocidos como “fayuca”) porque no pienso gastar un solo peso para comprar cosas que realmente no necesito y que a final de cuentas no me van a llenar. ¿Cómo que no te van a llenar? No, no me van a llenar porque tengo otras prioridades, ciertamente voy a dar regalos a mis seres queridos pero también voy a destinar mi dinero para crear una empresa, forjar un patrimonio, dar trabajo y generar riqueza en medio de esta crisis. Eso, amigo consumismo, eso para mí vale la pena.
Déjame decirte que antaño gozaba el otoño en su plenitud y extraño la intensidad del azul del cielo en las tardes soleadas, caminar sobre las hojas secas de los árboles y escuchar su crujir, ver el atardecer con sus nubes rojas y naranjas, finalmente cubrirme con el manto de la noche estrellada... ¡Bah! Deja tus nostalgias, los tiempos cambian, lo “in” es que la gente tenga en qué gastar su dinero, que la gente trabaje en días no laborables, que la gente... Que la gente tenga para vivir decorosamente, no sólo en las grandes ciudades, también en los pueblos y en las rancherías donde también tienen derecho a un gustito, no a los lujos y derroches a los que nos ha malacostumbrado la publicidad y sólo nos dejan un profundo vacío.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Parado en la muralla que divide
Se empezó a construir en 1961 y tenía 155 kilómetros de largo, incontables personas murieron al intentar cruzarlo, dividió a un país, creó dos visiones del mundo y fue el símbolo de una guerra absurda: el muro de Berlín. La noche del 9 de noviembre de 1989 atestigüé, en los noticiarios de la televisión, cómo esa cortina de hierro, poco a poco, caía hecha pedazos. Recuerdo el entusiasmo y la ansiedad de los jóvenes que con diversos artefactos destrozaban la muralla, la conmoción de los alemanes quienes esperaban impacientes, tras largos años, reencontrarse con amigos o familiares separados por las ideologías. Esas escenas fueron magníficamente contrastadas con imágenes de personas que desesperadamente querían cruzar la monumental barrera y morían ahí, en el intento.
¿Por qué tanta algarabía? ¿Por qué un amplio despliegue informativo para cubrir semejante suceso? El final de la Guerra Fría, el declive del comunismo y el triunfo definitivo del capitalismo. Los grandes protagonistas de esa fundamental parte de la historia de Europa fueron, entre otros, el entonces presidente de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Mijail Gorbachov; el ex presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan; el joven electricista de los astilleros Lenin de Gdansk, el polaco Lech Walesa; el disidente y ex prisionero político checo Vaclal Havel; el ex canciller de Alemania, Helmut Kohl; y quien fuera el Vicario de Cristo Juan Pablo II.
La “perestroika” de Gorbachov (que insulsamente Salinas de Gortari aprovechó para disfrazar su modelo económico y político) fuera de las fronteras rusas, facilitó la apertura a Polonia y Hungría provocando un efecto cascada en la apertura de los países del extinto bloque socialista. Como recompensa “Gorby”, como se le conoce mundialmente al ex premier ruso, recibió un golpe de Estado en 1991 que puso punto final a su carrera política, sin embargo, un año después de la caída del muro se hizo acreedor al Premio Nóbel de la Paz en 1990.
Reagan, por su parte, celebró hasta 5 cumbres con Gorbachov, en las que se firmaron importantes acuerdos de desarme. Premonitorias fueron sus palabras dirigidas al primer mandatario ruso ante la puerta de Brandenburgo un 12 de junio de 1987: “Señor Gorbachov, haga caer este muro”.
El Papa Juan Pablo II, por su parte, respaldó en todo momento a Lech Walesa en sus aspiraciones de hacer desaparecer el comunismo de la tierra natal de ambos y lo consiguieron, gracias, en buena medida, a los oficios del mandatario norteamericano y la voluntad política del jefe del Kremlin.
Sí, hace 20 años se acabó la angustiante Guerra Fría, concluyó la Segunda Guerra Mundial, el totalitarismo fue derrumbado para dar paso a la democracia y a los derechos humanos, pero también surgieron nuevos y complejos problemas. Aunque triunfó el capitalismo, éste no ha generado ni la riqueza ni la prosperidad deseada por todos. Para el antecesor de Benedicto XVI, actor importante en el final del comunismo, el sistema económico predominante perdió de vista cómo distribuir la riqueza en un mundo tan inequitativo.
Postre
Si alguien pensaba que en este mundo ya no existen muros que dividan pueblos, ciudades o países está muy equivocado. Existe una vergonzosa “barrera israelí” en Cisjordania, para protegerse de las amenazas del terrorismo. Pese a las condenas, al Estado Judío le vale con un cacahuate lo que diga la comunidad internacional, finalmente cuenta con el apoyo del país de las barras y las estrellas.
¿Por qué tanta algarabía? ¿Por qué un amplio despliegue informativo para cubrir semejante suceso? El final de la Guerra Fría, el declive del comunismo y el triunfo definitivo del capitalismo. Los grandes protagonistas de esa fundamental parte de la historia de Europa fueron, entre otros, el entonces presidente de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Mijail Gorbachov; el ex presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan; el joven electricista de los astilleros Lenin de Gdansk, el polaco Lech Walesa; el disidente y ex prisionero político checo Vaclal Havel; el ex canciller de Alemania, Helmut Kohl; y quien fuera el Vicario de Cristo Juan Pablo II.
La “perestroika” de Gorbachov (que insulsamente Salinas de Gortari aprovechó para disfrazar su modelo económico y político) fuera de las fronteras rusas, facilitó la apertura a Polonia y Hungría provocando un efecto cascada en la apertura de los países del extinto bloque socialista. Como recompensa “Gorby”, como se le conoce mundialmente al ex premier ruso, recibió un golpe de Estado en 1991 que puso punto final a su carrera política, sin embargo, un año después de la caída del muro se hizo acreedor al Premio Nóbel de la Paz en 1990.
Reagan, por su parte, celebró hasta 5 cumbres con Gorbachov, en las que se firmaron importantes acuerdos de desarme. Premonitorias fueron sus palabras dirigidas al primer mandatario ruso ante la puerta de Brandenburgo un 12 de junio de 1987: “Señor Gorbachov, haga caer este muro”.
El Papa Juan Pablo II, por su parte, respaldó en todo momento a Lech Walesa en sus aspiraciones de hacer desaparecer el comunismo de la tierra natal de ambos y lo consiguieron, gracias, en buena medida, a los oficios del mandatario norteamericano y la voluntad política del jefe del Kremlin.
Sí, hace 20 años se acabó la angustiante Guerra Fría, concluyó la Segunda Guerra Mundial, el totalitarismo fue derrumbado para dar paso a la democracia y a los derechos humanos, pero también surgieron nuevos y complejos problemas. Aunque triunfó el capitalismo, éste no ha generado ni la riqueza ni la prosperidad deseada por todos. Para el antecesor de Benedicto XVI, actor importante en el final del comunismo, el sistema económico predominante perdió de vista cómo distribuir la riqueza en un mundo tan inequitativo.
Postre
Si alguien pensaba que en este mundo ya no existen muros que dividan pueblos, ciudades o países está muy equivocado. Existe una vergonzosa “barrera israelí” en Cisjordania, para protegerse de las amenazas del terrorismo. Pese a las condenas, al Estado Judío le vale con un cacahuate lo que diga la comunidad internacional, finalmente cuenta con el apoyo del país de las barras y las estrellas.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
¡No! ¡cómo crees!
Soy Jesús Torres, contador de profesión y uno de los millones de desempleados a causa de la crisis económica que atraviesa nuestro país. Quiero manifestar que políticamente estoy muy decepcionado. Con la esperanza de que mejoraran las cosas le di mi voto al partido tricolor en las pasadas elecciones federales y miren lo que hicieron estos infelices. A pesar de sus enredos y raros cabildeos, aprobaron aumentar los impuestos y con tal de no pagar el costo político, le endosaron la factura al presidente. ¡Qué fácil! “PRImero la gente”, ¡pamplinas! Tampoco se me olvida que Felipe Calderón se comprometió públicamente a no aumentar el precio de la gasolina el resto del año y resulta que siempre sí porque no hay dinero para continuar con los programas de... ¿Cómo dijo? ¿Asistencia social o combate a la delincuencia?
Incrementar los gravámenes, a mi manera de ver, evidencia que la pobreza seguirá siendo subsidiada, la gente como siempre, estirará la mano para que le den su dinerito, su despensa mensual, y de paso, controlarla, volverla conformista. ¡Ya estuvo bueno seguir sumidos en la inopia, no nos merecemos esto! Cómo carambas no se le prende el foco al panzón ese para que se fortalezcan y se creen micro y pequeñas empresas con atractivos incentivos para que se generen empleos, se reactive el consumo y la gente logre su prosperidad. Algunos empresarios fuertes, boyantes, los que sí cumplen con sus obligaciones fiscales señalan que estos incrementos, lejos de beneficiarnos, van en detrimento de la calidad de vida, atinadamente indican que el gobierno no administra bien, no sabe recaudar y para colmo de males dilapida recursos. ¿Alguien opina lo contrario?
Veamos, ¿por qué no quieren cobrar impuestos al comercio informal? ¡No! ¡Cómo crees! La piratería y el contrabando aniquilarían a las empresas bien establecidas. Bueno, entonces cómo le hacemos. ¡Ah!, ya sé, que aumenten el precio de los refrescos. ¡Tampoco!, eso atenta contra la canasta básica, qué no ves que los mexicanos si no tienen su coca para el desayuno, la comida o la cena, se desmayan, protestan. ¡No!
¡Caray! no se me ocurre otra cosa. Aunque les digamos a los diputados, senadores, magistrados y funcionarios públicos de alto nivel que se solidaricen con el país rebajando sus sueldos... ¡No! ¡cómo crees! ¡Sueñas!
Bueno, entonces dime cómo este ineficaz gobierno (y los anteriores, que no se nos olvide) puede captar recursos si se le está acabando el petróleo. ¿Por qué no pedir ayuda técnica y financiera a Brasil, un país productivo, para emular su desempeño? ¿Por qué seguir dependiendo y mendigando a nuestro vecino del norte que nos trata con la punta del zapato? Ya estuvo bueno de que nos sigan exprimiendo y seguir calladitos, aguantándonos la muina. En eso tienes razón, pero de nada sirve protestar si no hacemos algo en concreto, aunque déjame decirte que en este país no hay ningún líder capaz de encabezar un fuerte movimiento social que cimbre las estructuras del poder para poner un hasta aquí...
Me cuesta trabajo aceptar que pronto voy a ser policía, no será mucho lo que gane. Por lo pronto tendré chamba aunque será una etapa difícil, pondrá a prueba mi integridad. Confío que las cosas se compongan para volver a ejercer mi profesión en la primera oportunidad que se me presente y, quizás pagar mis impuestos. Ja, ja, ja. ¡Cómo crees!
Incrementar los gravámenes, a mi manera de ver, evidencia que la pobreza seguirá siendo subsidiada, la gente como siempre, estirará la mano para que le den su dinerito, su despensa mensual, y de paso, controlarla, volverla conformista. ¡Ya estuvo bueno seguir sumidos en la inopia, no nos merecemos esto! Cómo carambas no se le prende el foco al panzón ese para que se fortalezcan y se creen micro y pequeñas empresas con atractivos incentivos para que se generen empleos, se reactive el consumo y la gente logre su prosperidad. Algunos empresarios fuertes, boyantes, los que sí cumplen con sus obligaciones fiscales señalan que estos incrementos, lejos de beneficiarnos, van en detrimento de la calidad de vida, atinadamente indican que el gobierno no administra bien, no sabe recaudar y para colmo de males dilapida recursos. ¿Alguien opina lo contrario?
Veamos, ¿por qué no quieren cobrar impuestos al comercio informal? ¡No! ¡Cómo crees! La piratería y el contrabando aniquilarían a las empresas bien establecidas. Bueno, entonces cómo le hacemos. ¡Ah!, ya sé, que aumenten el precio de los refrescos. ¡Tampoco!, eso atenta contra la canasta básica, qué no ves que los mexicanos si no tienen su coca para el desayuno, la comida o la cena, se desmayan, protestan. ¡No!
¡Caray! no se me ocurre otra cosa. Aunque les digamos a los diputados, senadores, magistrados y funcionarios públicos de alto nivel que se solidaricen con el país rebajando sus sueldos... ¡No! ¡cómo crees! ¡Sueñas!
Bueno, entonces dime cómo este ineficaz gobierno (y los anteriores, que no se nos olvide) puede captar recursos si se le está acabando el petróleo. ¿Por qué no pedir ayuda técnica y financiera a Brasil, un país productivo, para emular su desempeño? ¿Por qué seguir dependiendo y mendigando a nuestro vecino del norte que nos trata con la punta del zapato? Ya estuvo bueno de que nos sigan exprimiendo y seguir calladitos, aguantándonos la muina. En eso tienes razón, pero de nada sirve protestar si no hacemos algo en concreto, aunque déjame decirte que en este país no hay ningún líder capaz de encabezar un fuerte movimiento social que cimbre las estructuras del poder para poner un hasta aquí...
Me cuesta trabajo aceptar que pronto voy a ser policía, no será mucho lo que gane. Por lo pronto tendré chamba aunque será una etapa difícil, pondrá a prueba mi integridad. Confío que las cosas se compongan para volver a ejercer mi profesión en la primera oportunidad que se me presente y, quizás pagar mis impuestos. Ja, ja, ja. ¡Cómo crees!
miércoles, 28 de octubre de 2009
El día de los petateados
“Calaveras de azúcar o de papel china, esqueletos coloridos de fuegos artificiales (...) Adornamos nuestras casas con cráneos, comemos el día de los difuntos panes que fingen huesos y nos divierten canciones y chascarrillos en los que ríe la muerte pelona, pero toda esa fanfarronada familiaridad no nos dispensa de la pregunta que todos nos hacemos: ¿qué es la muerte? No hemos inventado una nueva respuesta. Y cada vez que nos la preguntamos, nos encogemos de hombros: ¿qué me importa la muerte, si no me importa la vida?”, dice Octavio Paz en El laberinto de la soledad, texto que encontramos en el capítulo dedicado a “Todos Santos, Día de Muertos”. Y es que a casi 60 años de que se publicara la citada obra, la auténtica y generosa alegría por celebrar la vida sobrevive en sitios como Mixquic, Teotitlán del Valle, Huaquechula, Pátzcuaro, San Martín Chalchicuautla y San Gabriel Chilac, los lugares más importantes y concurridos, fiestas indígenas dedicadas a los muertos declarados por la UNESCO como Obras Maestras del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Ahí colocan altares monumentales y majestuosas ofrendas que conmueven a propios y sorprenden a extraños. En recónditos lugares de la república mexicana la tradición permanece intacta, ignorantes del absurdo halloween y ajenos al multitudinario turismo muchas veces irrespetuoso, pero hambriento por descubrir y palpar de cerca aquello que en las urbes promueven pero no transmiten por completo el torrente de olores, colores y sabores.
¿Realmente el día de muertos vive su agonía o es una tradición que se resiste a morir? Me provoca desazón que las nuevas generaciones prefieran la anodina fiesta anglosajona –que nada tiene que ver con nuestras calaveritas de chocolate y amaranto, con las hojaldras, mucho menos con las ingeniosas composiciones para referirnos chuscamente a la catrina— Quiero pensar que les da flojera colocar un altar u ofrenda o de plano les vale, el único acercamiento a esta tradición es en las escuelas y eso para pasar la materia. Las mismas instituciones educativas caen en la incongruencia de promover a los cuatro vientos lo que es nuestro y le dan relevancia a festivalitos de disfraces. Creo que a muchos de nosotros nos preocupa que esta celebración se resista a morir y nos ocupa ponerla muy por encima del inadmisible día de brujas o espantos.
Esta es una de mis épocas preferidas del año; esencias, matices y sazones los tengo arraigados desde mi niñez y mi capacidad de asombro se ha mantenido al sobrecogerme con la velación de muertos en el panteón de Arocutín o Cucuchucho en Michoacán, al recoger la memoria gráfica de quienes cultivan la flor de camposanto en las fértiles tierras de Atlixco y Cholula, al participar en la “ofrenda nueva” llevando ceras y flores como se dice cuando alguien muere este año o degustar una jícara o tazón de atole con pan mientras se contempla el altar.
Los animo para que conozcan más allá de la ciudad y contribuyan a mantener más viva que nunca la fiesta de la vida, la fiesta de los petateados.
¿Realmente el día de muertos vive su agonía o es una tradición que se resiste a morir? Me provoca desazón que las nuevas generaciones prefieran la anodina fiesta anglosajona –que nada tiene que ver con nuestras calaveritas de chocolate y amaranto, con las hojaldras, mucho menos con las ingeniosas composiciones para referirnos chuscamente a la catrina— Quiero pensar que les da flojera colocar un altar u ofrenda o de plano les vale, el único acercamiento a esta tradición es en las escuelas y eso para pasar la materia. Las mismas instituciones educativas caen en la incongruencia de promover a los cuatro vientos lo que es nuestro y le dan relevancia a festivalitos de disfraces. Creo que a muchos de nosotros nos preocupa que esta celebración se resista a morir y nos ocupa ponerla muy por encima del inadmisible día de brujas o espantos.
Esta es una de mis épocas preferidas del año; esencias, matices y sazones los tengo arraigados desde mi niñez y mi capacidad de asombro se ha mantenido al sobrecogerme con la velación de muertos en el panteón de Arocutín o Cucuchucho en Michoacán, al recoger la memoria gráfica de quienes cultivan la flor de camposanto en las fértiles tierras de Atlixco y Cholula, al participar en la “ofrenda nueva” llevando ceras y flores como se dice cuando alguien muere este año o degustar una jícara o tazón de atole con pan mientras se contempla el altar.
Los animo para que conozcan más allá de la ciudad y contribuyan a mantener más viva que nunca la fiesta de la vida, la fiesta de los petateados.
jueves, 22 de octubre de 2009
Los Herederos
Bianca y Jordi son dos adolescentes que a regañadientes concurren, con otros compañeros de su colegio, a una brigada social. Es la primera vez que participan y no saben ni qué onda, están un poco impacientes y con celular en mano envían mensajes a sus amigos y se desconectan del mundo escuchando música. La escuela donde estudian los mencionados muchachos reunió sin mayores problemas cobijas, alimentos, medicinas, agua y juguetes en buen estado que serán destinados a la comunidad donde el grupo de jóvenes permanecerá tres días.
Tras recibir las indicaciones de sus profesores, los alumnos abordan el vehículo y los papás muy animosos los despiden deseándoles buen viaje, los colman de bendiciones y les desean una feliz estancia... De vuelta a la ciudad Bianca y Jordi parecen distintos. Después de responder a sus papás que vivieron una experiencia interesante, Bianca, como muchas de las niñas y los niños bien, exclama con incredulidad y asombro: “No me imaginé que existiera la pobreza y que ésta fuera tanta. Me asustó, creo que todas esas cosas que les llevamos serán suficientes para que no pasen hambre y frío.” Jordi agrega en el dialogo familiar. “¡Niños y niñas trabajan en el campo cuidando chivos o borregos en el monte todo el día! No tienen todas las cosas que nosotros tenemos acá, el agua, la luz, no van a la escuela y dicen que a veces toman pulque porque no hay leche ni los deliciosos ‘sangüis’ que mamá nos prepara...”
Sin querer queriendo he escuchado esas y otras expresiones de los niños y las niñas “nice” de la preparatoria, de las niñas y los niños “fresa” de las universidades, de los papás que en su vida jamás han sufrido algún tipo de pobreza económica y que ilusoriamente viven en un país próspero.
¡No! No tengo nada en contra de ellos, me indigna que crean que en este país no hay pobres, que es un invento de los noticiarios de televisión, ¡por Dios! Pero nada queda en saco roto, me consta que en las universidades del sistema educativo jesuita de nuestro país hay chavos y chavas que tras su experiencia en la Sierra Tarahumara, en Los Altos de Chiapas o en la región Mixe, regresan a la tribu urbana con un cambio social muy fuerte, influidos silenciosamente por el evangelio de la paz y la justicia que pregonó el rabí de Galilea.
¿A qué viene este pregón? Hace unas semanas fue estrenada en 9 salas de la ciudad de México el filme del cineasta mexicano Eugenio Polgovsky Los Herederos, una película que retrata la vida de los niños del campo mexicano y su lucha diaria por la sobrevivencia. Sus actividades son muy diversas: son campesinos y pastores; caminan largos trayectos para cortar leña; tejen; hacen ladrillos; cuidan a sus hermanos menores; migran con sus familias para trabajar en las cosechas; acarrean agua; tallan y pintan madera para hacer alebrijes. Al heredar las herramientas y técnicas de sus ancestros, estos niños también han heredado la miseria. Generación tras generación permanecen cautivos en un ciclo de pobreza heredada.
Y es que como bien dice Eugenio, “los niños son el principal indicador de la situación de un país. Son el presente, no el futuro”. Cómo va a ser posible que el mañana siga siendo tan desolador, sin ninguna oportunidad de progreso, de prosperidad, que las cosas sigan igual.
Ojalá la película sea exhibida en nuestra ciudad, si no le es posible ir al cine cómprela en los mercados libres de aranceles, mejor conocidos como “fayuca”. Véala con sus hijos y coméntenla, le aseguro que no se va a deprimir y adquirirá una buena dosis de conciencia social, de justicia.
Este fabuloso documental no recibió ningún tipo de ayuda institucional, a pesar de haberla buscado. Incluso el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) le negó el apoyo, por lo que se recurrió a Europa, encontrando respuesta en los fondos Hubert Bals, de Holanda y el Visions Sud Est, de Suiza. Dinero que no era suficiente para hacer la transferencia a 35 milímetros y poderse proyectar en cines.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se dio cuenta del atropello que los mismos mexicanos cometían contra Los Herederos, que decidió hacerse cargo de todos los gastos, para que el pasado 25 de septiembre, se estrenara en la capital de la república mexicana.
Tras recibir las indicaciones de sus profesores, los alumnos abordan el vehículo y los papás muy animosos los despiden deseándoles buen viaje, los colman de bendiciones y les desean una feliz estancia... De vuelta a la ciudad Bianca y Jordi parecen distintos. Después de responder a sus papás que vivieron una experiencia interesante, Bianca, como muchas de las niñas y los niños bien, exclama con incredulidad y asombro: “No me imaginé que existiera la pobreza y que ésta fuera tanta. Me asustó, creo que todas esas cosas que les llevamos serán suficientes para que no pasen hambre y frío.” Jordi agrega en el dialogo familiar. “¡Niños y niñas trabajan en el campo cuidando chivos o borregos en el monte todo el día! No tienen todas las cosas que nosotros tenemos acá, el agua, la luz, no van a la escuela y dicen que a veces toman pulque porque no hay leche ni los deliciosos ‘sangüis’ que mamá nos prepara...”
Sin querer queriendo he escuchado esas y otras expresiones de los niños y las niñas “nice” de la preparatoria, de las niñas y los niños “fresa” de las universidades, de los papás que en su vida jamás han sufrido algún tipo de pobreza económica y que ilusoriamente viven en un país próspero.
¡No! No tengo nada en contra de ellos, me indigna que crean que en este país no hay pobres, que es un invento de los noticiarios de televisión, ¡por Dios! Pero nada queda en saco roto, me consta que en las universidades del sistema educativo jesuita de nuestro país hay chavos y chavas que tras su experiencia en la Sierra Tarahumara, en Los Altos de Chiapas o en la región Mixe, regresan a la tribu urbana con un cambio social muy fuerte, influidos silenciosamente por el evangelio de la paz y la justicia que pregonó el rabí de Galilea.
¿A qué viene este pregón? Hace unas semanas fue estrenada en 9 salas de la ciudad de México el filme del cineasta mexicano Eugenio Polgovsky Los Herederos, una película que retrata la vida de los niños del campo mexicano y su lucha diaria por la sobrevivencia. Sus actividades son muy diversas: son campesinos y pastores; caminan largos trayectos para cortar leña; tejen; hacen ladrillos; cuidan a sus hermanos menores; migran con sus familias para trabajar en las cosechas; acarrean agua; tallan y pintan madera para hacer alebrijes. Al heredar las herramientas y técnicas de sus ancestros, estos niños también han heredado la miseria. Generación tras generación permanecen cautivos en un ciclo de pobreza heredada.
Y es que como bien dice Eugenio, “los niños son el principal indicador de la situación de un país. Son el presente, no el futuro”. Cómo va a ser posible que el mañana siga siendo tan desolador, sin ninguna oportunidad de progreso, de prosperidad, que las cosas sigan igual.
Ojalá la película sea exhibida en nuestra ciudad, si no le es posible ir al cine cómprela en los mercados libres de aranceles, mejor conocidos como “fayuca”. Véala con sus hijos y coméntenla, le aseguro que no se va a deprimir y adquirirá una buena dosis de conciencia social, de justicia.
Este fabuloso documental no recibió ningún tipo de ayuda institucional, a pesar de haberla buscado. Incluso el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) le negó el apoyo, por lo que se recurrió a Europa, encontrando respuesta en los fondos Hubert Bals, de Holanda y el Visions Sud Est, de Suiza. Dinero que no era suficiente para hacer la transferencia a 35 milímetros y poderse proyectar en cines.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se dio cuenta del atropello que los mismos mexicanos cometían contra Los Herederos, que decidió hacerse cargo de todos los gastos, para que el pasado 25 de septiembre, se estrenara en la capital de la república mexicana.
jueves, 15 de octubre de 2009
Obrigado Deus
Los sudamericanos acogieron con júbilo la mejor noticia que hayan recibido en mucho tiempo: Río de Janeiro fue declarada sede de los juegos olímpicos del año 2016. Será la primera vez que se realizarán en el cono sur, será el segundo certamen que se lleve a cabo en América Latina, 48 años después de que nuestro país tuviera ese privilegio.
¿Qué motivó al Comité Olímpico Internacional confiar la realización de unos juegos olímpicos a los cariocas? Tal vez la decisión va más allá de corregir el desequilibrio geográfico en la concesión de un certamen mundial. Lo robusto de la economía brasileña y el liderazgo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ex obrero y ex líder sindical, fueron determinantes. Veamos por qué:
Brasil es uno de los países que ha superado la crisis económica mundial al grado de prestar 10 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) para pasar de deudor a acreedor. Brasil descubrió dos de las reservas petroleras más grandes del planeta para convertirse en el octavo productor mundial de crudo. Los Juegos Olímpicos (2016) y el Mundial de Futbol (2014) significarán 70 mil millones de dólares en inversiones, por lo cual no se aumentarán impuestos o inventarán otros gravámenes a los contribuyentes. El fortalecimiento de la economía brasileña ha permitido que 30 millones de personas salgan de la pobreza mediante sus programas de asistencia social y sanitaria. De continuar con esta tendencia en poco tiempo se convertirá en la quinta economía mundial.
¿Cómo lo logró? Reactivó créditos de la banca estatal, implementó un programa de reducción selectiva de impuestos, mejoró el salario mínimo, aumentó el gasto público, disminuyó el Impuesto a la Producción Industrial a favor de la venta de vehículos automotores, rebajó las tasas de interés; incentivó áreas como la construcción, servicios y producción de electrodomésticos y fortaleció sus intercambios comerciales.
¿Por qué Brasil (ya ni se diga Colombia y Chile) crecen y nuestro país sigue preso en sus propias trampas? ¿Qué estamos haciendo mal? ¿Por qué no emular los “casos de éxito” de otros países (salvo el modelo gringo) y los adaptamos a nuestra realidad? Dolorosamente vemos que importan más los feudos de poder económico y político que el bienestar social. México será el último país en salir de la recesión económica, así lo han confirmado análisis financieros.
La multitud reunida en la playa de Copacabana, tras conocer el veredicto del Comité Olímpico Internacional, proclamó un jubiloso ¡obrigado Deus! al Cristo redentor de Corcobado, ese gigantesco rabí que atestiguará los juegos olímpicos.
¿Qué motivó al Comité Olímpico Internacional confiar la realización de unos juegos olímpicos a los cariocas? Tal vez la decisión va más allá de corregir el desequilibrio geográfico en la concesión de un certamen mundial. Lo robusto de la economía brasileña y el liderazgo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ex obrero y ex líder sindical, fueron determinantes. Veamos por qué:
Brasil es uno de los países que ha superado la crisis económica mundial al grado de prestar 10 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) para pasar de deudor a acreedor. Brasil descubrió dos de las reservas petroleras más grandes del planeta para convertirse en el octavo productor mundial de crudo. Los Juegos Olímpicos (2016) y el Mundial de Futbol (2014) significarán 70 mil millones de dólares en inversiones, por lo cual no se aumentarán impuestos o inventarán otros gravámenes a los contribuyentes. El fortalecimiento de la economía brasileña ha permitido que 30 millones de personas salgan de la pobreza mediante sus programas de asistencia social y sanitaria. De continuar con esta tendencia en poco tiempo se convertirá en la quinta economía mundial.
¿Cómo lo logró? Reactivó créditos de la banca estatal, implementó un programa de reducción selectiva de impuestos, mejoró el salario mínimo, aumentó el gasto público, disminuyó el Impuesto a la Producción Industrial a favor de la venta de vehículos automotores, rebajó las tasas de interés; incentivó áreas como la construcción, servicios y producción de electrodomésticos y fortaleció sus intercambios comerciales.
¿Por qué Brasil (ya ni se diga Colombia y Chile) crecen y nuestro país sigue preso en sus propias trampas? ¿Qué estamos haciendo mal? ¿Por qué no emular los “casos de éxito” de otros países (salvo el modelo gringo) y los adaptamos a nuestra realidad? Dolorosamente vemos que importan más los feudos de poder económico y político que el bienestar social. México será el último país en salir de la recesión económica, así lo han confirmado análisis financieros.
La multitud reunida en la playa de Copacabana, tras conocer el veredicto del Comité Olímpico Internacional, proclamó un jubiloso ¡obrigado Deus! al Cristo redentor de Corcobado, ese gigantesco rabí que atestiguará los juegos olímpicos.
jueves, 8 de octubre de 2009
¿Dónde están las buenas noticias?
Pensemos por un momento cómo serían los siguientes escenarios al momento de sintonizar el noticiario de radio o televisión, al leer las páginas del periódico o revisar las publicaciones electrónicas:
“Los países más industrializados del mundo presentaron a la Organización Mundial para la Alimentación y la Agricultura (FAO) un plan maestro a mediano plazo para poner fin a la crisis alimentaria que deja a la mitad de la población mundial en condiciones irreversibles de hambre y desnutrición...
“Diputados y senadores de todas las bancadas plantearon al presidente de México un proyecto alterno para que nuestro país, a más tardar en una década, cuente con suficientes plantas generadoras de energía limpia y barata para dejar de depender del petróleo. El mandatario se sometió a la propuesta de los legisladores e instruyó a que cada uno de los estados de la república...
“Caciques y grupos paramilitares de Oaxaca y Chiapas serán juzgados por los crímenes cometidos contra pueblos y comunidades indígenas. Las fuertes presiones de los organismos no gubernamentales y las Comisiones de Derechos Humanos obligaron a los mandatarios de esos estados a poner fin a la impunidad ancestral...
“Tras varios años sin ganarle a la selección estadounidense de fútbol en territorio norteamericano, la escuadra mexicana logró el triunfo más importante del torneo eliminatorio rumbo al mundial de Sudáfrica con un juego inteligente y convincente. La combinación de juventud y experiencia de la oncena mexicana...”
¿Una quimera? Seguramente. Lo cierto es que en los últimos años nos hemos habituado a las malas noticias, a la crítica ácida, a la falta de propuestas desde los medios, a la adulación, a los ataques, rara vez escuchamos una buena noticia o la voz de la ciudadanía. Además; informar, orientar, entretener y educar a las audiencias ya no es la dinámica de los medios, el rating es el eje rector de los ingresos a costa de programas ñoños y sensacionalistas.
Se erigen en juez y parte de un hecho noticioso, se convierten en catalizadores porque amortiguan empeoran los asuntos públicos, crean e indultan a personas e instituciones y si esto no es suficiente, se suben al ring de la arena política. Por si fuera poco, me inquieta la persistente frivolidad informativa, el bálsamo cotidiano para escapar de la dura realidad con la que lidiamos.
Ojalá pronto tengamos buenas noticias, ¡del ámbito que sea!, son necesarias.
“Los países más industrializados del mundo presentaron a la Organización Mundial para la Alimentación y la Agricultura (FAO) un plan maestro a mediano plazo para poner fin a la crisis alimentaria que deja a la mitad de la población mundial en condiciones irreversibles de hambre y desnutrición...
“Diputados y senadores de todas las bancadas plantearon al presidente de México un proyecto alterno para que nuestro país, a más tardar en una década, cuente con suficientes plantas generadoras de energía limpia y barata para dejar de depender del petróleo. El mandatario se sometió a la propuesta de los legisladores e instruyó a que cada uno de los estados de la república...
“Caciques y grupos paramilitares de Oaxaca y Chiapas serán juzgados por los crímenes cometidos contra pueblos y comunidades indígenas. Las fuertes presiones de los organismos no gubernamentales y las Comisiones de Derechos Humanos obligaron a los mandatarios de esos estados a poner fin a la impunidad ancestral...
“Tras varios años sin ganarle a la selección estadounidense de fútbol en territorio norteamericano, la escuadra mexicana logró el triunfo más importante del torneo eliminatorio rumbo al mundial de Sudáfrica con un juego inteligente y convincente. La combinación de juventud y experiencia de la oncena mexicana...”
¿Una quimera? Seguramente. Lo cierto es que en los últimos años nos hemos habituado a las malas noticias, a la crítica ácida, a la falta de propuestas desde los medios, a la adulación, a los ataques, rara vez escuchamos una buena noticia o la voz de la ciudadanía. Además; informar, orientar, entretener y educar a las audiencias ya no es la dinámica de los medios, el rating es el eje rector de los ingresos a costa de programas ñoños y sensacionalistas.
Se erigen en juez y parte de un hecho noticioso, se convierten en catalizadores porque amortiguan empeoran los asuntos públicos, crean e indultan a personas e instituciones y si esto no es suficiente, se suben al ring de la arena política. Por si fuera poco, me inquieta la persistente frivolidad informativa, el bálsamo cotidiano para escapar de la dura realidad con la que lidiamos.
Ojalá pronto tengamos buenas noticias, ¡del ámbito que sea!, son necesarias.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
¡Cómo! Tú... ¿Estudiar?
Desde la infancia algunos ya tienen claro qué es lo que quieren ser en la vida; ya sea prestigiosos médicos o abogados, hasta expertos conductores de autobús o fotógrafos profesionales. En plena edad de las mocedades concebimos una vida familiar con tantos hijos, una bonita casita con un perro y un trabajo que permita vivir decorosamente. Tras la jubilación, esta etapa puede ser angustiosa si no se sabe qué hacer con el tiempo libre, pero más pesadumbre provoca no tener un ahorrito para sobrellevar el ocaso de nuestra existencia. Otros consideran que es el mejor momento para gozar, tantos años de trabajo y sacrificio bien valen un largo viaje al extranjero... Dicen.
¿Usted ha pensado qué hacer cuando llegue el otoño en su vida? Tal vez en este momento no le preocupa pero sería bueno que lo considere. Por ejemplo, estudiar una carrera o terminar los estudios abandonados. Y es que Chano, a sus 70 años, decidió dejar la monótona vida senil para cursar una carrera universitaria: Literatura. Sin embargo, a este quijotesco personaje no le fue fácil incorporarse al mundo moderno que viven los jóvenes de hoy. “¡Cómo! Tú... ¿Estudiar? ¡Ay no! Volver a empezar, ya no estás para esos trotes. Serás la burla. No, mejor no.” Y a Chano no le importó lo que dijeran, él fue fiel a sus convicciones: “Tengo un corazón inquieto, con espíritu joven”. Y así, entre el rechazo y el choque de costumbres y tradiciones diferentes, brota la amistad de un viejo con cinco jóvenes que comparten deseos y enseñanzas, así como el valor para superar distintas pruebas que la vida les pone en el camino. Y es que el corazón nunca se cansa de aprender, como también no se cansará la voz que exhorte al “enséñales a ayudar, enséñales a querer”...
Esto que les describo es a grandes rasgos la temática de la película mexicana El estudiante, que tiene poco más de un mes en cartelera y la protagoniza el actor Jorge Lavat. No pierda la oportunidad de ver el filme, es un homenaje a los adultos mayores con incontenibles deseos de superación, una novedosa propuesta de valores para ser mejores.
Postre
Gracias a Gina Cid Díaz, Etelvina Carreón Castillo, Enrique López Albores, Víctor Castillo, Rebeca Reynaud, María Velázquez Dorantes, Luis García Orso, Hogares Nuevos y a Eduardo Merlo porque aportaron cosas valiosas a nuestros lectores en diversas etapas de este semanario. Con limitaciones y algunos chispazos de genialidad alcanzamos las 600 ediciones. También tiene mérito quien ha estado con nosotros desde que este proyecto editorial empezó en abril de 1998: Mi más sincero reconocimiento y agradecimiento al Padre Nacho por su colaboración permanente y por su apoyo incondicional al Padre Marco, Editor en Jefe del semanario Koinonía.
¿Usted ha pensado qué hacer cuando llegue el otoño en su vida? Tal vez en este momento no le preocupa pero sería bueno que lo considere. Por ejemplo, estudiar una carrera o terminar los estudios abandonados. Y es que Chano, a sus 70 años, decidió dejar la monótona vida senil para cursar una carrera universitaria: Literatura. Sin embargo, a este quijotesco personaje no le fue fácil incorporarse al mundo moderno que viven los jóvenes de hoy. “¡Cómo! Tú... ¿Estudiar? ¡Ay no! Volver a empezar, ya no estás para esos trotes. Serás la burla. No, mejor no.” Y a Chano no le importó lo que dijeran, él fue fiel a sus convicciones: “Tengo un corazón inquieto, con espíritu joven”. Y así, entre el rechazo y el choque de costumbres y tradiciones diferentes, brota la amistad de un viejo con cinco jóvenes que comparten deseos y enseñanzas, así como el valor para superar distintas pruebas que la vida les pone en el camino. Y es que el corazón nunca se cansa de aprender, como también no se cansará la voz que exhorte al “enséñales a ayudar, enséñales a querer”...
Esto que les describo es a grandes rasgos la temática de la película mexicana El estudiante, que tiene poco más de un mes en cartelera y la protagoniza el actor Jorge Lavat. No pierda la oportunidad de ver el filme, es un homenaje a los adultos mayores con incontenibles deseos de superación, una novedosa propuesta de valores para ser mejores.
Postre
Gracias a Gina Cid Díaz, Etelvina Carreón Castillo, Enrique López Albores, Víctor Castillo, Rebeca Reynaud, María Velázquez Dorantes, Luis García Orso, Hogares Nuevos y a Eduardo Merlo porque aportaron cosas valiosas a nuestros lectores en diversas etapas de este semanario. Con limitaciones y algunos chispazos de genialidad alcanzamos las 600 ediciones. También tiene mérito quien ha estado con nosotros desde que este proyecto editorial empezó en abril de 1998: Mi más sincero reconocimiento y agradecimiento al Padre Nacho por su colaboración permanente y por su apoyo incondicional al Padre Marco, Editor en Jefe del semanario Koinonía.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Periodismo domesticado
Sucedió en una televisora de provincia, todos trabajaron afanosamente en la nueva imagen del canal y del noticiario. Desde el equipo de producción que pasó algunos días en vela para diseñar los “backs”, los “supers”, las “cortinillas”, los “internal keys”, hasta el equipo de carpintería que trabajó a marchas forzadas para dejar listo el “set” con la nueva escenografía.
Llega el día esperado, faltan unos minutos para entrar al aire, se respira un ambiente de entusiasmo por ver el fruto de los esfuerzos de cada uno de los involucrados. Todos están en sus puestos, el “master” da luz verde al director de cámaras, éste a su vez da una orden al operador de video para que oprima “play” a la casetera o al disco duro de la computadora donde está almacenado el “teasser” o resumen informativo. Apenas un minuto dura la introducción y el “floor manager” o jefe de piso escucha en su diadema la voz en cabina, “prevenidos”. Hace una señal a los conductores y segundos después apuntando con el dedo índice da “cue” o entrada a la pareja de informadores quienes con entusiasmo nervioso se presentan ante las cámaras anunciando el nuevo “look” del noticiario. Tras la breve exposición empiezan las noticias:
-Las fuertes lluvias siguen deteriorando las principales calles de la ciudad, los ciudadanos se quejan de un programa emergente de bacheo... Esta es la nota principal con que inicia el programa y le siguen otras de menor trascendencia.
- Aparatoso accidente en la autopista, el exceso de velocidad y la lluvia propiciaron el choque de tres vehículos...
-La familia Pozos Pérez lo perdió todo, el gran chubasco de ayer inundó su casa, piden ayuda a las autoridades y éstas se niegan a ofrecerla porque advirtieron que no podían vivir en asentamientos irregulares...
-Alerta roja en la serranía, un puñado de familias fueron evacuadas de su ranchería por las intensas lluvias poco antes de que se desgajara un cerro y sepultara sus viviendas, se encuentran sanas y salvas en un albergue...
Y así transcurre la hora que dura el informativo, sin crítica constructiva y fundamentada, sin contrastar opiniones, sin la participación de especialistas que interpreten temas de actualidad, sin propuesta. En pocas palabras, un noticiario a modo, que no cuestione, que no genere opinión pública, sujeto a los intereses, que no investigue y cuyos informadores sean unos “caritas” que lean notas, es decir, un periodismo domesticado, para no abrir los ojos de la gente. Con tantos problemas que tiene nuestro país para qué queremos a la gente agitada y sobre todo bien informada. ¿Qué necesidad hay de ello? Y como al jefe de las instituciones nacionales le urge le aprueben su propuesta de recaudación, esos medios son idóneos para que, como hace cinco meses, toda su programación y contenido informativo gire en torno a una enfermedad que atemorice a la gente y la distraiga. ¿Volverá a funcionar?
¿En dónde está el periodismo independiente y sin compromisos? ¿En dónde veo, escucho y leo a las voces críticas? Algunas muestras. Carmen Aristegui está en CCN en español y en canal 52MX, Javier Solórzano en Radio Trece Noticias y en su vitral informativo en internet; Rodolfo Ruiz, periodista poblano cuyo portal informativo es un referente obligado, y algunos más que hacen un brillante trabajo en la prensa y en internet.
“Usted lo ha dicho jovencito, en los canales de paga o en servicios a los cuales no tenemos acceso, se encuentra lo que usted dice”, seguramente revira algún lector, pero de que existe y sobrevive el periodismo crítico, existe. La libertad de expresión es de quien la trabaja.
José Ramón Fernández, padre del periodismo deportivo en México, acuñó el concepto “periodismo domesticado” y en su opinión el periodista es “un personaje que domina el lenguaje, con personalidad, con credibilidad, con capacidad, con estudios.” Y el periodismo “es una pasión, una vocación, un compromiso.” Así lo entendemos quienes nos hemos preparado en las aulas universitarias para ello. Sin embargo, considero que hay falta de talentos, de liderazgo, de gente inteligente. Si no dígame, ¿quién encabeza a la nueva generación de reporteros y periodistas con credibilidad?
Llega el día esperado, faltan unos minutos para entrar al aire, se respira un ambiente de entusiasmo por ver el fruto de los esfuerzos de cada uno de los involucrados. Todos están en sus puestos, el “master” da luz verde al director de cámaras, éste a su vez da una orden al operador de video para que oprima “play” a la casetera o al disco duro de la computadora donde está almacenado el “teasser” o resumen informativo. Apenas un minuto dura la introducción y el “floor manager” o jefe de piso escucha en su diadema la voz en cabina, “prevenidos”. Hace una señal a los conductores y segundos después apuntando con el dedo índice da “cue” o entrada a la pareja de informadores quienes con entusiasmo nervioso se presentan ante las cámaras anunciando el nuevo “look” del noticiario. Tras la breve exposición empiezan las noticias:
-Las fuertes lluvias siguen deteriorando las principales calles de la ciudad, los ciudadanos se quejan de un programa emergente de bacheo... Esta es la nota principal con que inicia el programa y le siguen otras de menor trascendencia.
- Aparatoso accidente en la autopista, el exceso de velocidad y la lluvia propiciaron el choque de tres vehículos...
-La familia Pozos Pérez lo perdió todo, el gran chubasco de ayer inundó su casa, piden ayuda a las autoridades y éstas se niegan a ofrecerla porque advirtieron que no podían vivir en asentamientos irregulares...
-Alerta roja en la serranía, un puñado de familias fueron evacuadas de su ranchería por las intensas lluvias poco antes de que se desgajara un cerro y sepultara sus viviendas, se encuentran sanas y salvas en un albergue...
Y así transcurre la hora que dura el informativo, sin crítica constructiva y fundamentada, sin contrastar opiniones, sin la participación de especialistas que interpreten temas de actualidad, sin propuesta. En pocas palabras, un noticiario a modo, que no cuestione, que no genere opinión pública, sujeto a los intereses, que no investigue y cuyos informadores sean unos “caritas” que lean notas, es decir, un periodismo domesticado, para no abrir los ojos de la gente. Con tantos problemas que tiene nuestro país para qué queremos a la gente agitada y sobre todo bien informada. ¿Qué necesidad hay de ello? Y como al jefe de las instituciones nacionales le urge le aprueben su propuesta de recaudación, esos medios son idóneos para que, como hace cinco meses, toda su programación y contenido informativo gire en torno a una enfermedad que atemorice a la gente y la distraiga. ¿Volverá a funcionar?
¿En dónde está el periodismo independiente y sin compromisos? ¿En dónde veo, escucho y leo a las voces críticas? Algunas muestras. Carmen Aristegui está en CCN en español y en canal 52MX, Javier Solórzano en Radio Trece Noticias y en su vitral informativo en internet; Rodolfo Ruiz, periodista poblano cuyo portal informativo es un referente obligado, y algunos más que hacen un brillante trabajo en la prensa y en internet.
“Usted lo ha dicho jovencito, en los canales de paga o en servicios a los cuales no tenemos acceso, se encuentra lo que usted dice”, seguramente revira algún lector, pero de que existe y sobrevive el periodismo crítico, existe. La libertad de expresión es de quien la trabaja.
José Ramón Fernández, padre del periodismo deportivo en México, acuñó el concepto “periodismo domesticado” y en su opinión el periodista es “un personaje que domina el lenguaje, con personalidad, con credibilidad, con capacidad, con estudios.” Y el periodismo “es una pasión, una vocación, un compromiso.” Así lo entendemos quienes nos hemos preparado en las aulas universitarias para ello. Sin embargo, considero que hay falta de talentos, de liderazgo, de gente inteligente. Si no dígame, ¿quién encabeza a la nueva generación de reporteros y periodistas con credibilidad?
martes, 15 de septiembre de 2009
Bienestar para tu familia
En 1994 Ernesto Zedillo, candidato emergente a la presidencia de nuestro país, tuvo como lema de campaña “Bienestar para tu familia”, sin duda, una atractiva promesa tras fallidos intentos de administración de la abundancia y renovaciones morales, un ofrecimiento que alentó a los mexicanos a inclinar la balanza por el partido hegemónico en el poder y vislumbrar la posibilidad de vivir con mayor comodidad, que su situación económica fuera más holgada, que disfrutara de un buen estado físico y que gozara una vida satisfecha que transcurriera en paz a partir del 1 de diciembre de 1994. Sin embargo, el catastrófico error de diciembre de 1994, más los efectos negativos que sobre la economía mexicana tuvo el crack asiático de 1997, más los recortes al presupuesto federal ocasionados por la caída de los precios internacionales del petróleo en 1998, más el desmedido crecimiento de la deuda nacional después del multimillonario rescate de la banca instrumentado en 1995 por Guillermo Ortiz Martínez, impidieron cualquier tipo de “bienestar para tu familia”. En aquel entonces miles de personas quedaron endeudados por muchos años o perdiendo definitivamente el patrimonio conseguido con tantos esfuerzos. A pesar de la mala situación económica había trabajo, no hubo un efecto cucaracha de empresas que a diario quebraran. Hoy, la situación es delicada, los adultos mayores están preocupados de que estalle el descontento por las condiciones económicas. Expresan: “Nosotros vamos de salida, pero los jóvenes, ¿a qué aspiran? Nos preocupa que no hay trabajo para ellos, el pueblo no va aguantar más.” Sinceramente dudo mucho que aguantemos otro apretón al cinturón, más impuestos a la débil economía doméstica es encender la mecha del descontento social contra la clase política que se ha dedicado a su bienestar personal o grupal que al bienestar de los mexicanos. En buen plan, déjense de tarugadas.
¿Cómo es posible que un país, de la extensión de Baja California Norte y Sur juntas, que importa todas las materias primas (petróleo y minerales) y casi todos sus alimentos (aguacates, melones y peras), sea una de las naciones más poderosas del mundo? ¿Cómo es posible que un país al que le propinaran dos bombas atómicas, resurgiera de sus cenizas y ser lo que ahora es? Todos los japoneses, se pusieron a trabajar, a remar parejo en el mismo barco y lograron el “bienestar para su familia”. Nosotros, pese a los saqueos, contamos con recursos para prosperar, pero seguimos sumidos en la pobreza esperando a ver si un día de estos se logra el “bienestar para tu familia”.
¿Cómo es posible que un país, de la extensión de Baja California Norte y Sur juntas, que importa todas las materias primas (petróleo y minerales) y casi todos sus alimentos (aguacates, melones y peras), sea una de las naciones más poderosas del mundo? ¿Cómo es posible que un país al que le propinaran dos bombas atómicas, resurgiera de sus cenizas y ser lo que ahora es? Todos los japoneses, se pusieron a trabajar, a remar parejo en el mismo barco y lograron el “bienestar para su familia”. Nosotros, pese a los saqueos, contamos con recursos para prosperar, pero seguimos sumidos en la pobreza esperando a ver si un día de estos se logra el “bienestar para tu familia”.
jueves, 10 de septiembre de 2009
A un año de los magnos festejos
Este domingo 13 de septiembre, fecha que conmemora la gesta de los Niños Héroes, inicia el conteo regresivo para festejar el bicentenario del inicio de la independencia de México y el centenario de la revolución mexicana, momentos claves en la Historia de nuestro país que, como quiera que sea, son motivo de orgullo y al mismo tiempo, de insatisfacción. De vanagloria por vivir en un país más o menos libre en comparación a Venezuela o Cuba, ya ni se diga en los países de regímenes totalitarios. De descontento porque seguimos siendo sometidos a los avatares de nuestro vecino del norte, antaño y ahora subordinados silenciosamente al país ibérico, de disgusto por la incapacidad vitalicia de la clase política mexicana. En fin, pese a esas y otras vicisitudes este mes somos muy mexicanos y de diversas maneras expresamos nuestra querencia por este hermoso país, y el próximo año, con algo más que orgullo patriótico, pienso que debe ser ocasión para una seria autocrítica y propiciar la construcción de una auténtica unidad nacional, no solo lisonjas que se limiten a mitigar la actual y dolorosa coyuntura.
Revisando las crónicas de los primeros cien años del México independiente, encontré, además de pomposas fiestas y desfiles con invitados de lujo, el carácter que Porfirio Díaz le impregnó a esos festejos: la reafirmación de su régimen. Tenía la necesidad de mostrar ante los países del mundo y sus inversionistas que nuestra patria, era una nación importante, progresista y confiable. El prestigio internacional de México se fincaba en su disposición a la inversión extranjera, las garantías y privilegios que el gobierno mexicano les otorgaba. En 1910 el régimen porfirista quiso asegurarse un lugar digno en la comunidad mundial. “El primer centenario debe denotar el mayor avance del país con la realización de obras de positiva utilidad pública y de que no hay pueblo que no inaugure en la solemne fecha, una mejora pública de importancia”.
A un año del magno festejo, ¿qué perfil desea darle el jefe del ejecutivo a las fiestas que presidirá? ¿Será una celebración austera? ¿Habrá una faraónica obra que deje para la posteridad? ¿Existe un entusiasmo entre los mexicanos por tal acontecimiento? ¿Sobran o faltan motivos para unirse a estos festejos? Al tiempo.
Postre
José Santos, Responsable de Comunicación Social de la Diócesis de Tehuacán, me envió un cuestionario que él título “10 preguntas patrias básicas”, ya que en pleno mes patrio los reporteros, además de buscar la nota, aprovechan estos días para preguntar o sondear lo que se supone todo mexicano conoce de su país. Para no hacer el oso ante cámaras y micrófonos, conviene buscar en el “mataburros” las respuestas a estas preguntas. ¡Buena suerte!
1. ¿Se sabe la letra del Himno Nacional Mexicano? Completa, no las dos estrofas que comúnmente entonamos.
2. ¿Te sabes el Himno del Estado de Puebla?
3. ¿Cuáles son los Símbolos Patrios?
4. ¿Dónde es la cuna de la independencia? Una pista, el estado de Guanajuato, no es.
5. ¿Quiénes son los héroes que nos dieron patria y libertad?
6. ¿Qué significado patrio tienen los colores de la Bandera Nacional?
7. ¿Qué historia tiene el escudo en nuestra bandera nacional?
8. ¿Quién escribió los “Sentimientos de la Nación”?
9. ¿Cómo están constituidos los poderes de la nación?
10. ¿Cómo está constituida geográfica y socialmente nuestra nación mexicana?
Algunas soluciones a este sondeo las encontrará en el siguiente número.
Revisando las crónicas de los primeros cien años del México independiente, encontré, además de pomposas fiestas y desfiles con invitados de lujo, el carácter que Porfirio Díaz le impregnó a esos festejos: la reafirmación de su régimen. Tenía la necesidad de mostrar ante los países del mundo y sus inversionistas que nuestra patria, era una nación importante, progresista y confiable. El prestigio internacional de México se fincaba en su disposición a la inversión extranjera, las garantías y privilegios que el gobierno mexicano les otorgaba. En 1910 el régimen porfirista quiso asegurarse un lugar digno en la comunidad mundial. “El primer centenario debe denotar el mayor avance del país con la realización de obras de positiva utilidad pública y de que no hay pueblo que no inaugure en la solemne fecha, una mejora pública de importancia”.
A un año del magno festejo, ¿qué perfil desea darle el jefe del ejecutivo a las fiestas que presidirá? ¿Será una celebración austera? ¿Habrá una faraónica obra que deje para la posteridad? ¿Existe un entusiasmo entre los mexicanos por tal acontecimiento? ¿Sobran o faltan motivos para unirse a estos festejos? Al tiempo.
Postre
José Santos, Responsable de Comunicación Social de la Diócesis de Tehuacán, me envió un cuestionario que él título “10 preguntas patrias básicas”, ya que en pleno mes patrio los reporteros, además de buscar la nota, aprovechan estos días para preguntar o sondear lo que se supone todo mexicano conoce de su país. Para no hacer el oso ante cámaras y micrófonos, conviene buscar en el “mataburros” las respuestas a estas preguntas. ¡Buena suerte!
1. ¿Se sabe la letra del Himno Nacional Mexicano? Completa, no las dos estrofas que comúnmente entonamos.
2. ¿Te sabes el Himno del Estado de Puebla?
3. ¿Cuáles son los Símbolos Patrios?
4. ¿Dónde es la cuna de la independencia? Una pista, el estado de Guanajuato, no es.
5. ¿Quiénes son los héroes que nos dieron patria y libertad?
6. ¿Qué significado patrio tienen los colores de la Bandera Nacional?
7. ¿Qué historia tiene el escudo en nuestra bandera nacional?
8. ¿Quién escribió los “Sentimientos de la Nación”?
9. ¿Cómo están constituidos los poderes de la nación?
10. ¿Cómo está constituida geográfica y socialmente nuestra nación mexicana?
Algunas soluciones a este sondeo las encontrará en el siguiente número.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
La mala educación... en México
“Nuestro peor enemigo es la creciente miseria y el oportunismo, las facciones, el pistolerismo, las mafias enriquecidas con el descuento de nuestros miserables sueldos”. Lo anterior es el fragmento de un desplegado que publicó el Comité de Lucha Pro Pliego Petitorio y Democratización de la Sección 9 encabezado por Othón Salazar en julio de 1956. Ustedes preguntarán quién es ése señor. Bueno, además de haber sido profesor normalista, fue el carismático líder de la sección 9 que luchó por la democratización sindical y la reivindicación de las condiciones económicas y laborales del magisterio de su tiempo. Por si no fuera suficiente, denunció a los representantes sindicales espurios, a las autoridades educativas despóticas e ineficientes y reclamó la ausencia de justicia... Por su “rebeldía” le quitaron su plaza y su salario, estuvo en la cárcel y fue alcalde de su pueblo, Alcozauca, Guerrero. En diciembre de 2008 murió en la absoluta pobreza. Poco antes de marcharse de este mundo dijo: “Nunca, ni en los peores momentos, conocí a una dirigente magisterial sindical con un estado de conciencia tan vendido a los intereses económicos y del gobierno”...
En el fracaso de la educación en México todos (padres de familia, alumnos, maestros, directivos y autoridades) estamos implicados, mucho se critica y poco se ha logrado avanzar pese a las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Antaño las evaluaciones eran desdeñadas y ahora todo tiene que examinarse, sin embargo, no se ha identificado lo que se hace bien y lo que se hace mal a fin de encontrar soluciones que permitan mejorar los resultados. Y es que no solo los alumnos reprueban, los profesores también y para colmo de males se omite parte de la Historia de México en los libros de texto.
En la inauguración del ciclo escolar 2009-2010, el presidente de México reconoció que “...se han dado casos en que la plaza para los maestros se resolvía con una palanca, con una influencia, con un contacto, con un compadre y la verdad eso se está acabando gracias a la voluntad de los propios maestros de decir aquí en México las plazas ni se venden, ni se compran, ni se heredan, ni se transan. Las plazas se concursan y entran las mejores y los mejores maestros.” ¿Será?
En el fracaso de la educación en México todos (padres de familia, alumnos, maestros, directivos y autoridades) estamos implicados, mucho se critica y poco se ha logrado avanzar pese a las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Antaño las evaluaciones eran desdeñadas y ahora todo tiene que examinarse, sin embargo, no se ha identificado lo que se hace bien y lo que se hace mal a fin de encontrar soluciones que permitan mejorar los resultados. Y es que no solo los alumnos reprueban, los profesores también y para colmo de males se omite parte de la Historia de México en los libros de texto.
En la inauguración del ciclo escolar 2009-2010, el presidente de México reconoció que “...se han dado casos en que la plaza para los maestros se resolvía con una palanca, con una influencia, con un contacto, con un compadre y la verdad eso se está acabando gracias a la voluntad de los propios maestros de decir aquí en México las plazas ni se venden, ni se compran, ni se heredan, ni se transan. Las plazas se concursan y entran las mejores y los mejores maestros.” ¿Será?
miércoles, 26 de agosto de 2009
Si realmente se quiere, se puede hacer más con menos
Un mes antes de los comicios federales de esta año, Manuel Jáuregui escribió en el diario Reforma un artículo titulado “Vulnerabilidad fiscal”, que en su momento refirió que después de las elecciones de julio iniciarían las negociaciones con el Legislativo para realizar una reforma fiscal que le reste dependencia al Gobierno de los ingresos petroleros, es decir, aumentar los impuestos o crear nuevos gravámenes dado que los precios del crudo han disminuido significativamente (40 por ciento de los ingresos gubernamentales provienen de Pemex). El autor remata su escrito sugiriendo que: “Elevar impuestos no es la única opción que tiene a su disposición el Gobierno. Es quizás la más FÁCIL, la más cómoda (para ellos), pero definitivamente no es la mejor para el desarrollo del País.
“Lo mejor es apretarse el cinturón, bajarle al gasto, eliminar la obesidad burocrática y hacer MÁS CON MENOS: como la sociedad civil entera ha hecho desde octubre del 2008 que tronó la bomba hipotecaria en Estados Unidos.”
Si ha puesto atención a los noticiarios, los gobiernos municipales, al menos los de nuestra entidad poblana, están pasando serias dificultades (las malas lenguas dicen que ya no son negocio) para sostener el aparato burocrático, proporcionar los servicios básicos (basura y vigilancia) y ejecutar obra pública. En buena medida se debe a que no disponen de partidas derivadas de los excedentes por la venta de petróleo o satisfactorios ingresos provenientes del predial. A mi mente viene la mítica frase del entonces presidente de México José López Portillo, al pedir a los mexicanos prepararnos para “administrar la abundancia”, cuando nuestro país se benefició en su momento de los altos precios del oro negro... el resto de la historia ya la conocemos.
Imagine por un momento este escenario en su economía doméstica. Usted recibe un sustancioso aumento de sueldo, además de satisfacer las necesidades de su familia, tiene contemplado dar y darse un gusto, cumplir un capricho, válido, puesto que es su dinero y se esmera para ganárselo. Usted gasta y derrocha, al fin que en la quincena se llena la cartera para dar el tarjetazo. Pero cuando llegan los imprevistos como un accidente, una enfermedad o la pérdida del empleo (¡ni lo quiera Dios!) entonces a parir chayotes. Ahorrar tal vez no es un hábito arraigado en casa, con un préstamo la libramos y como último recurso, empeñamos los bienes de más valor... Así más o menos funciona la economía de nuestro país, se gasta en cosas superfluas, se derrocha, no existe una cultura para guardar y hacer crecer nuestro dinero y patrimonio, no pensamos en el mediano y largo plazo, se ahorcan a los contribuyentes, son intocables y se benefician más a los altos funcionarios y adinerados... Con todo ello no queremos aprender las dolorosas lecciones del pasado de devaluaciones, estatizaciones y dispendios.
Si los tres niveles de gobierno asumieran una actitud empresarial, seguramente sí harían más con menos y gastarían sensatamente. Eliminarían algunos subsidios (agua y luz), desaparecerían Secretarías de Estado que no tienen razón de ser, recortarían el gasto público, aumentarían la recaudación fiscal con la inclusión del empleo informal en la base. En fin, hay muchas maneras de hacer eficientes los recursos y no a costa del pueblo que dudo mucho querrá una vez más, hacer el gran sacrificio, ya ni se diga los partidos políticos que reciben dinero del IFE, reducircelos a la mitad, ¡ni pensarlo!
“Lo mejor es apretarse el cinturón, bajarle al gasto, eliminar la obesidad burocrática y hacer MÁS CON MENOS: como la sociedad civil entera ha hecho desde octubre del 2008 que tronó la bomba hipotecaria en Estados Unidos.”
Si ha puesto atención a los noticiarios, los gobiernos municipales, al menos los de nuestra entidad poblana, están pasando serias dificultades (las malas lenguas dicen que ya no son negocio) para sostener el aparato burocrático, proporcionar los servicios básicos (basura y vigilancia) y ejecutar obra pública. En buena medida se debe a que no disponen de partidas derivadas de los excedentes por la venta de petróleo o satisfactorios ingresos provenientes del predial. A mi mente viene la mítica frase del entonces presidente de México José López Portillo, al pedir a los mexicanos prepararnos para “administrar la abundancia”, cuando nuestro país se benefició en su momento de los altos precios del oro negro... el resto de la historia ya la conocemos.
Imagine por un momento este escenario en su economía doméstica. Usted recibe un sustancioso aumento de sueldo, además de satisfacer las necesidades de su familia, tiene contemplado dar y darse un gusto, cumplir un capricho, válido, puesto que es su dinero y se esmera para ganárselo. Usted gasta y derrocha, al fin que en la quincena se llena la cartera para dar el tarjetazo. Pero cuando llegan los imprevistos como un accidente, una enfermedad o la pérdida del empleo (¡ni lo quiera Dios!) entonces a parir chayotes. Ahorrar tal vez no es un hábito arraigado en casa, con un préstamo la libramos y como último recurso, empeñamos los bienes de más valor... Así más o menos funciona la economía de nuestro país, se gasta en cosas superfluas, se derrocha, no existe una cultura para guardar y hacer crecer nuestro dinero y patrimonio, no pensamos en el mediano y largo plazo, se ahorcan a los contribuyentes, son intocables y se benefician más a los altos funcionarios y adinerados... Con todo ello no queremos aprender las dolorosas lecciones del pasado de devaluaciones, estatizaciones y dispendios.
Si los tres niveles de gobierno asumieran una actitud empresarial, seguramente sí harían más con menos y gastarían sensatamente. Eliminarían algunos subsidios (agua y luz), desaparecerían Secretarías de Estado que no tienen razón de ser, recortarían el gasto público, aumentarían la recaudación fiscal con la inclusión del empleo informal en la base. En fin, hay muchas maneras de hacer eficientes los recursos y no a costa del pueblo que dudo mucho querrá una vez más, hacer el gran sacrificio, ya ni se diga los partidos políticos que reciben dinero del IFE, reducircelos a la mitad, ¡ni pensarlo!
viernes, 21 de agosto de 2009
¡Qué Patolandia ni que ocho cuartos!
A un lector de esta columna no le han agradado las reflexiones de mis últimos escritos. Me pregunta si estoy enojado con la vida, si soy un amargado, por qué nada me parece, por qué soy un “contreras”, por qué cuestiono todo. A este buen amigo le digo que me encantaría escribir cosas que valgan la pena comunicar. Por ejemplo, que el país se recupera de la crisis económica y el empleo repunta, que Zacatlán ingresa a la lista de “Pueblos Mágicos”, que ya hay un prototipo de vacuna contra el SIDA, que Estados Unidos levantó el embargo comercial contra Cuba, que el gobierno cargó con el costo político de aumentar la recaudación fiscal al incluir al comercio informal, que Cristo ha venido por segunda vez a este mundo y nadie se ha percatado de ello.
Últimamente lo que leemos, vemos y escuchamos, en su mayoría son malas noticias, las comunicamos e intentamos darle un sentido crítico y propositivo, otros prefieren distraer a sus audiencias con frivolidades para que olviden por un rato su dura realidad y en el peor de los casos, no informar verdades incómodas. Hasta un sacerdote me amonestó por mi falta de fe para que llueva. Padre, creo en Dios y en su misericordia, lo que no me parece justo es el abuso permanente de ese preciado don que se nos da, queremos que el Todopoderoso nos resuelva la vida sin que movamos un dedo. Ayúdate que yo te ayudaré ¿o no?
Prefiero vivir y conocer un mundo real, con sus dolores y sus pasiones, con sus tristezas y sus añoranzas, con sus alegrías y esperanzas, con sus fatigas y recompensas. Un lugar donde ustedes y yo seamos capaces de transformar un lugar más amigable, menos hostil. ¡Qué Patolandia ni que ocho cuartos!
Y ya entrado en materia, no deja de desconcertarme la decisión de la Suprema Corte de Justicia tras la liberación de 20 participantes en la matanza de 45 indígenas el 22 de diciembre de 1997. Si el debido proceso no estuvo bien, entonces la consecuencia del fallo era, al menos, nombrar una comisión independiente (como el caso de la guardería de Hermosillo) para que se haga una buena investigación sin demeritar los testimonios y las acusaciones directas, mas no dejar en libertad a los sicarios.
Raúl Vera Lima, Obispo de la Diócesis de Saltillo y en su momento Obispo coadjutor de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas indicó que, “si se deja al país en la violencia cuando no se ejerce la justicia ni la persecución del delito, es evidente que se está cubriendo a los responsables de ese crimen de lesa humanidad”. Por su parte Lidya Cacho señala que “Acteal es y será una herida abierta para México, sangra ahora por la incapacidad del Estado para proteger a las víctimas y por enviciar aún más el putrefacto sistema de justicia penal.” Y si no, al tiempo.
Últimamente lo que leemos, vemos y escuchamos, en su mayoría son malas noticias, las comunicamos e intentamos darle un sentido crítico y propositivo, otros prefieren distraer a sus audiencias con frivolidades para que olviden por un rato su dura realidad y en el peor de los casos, no informar verdades incómodas. Hasta un sacerdote me amonestó por mi falta de fe para que llueva. Padre, creo en Dios y en su misericordia, lo que no me parece justo es el abuso permanente de ese preciado don que se nos da, queremos que el Todopoderoso nos resuelva la vida sin que movamos un dedo. Ayúdate que yo te ayudaré ¿o no?
Prefiero vivir y conocer un mundo real, con sus dolores y sus pasiones, con sus tristezas y sus añoranzas, con sus alegrías y esperanzas, con sus fatigas y recompensas. Un lugar donde ustedes y yo seamos capaces de transformar un lugar más amigable, menos hostil. ¡Qué Patolandia ni que ocho cuartos!
Y ya entrado en materia, no deja de desconcertarme la decisión de la Suprema Corte de Justicia tras la liberación de 20 participantes en la matanza de 45 indígenas el 22 de diciembre de 1997. Si el debido proceso no estuvo bien, entonces la consecuencia del fallo era, al menos, nombrar una comisión independiente (como el caso de la guardería de Hermosillo) para que se haga una buena investigación sin demeritar los testimonios y las acusaciones directas, mas no dejar en libertad a los sicarios.
Raúl Vera Lima, Obispo de la Diócesis de Saltillo y en su momento Obispo coadjutor de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas indicó que, “si se deja al país en la violencia cuando no se ejerce la justicia ni la persecución del delito, es evidente que se está cubriendo a los responsables de ese crimen de lesa humanidad”. Por su parte Lidya Cacho señala que “Acteal es y será una herida abierta para México, sangra ahora por la incapacidad del Estado para proteger a las víctimas y por enviciar aún más el putrefacto sistema de justicia penal.” Y si no, al tiempo.
miércoles, 12 de agosto de 2009
No más problemas, ahora el agua
Estoy seguro que, lo menos que quiere recibir en estos días son malas noticias. Con el desempleo, el alza silenciosa de los precios, la ola violenta del crimen organizado y la crisis económica tenemos suficiente. Por si fuera poco no llueve, lo que provoca que se reduzca sensiblemente el agua para el uso agrícola, industrial y humano, los mantos freáticos se secan, las presas están por debajo de sus niveles normales de almacenamiento. Para colmo de males se sigue desperdiciando insensatamente el vital líquido, arrecian las estiajes y no cesa la contaminación de los ríos. Estos factores propician que el oro azul adquiera más valor, paulatina y peligrosamente deja de ser un bien público y no sería raro que en pocos años se vuelvan realidad lo que algunos futurólogos llamaron “guerras por el agua”.
El 25 de febrero de 2005 Naciones Unidas inauguró un Decenio Internacional del Agua con el lema “El agua, fuente de vida”. Todos los países miembros de la ONU se comprometieron a emprender acciones especiales para asegurar la disponibilidad y el uso racional de este recurso. Ese día el Secretario General de la ONU, Kofi Annan dijo: “Estamos ante un asunto urgente de desarrollo humano y de dignidad humana. Juntos podemos proporcionar agua potable y apta para el consumo a todas las personas del mundo. Los recursos hídricos del planeta son nuestro único medio de supervivencia y de desarrollo sostenible en el siglo XXI. Debemos, juntos, ordenarlos mejor.”
Fortalecer la cultura del uso y conservación del agua es el principal factor que permitirá nuestra supervivencia, muchos están confiados de que sí hay suficiente pero no es así. Imaginemos el día que las comunidades rurales ya no quieran que les exploten sus pozos para llevar el líquido vital a los fraccionamientos, los hoteles e industrias que lo demandan (¡hombre!, no les puede faltar) afectando a las colonias populares y unidades habitacionales ya sea por el desabasto, los recortes o fallas en el suministro. Pero no todo para ahí, hectáreas de bosques y selvas desaparecen cada día por la tala indiscriminada, lo que incide en una menor captación del recurso que renueve los mantos freáticos, ni siquiera se reforesta para revertir la degradación del suelo, el agua de lluvia que podría ser captada y aprovechada para darle otros usos se mezcla con las aguas sucias o residuales. Muchos se quejan de que es excesivo el cobro por el servicio de agua (y eso que no pagamos el costo real) pese a ello se paga.
Una persona necesita 5 litros diarios para beber y cocinar y otros 25 para higiene personal; una familia de cinco miembros, 150 litros. Sin embargo, la media de Europa está en 165 litros y la familia canadiense está utilizando 350 litros, mientras la media de África es de 20 litros, en tanto el consumo de agua en México es de 320 litros. A este ritmo, para mediados del siglo XXI, de 2 mil a 7 mil millones de personas (según las diferentes previsiones) sufrirán escasez de agua en más de 70 países...
Algunos sacerdotes en sus homilías comparten con los fieles su preocupación por la falta de lluvias y oran para que el Todopoderoso abra las compuertas del cielo y calme la sed de este mundo. Sin embargo, me inquieta que por más invocaciones que imploremos, ¡no llueve! ¿Castigo divino? Tal vez, no lo sé, lo que sí es cierto es que si cada uno de nosotros no hacemos la parte que nos corresponde para cuidar el preciado recurso, más nos vale no quejarnos después, no se vale que todo se lo dejemos a Dios y que la humanidad insensata y destructora se beneficie de los milagros. Si no llueve, el agua que tengamos mañana, dependerá de la que ahorremos hoy.
Dios ya permitió un diluvió, ojalá no permita una sequía aunque el mismo hombre hace todo lo necesario para propiciarlo. Al tiempo.
El 25 de febrero de 2005 Naciones Unidas inauguró un Decenio Internacional del Agua con el lema “El agua, fuente de vida”. Todos los países miembros de la ONU se comprometieron a emprender acciones especiales para asegurar la disponibilidad y el uso racional de este recurso. Ese día el Secretario General de la ONU, Kofi Annan dijo: “Estamos ante un asunto urgente de desarrollo humano y de dignidad humana. Juntos podemos proporcionar agua potable y apta para el consumo a todas las personas del mundo. Los recursos hídricos del planeta son nuestro único medio de supervivencia y de desarrollo sostenible en el siglo XXI. Debemos, juntos, ordenarlos mejor.”
Fortalecer la cultura del uso y conservación del agua es el principal factor que permitirá nuestra supervivencia, muchos están confiados de que sí hay suficiente pero no es así. Imaginemos el día que las comunidades rurales ya no quieran que les exploten sus pozos para llevar el líquido vital a los fraccionamientos, los hoteles e industrias que lo demandan (¡hombre!, no les puede faltar) afectando a las colonias populares y unidades habitacionales ya sea por el desabasto, los recortes o fallas en el suministro. Pero no todo para ahí, hectáreas de bosques y selvas desaparecen cada día por la tala indiscriminada, lo que incide en una menor captación del recurso que renueve los mantos freáticos, ni siquiera se reforesta para revertir la degradación del suelo, el agua de lluvia que podría ser captada y aprovechada para darle otros usos se mezcla con las aguas sucias o residuales. Muchos se quejan de que es excesivo el cobro por el servicio de agua (y eso que no pagamos el costo real) pese a ello se paga.
Una persona necesita 5 litros diarios para beber y cocinar y otros 25 para higiene personal; una familia de cinco miembros, 150 litros. Sin embargo, la media de Europa está en 165 litros y la familia canadiense está utilizando 350 litros, mientras la media de África es de 20 litros, en tanto el consumo de agua en México es de 320 litros. A este ritmo, para mediados del siglo XXI, de 2 mil a 7 mil millones de personas (según las diferentes previsiones) sufrirán escasez de agua en más de 70 países...
Algunos sacerdotes en sus homilías comparten con los fieles su preocupación por la falta de lluvias y oran para que el Todopoderoso abra las compuertas del cielo y calme la sed de este mundo. Sin embargo, me inquieta que por más invocaciones que imploremos, ¡no llueve! ¿Castigo divino? Tal vez, no lo sé, lo que sí es cierto es que si cada uno de nosotros no hacemos la parte que nos corresponde para cuidar el preciado recurso, más nos vale no quejarnos después, no se vale que todo se lo dejemos a Dios y que la humanidad insensata y destructora se beneficie de los milagros. Si no llueve, el agua que tengamos mañana, dependerá de la que ahorremos hoy.
Dios ya permitió un diluvió, ojalá no permita una sequía aunque el mismo hombre hace todo lo necesario para propiciarlo. Al tiempo.
miércoles, 5 de agosto de 2009
En espera de justicia
En el catálogo de refranes que expresan la sabiduría popular hay un adagio que dice: “Hasta que la revolución te hizo justicia”. Generalmente lo manifestamos cuando alguien recibe tardíamente un aumento de sueldo, cuando a un compañero de trabajo años después lo premian por su dedicación y sus esfuerzos, cuando la autoridad en turno ejecuta una obra en alguna colonia y que por años fue la principal demanda ciudadana. En fin, son diversas las aristas que le podemos dar a este peculiar proverbio y en el caso de los empresarios Alejandro Martí y Nelson Vargas, al parecer la revolución está a punto de hacerles justicia tras la captura de los presuntos asesinos de Fernando Martí y Silvia Vargas, hijos de los citados hombres de negocios.
Es posible que estas acciones traten de enmendar el magro papel de las instituciones encargadas de impartir justicia en nuestro país, ya que estamos a pocos días de que se cumpla un año de la firma del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad (21 de agosto de 2008), cuyo momento cúspide fue el enérgico reclamo que Alejandro Martí hiciera a la clase política: “Si piensan que la vara es muy alta y no pueden, renuncien. No sigan recibiendo un sueldo sin hacer nada...” Ni qué decir del impotente reproche salido de lo más hondo del corazón de Nelson Vargas al señalar que las autoridades “no tienen madre” y constatar que “es tan grande la ineficiencia e ineficacia de los policías de México, que los agraviados tenemos no sólo que cuidarnos de la delincuencia, sino investigar y si es posible capturarlos y entregarlos”.
Ellos, como quiera que sea, buscan por sus propios medios que se haga justicia y al parecer lo están consiguiendo a fuerza de terquedad, buenos abogados y la suma de voluntades a través de movimientos como México Unido Contra la Delincuencia o el Sistema de Observación para la Seguridad Ciudadana. Sin embargo, ciudadanos de a pie, como usted y como yo, que no tenemos el poder político o económico, ni los recursos para contratar los servicios de un litigante competente ¿qué nos espera? Tal vez sufrir la misma suerte que Antonio Equihua Peralta, un joven de 16 años que fue secuestrado y encontrado sin vida en la cajuela de un automóvil durante la contingencia sanitaria (22 de abril de este año), durante los días de escándalo político (Ahumada y De la Madrid). Dudo mucho que algún medio de comunicación hubiese querido dar el mismo valor informativo que los casos de Fernando y Silvia dado que se trató del mismo delito pero, como el muchacho no es hijo de familia acaudalada, no es noticia.
Aunque se han hecho grandes esfuerzos para mantener el orden y la legalidad, la impunidad persiste, los delincuentes siguen en las calles y la sociedad día a día es agraviada. En este sentido Alejandro Martí propone que “la seguridad ciudadana sea llevada al mismo nivel de importancia que el que las autoridades federales otorgan al combate a la delincuencia organizada. La protección al ciudadano debe ser una prioridad del Estado Mexicano”, y yo agrego, que no sea un acto de buena voluntad política.
Por cierto, en el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la legalidad signado hace un año incluyeron a las Asociaciones Religiosas y se comprometían a: “Fomentar en sus programas de difusión, en sus edificios, en sus iglesias y en sus lugares de oración, la cultura de la legalidad y la seguridad, la práctica de la denuncia, el combate a las adicciones, los derechos humanos y la transparencia.” ¿Sumamos voluntades?
Es posible que estas acciones traten de enmendar el magro papel de las instituciones encargadas de impartir justicia en nuestro país, ya que estamos a pocos días de que se cumpla un año de la firma del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad (21 de agosto de 2008), cuyo momento cúspide fue el enérgico reclamo que Alejandro Martí hiciera a la clase política: “Si piensan que la vara es muy alta y no pueden, renuncien. No sigan recibiendo un sueldo sin hacer nada...” Ni qué decir del impotente reproche salido de lo más hondo del corazón de Nelson Vargas al señalar que las autoridades “no tienen madre” y constatar que “es tan grande la ineficiencia e ineficacia de los policías de México, que los agraviados tenemos no sólo que cuidarnos de la delincuencia, sino investigar y si es posible capturarlos y entregarlos”.
Ellos, como quiera que sea, buscan por sus propios medios que se haga justicia y al parecer lo están consiguiendo a fuerza de terquedad, buenos abogados y la suma de voluntades a través de movimientos como México Unido Contra la Delincuencia o el Sistema de Observación para la Seguridad Ciudadana. Sin embargo, ciudadanos de a pie, como usted y como yo, que no tenemos el poder político o económico, ni los recursos para contratar los servicios de un litigante competente ¿qué nos espera? Tal vez sufrir la misma suerte que Antonio Equihua Peralta, un joven de 16 años que fue secuestrado y encontrado sin vida en la cajuela de un automóvil durante la contingencia sanitaria (22 de abril de este año), durante los días de escándalo político (Ahumada y De la Madrid). Dudo mucho que algún medio de comunicación hubiese querido dar el mismo valor informativo que los casos de Fernando y Silvia dado que se trató del mismo delito pero, como el muchacho no es hijo de familia acaudalada, no es noticia.
Aunque se han hecho grandes esfuerzos para mantener el orden y la legalidad, la impunidad persiste, los delincuentes siguen en las calles y la sociedad día a día es agraviada. En este sentido Alejandro Martí propone que “la seguridad ciudadana sea llevada al mismo nivel de importancia que el que las autoridades federales otorgan al combate a la delincuencia organizada. La protección al ciudadano debe ser una prioridad del Estado Mexicano”, y yo agrego, que no sea un acto de buena voluntad política.
Por cierto, en el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la legalidad signado hace un año incluyeron a las Asociaciones Religiosas y se comprometían a: “Fomentar en sus programas de difusión, en sus edificios, en sus iglesias y en sus lugares de oración, la cultura de la legalidad y la seguridad, la práctica de la denuncia, el combate a las adicciones, los derechos humanos y la transparencia.” ¿Sumamos voluntades?
miércoles, 29 de julio de 2009
Familia sé lo que eres
En el último Encuentro Nacional de Responsables de la Pastoral de la Comunicación celebrado en la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, en octubre de 2008, el principal compromiso que surgió de aquella reunión fue la elaboración de una campaña nacional, para ello se involucraron a los responsables de las oficinas diocesanas de comunicación, los medios de comunicación católicos y diversos organismos que apoyan la pastoral de la comunicación. El tema que se eligió fue la familia y cada una de las Provincias Eclesiásticas de nuestro país trabajaron en una área específica: a una le tocó diseñar la imagen institucional, a otra desarrollar el sitio web, a otra los promocionales en video, a otra los spots de radio, a otra la canción y así sucesivamente hasta lograr, con esa suma de esfuerzos, lo que ahora es la cruzada nacional “Familia, sé lo que eres”, que dio inicio el pasado domingo 26 de julio y cuyo propósito, además de impulsar la institución de la familia, es la promoción de valores.
Durante la apertura de la campaña el Padre Omar Sotelo, Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación indicó que hay que empezar a evangelizar de una manera más moderna. “El mensaje es el mismo, lo que cambia es la forma en la que llega: es hablarle al hombre de hoy con los medios de hoy.” Para ello la Iglesia católica mexicana enviará materiales interactivos tales como oraciones, el Evangelio del día, incluso el Rosario para que se puedan descargar en dispositivos de comunicación móviles, además formar parte de las redes sociales de Iglesia, como lo ha empezado a hacer la Arquidiócesis de Tlalnepantla.
Cabe agregar que próximamente se lanzará una campaña para “alzar la voz” contra la inseguridad y la violencia, “pues en casi todas las provincias eclesiásticas de México experimentan la violencia del narcotráfico”, por lo que confían en que la efectividad del Evangelio traiga paz al caos que se vive en nuestro país.
Le recomiendo visitar el sitio web www.familia2009.riialmexico.org.mx/#, ahí está disponible todo el material de la campaña para que en su templo o parroquia, en su red social o sitio web lo difunda. Estamos seguros de que esta iniciativa de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación dará los frutos deseados.
Postre
Finalmente transcurrieron 41 días para que la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL) y agentes de la Secretaría de Seguridad Pública cancelaran las transmisiones de la emisora cristiana Radio Vida, por no contar con los debidos permisos. Los locutores de la radiodifusora indicaron que “si alguien se oponía a las actividades de la emisora se oponía a la voluntad del Creador.” Sencillamente se actuó conforme a la ley.
Durante la apertura de la campaña el Padre Omar Sotelo, Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación indicó que hay que empezar a evangelizar de una manera más moderna. “El mensaje es el mismo, lo que cambia es la forma en la que llega: es hablarle al hombre de hoy con los medios de hoy.” Para ello la Iglesia católica mexicana enviará materiales interactivos tales como oraciones, el Evangelio del día, incluso el Rosario para que se puedan descargar en dispositivos de comunicación móviles, además formar parte de las redes sociales de Iglesia, como lo ha empezado a hacer la Arquidiócesis de Tlalnepantla.
Cabe agregar que próximamente se lanzará una campaña para “alzar la voz” contra la inseguridad y la violencia, “pues en casi todas las provincias eclesiásticas de México experimentan la violencia del narcotráfico”, por lo que confían en que la efectividad del Evangelio traiga paz al caos que se vive en nuestro país.
Le recomiendo visitar el sitio web www.familia2009.riialmexico.org.mx/#, ahí está disponible todo el material de la campaña para que en su templo o parroquia, en su red social o sitio web lo difunda. Estamos seguros de que esta iniciativa de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación dará los frutos deseados.
Postre
Finalmente transcurrieron 41 días para que la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL) y agentes de la Secretaría de Seguridad Pública cancelaran las transmisiones de la emisora cristiana Radio Vida, por no contar con los debidos permisos. Los locutores de la radiodifusora indicaron que “si alguien se oponía a las actividades de la emisora se oponía a la voluntad del Creador.” Sencillamente se actuó conforme a la ley.
miércoles, 22 de julio de 2009
Harry Potter, los ángeles te saludan
En marzo de 2003 Joseph Ratzinger, en aquel entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, actualmente Benedicto XVI, Vicario de Cristo, condenó duramente a Harry Potter al considerar que “ese filme corrompe el alma de los jóvenes cristianos en una edad delicada ya que aún no se han formado”. De los libros... Bueno no pasaron de ser “tentaciones sutiles” capaces de corromper a los jóvenes cristianos. Las opiniones fueron negativas desde la primer película: “anticristianas” y “poco educativas”. Sorprende que la semana pasada la Santa Sede, a través de su órgano oficial, L´Osservatore Romano, expresara una crítica positiva a la última entrega de las aventuras del joven mago, El príncipe mestizo. “Hay una clara línea de separación entre aquellos que trabajan para el bien y aquellos que lo hacen para el mal y el espectador no tiene dificultades para identificarse con los primeros.” “El desafío (...) es impedir que las fuerzas de las tinieblas triunfen.”
Tras el beneplácito expresado por el rotativo católico a la historia de la escritora británica J.K. Rowling, en las principales redes sociales virtuales (MySpace, Facebook y Twitter) se congratularon con la Santa Sede porque finalmente entendió la trascendencia de la saga –más si tenemos todas las historias en su conjunto—, y aquellos que no aceptan lo que un cristiano, con criterio, le digan qué debe y no debe ver, leer y escuchar... Mis estimados amigos, en todos lados se cuecen habas, nomás asómense a China, al mundo árabe y musulmán, incluso al judío para constatar que no somos los únicos con estas vicisitudes.
El fenómeno de Harry Potter, que para algunos sectores ultraconservadores católicos, correspondía a un “falso modelo”, es ahora visto con ojos menos severos. Y es que como bien señala Luis García Orso S.J. en su libro Una guía para ver el cine (editan Universidad Iberoamericana León y Servicios Educativos A.C., segunda edición. 2005, México) “el cine me lleva a mirar de otra manera la realidad, a no cerrar los ojos o a ignorarla; me lleva a reaccionar y a desear algo mejor para este mundo, no a justificar la realidad o a querer domesticarla; me abre nuevas y creativas posibilidades de vida, no me deja egoístamente satisfecho e instalado en mi diminuto mundo.
“El verdadero cine (...) desea romper nuestro estrecho mundo (...) sigue siendo una amorosa provocación”.
Tras el beneplácito expresado por el rotativo católico a la historia de la escritora británica J.K. Rowling, en las principales redes sociales virtuales (MySpace, Facebook y Twitter) se congratularon con la Santa Sede porque finalmente entendió la trascendencia de la saga –más si tenemos todas las historias en su conjunto—, y aquellos que no aceptan lo que un cristiano, con criterio, le digan qué debe y no debe ver, leer y escuchar... Mis estimados amigos, en todos lados se cuecen habas, nomás asómense a China, al mundo árabe y musulmán, incluso al judío para constatar que no somos los únicos con estas vicisitudes.
El fenómeno de Harry Potter, que para algunos sectores ultraconservadores católicos, correspondía a un “falso modelo”, es ahora visto con ojos menos severos. Y es que como bien señala Luis García Orso S.J. en su libro Una guía para ver el cine (editan Universidad Iberoamericana León y Servicios Educativos A.C., segunda edición. 2005, México) “el cine me lleva a mirar de otra manera la realidad, a no cerrar los ojos o a ignorarla; me lleva a reaccionar y a desear algo mejor para este mundo, no a justificar la realidad o a querer domesticarla; me abre nuevas y creativas posibilidades de vida, no me deja egoístamente satisfecho e instalado en mi diminuto mundo.
“El verdadero cine (...) desea romper nuestro estrecho mundo (...) sigue siendo una amorosa provocación”.
miércoles, 15 de julio de 2009
Del México manso al México violento
Cómo olvidar que hace cinco años la mega marcha ciudadana (28 de junio de 2004), que se gestó en el corazón de nuestro país, sacudió la conciencia nacional. Fue un grito silencioso, un ¡basta ya! contra el crimen y la violencia, un ¡basta ya! contra la ineficacia y la impunidad de las autoridades para aplicar sin más miramientos la ley, un ¡basta ya! contra los medios de comunicación que se convirtieron en catalizadores del miedo y la desconfianza, un ¡basta ya! de seguir siendo el México manso y alzar la voz. En aquel entonces confiamos que ahora sí el gobierno no menospreciaría el clamor popular, que habría cambios, menos palabras y más acciones para combatir la delincuencia, y aunque el gobierno ha actuado con todos los medios a su alcance, los resultados o golpes han sido más mediáticos sin que se perciba debilidad en el enemigo, al contrario, cada respuesta es más virulenta. ¿Realmente había necesidad de agitar el avispero o seguir jugando a los policías y ladrones para perpetuar el México manso?
En una declaración conjunta de los Obispos de la Región Noreste de México (2 de junio de 2005), reflexionan que “no podemos permanecer impasibles y callados ante el estruendo de la violencia, que sigue bañando de sangre esta región de México y la ola silenciosa, no menos destructiva que va generando el consumo de estupefacientes. Paralelamente a esto, constatamos los efectos y nexos demoledores que aparecen en nuestra sociedasd, y que tienen relación directa con el narcotráfico, como el lavado de dinero, la prostitución, el tráfico de armas, la violencia intrafamiliar, el soborno, la agresividad social, el resquebrajamiento de la salud psiquica y física entre otros.”
Si bien conocemos el problema de forma y de fondo, la aplicación de soluciones están resultando inútiles, de poca o nula efectividad, ni siquiera reclutando un buen destacamento o comando con buenos pertrechos saldría bien librado de un ataque con armamento más sofisticado del que poseen. También está latente la tentación de sucumbir a los generosos sobornos de los hampones pese a los sustanciosos incrementos que decretó el Presidente Calderón para la milicia y este es uno de los obstáculos que le toca solucionar al gobierno, la desigualdad social, porque niega oportunidades de desarrollo a la mayor parte de la población, y la coloca en la trampa de enajenarse en las adicciones y encontrar una fuente de trabajo en el crimen organizado. La otra dificultad es el flagelo de la corrupción y la impunidad que lesionan el Estado de Derecho y conduce a socavar las bases legítimas que sustentan el tejido social. Se crean vacíos de poder que abren la puerta a la ingobernabilidad y a la sospecha latente, por parte de la ciudadanía, ante quienes ejercen la autoridad.
México no merece vivir bajo el miedo y la amenaza de unos cuantos que quieren acabar con sus jóvenes, con sus hombres y mujeres, creando una cultura de muerte y sembrando el terror por doquier, tal es el caso de Manuel Arroyo Galván, un valeroso defensor de los derechos humanos en Chihuahua que ofrendó su vida. Ahora más que nunca es necesario convocar nuevamente a las organizaciones sociales y empresariales, a las instituciones educativas, a los políticos y a los medios de comunicación para fortalecer el frente común que se venía construyendo, libre de protagonismos y evite las confrontaciones estériles, que articule esfuerzos en contra del crimen organizado porque la marcha ciudadana contra la violencia del año pasado evidenció una seria falta de unidad e interés de la sociedad en su conjunto.
Todavía estamos a tiempo, de corazón oremos para no correr la misma suerte que Colombia, para no seguir viviendo en un México manso y violento.
Postre
¿Es legal o ilegal Radio vida? De acuerdo a El Columnista en su edición del 23 de junio, en el listado de licencias de 2009 que publica la SCT federal y la Cofetel, Radio Vida no es reconocida como estación a diferencia de Radio María, otra radiodifusora religiosa pero de corte católico. ¿Radio Vida recibió ayuda para lograr la instalación y agilizar las gestiones o no? Son dudasW
En una declaración conjunta de los Obispos de la Región Noreste de México (2 de junio de 2005), reflexionan que “no podemos permanecer impasibles y callados ante el estruendo de la violencia, que sigue bañando de sangre esta región de México y la ola silenciosa, no menos destructiva que va generando el consumo de estupefacientes. Paralelamente a esto, constatamos los efectos y nexos demoledores que aparecen en nuestra sociedasd, y que tienen relación directa con el narcotráfico, como el lavado de dinero, la prostitución, el tráfico de armas, la violencia intrafamiliar, el soborno, la agresividad social, el resquebrajamiento de la salud psiquica y física entre otros.”
Si bien conocemos el problema de forma y de fondo, la aplicación de soluciones están resultando inútiles, de poca o nula efectividad, ni siquiera reclutando un buen destacamento o comando con buenos pertrechos saldría bien librado de un ataque con armamento más sofisticado del que poseen. También está latente la tentación de sucumbir a los generosos sobornos de los hampones pese a los sustanciosos incrementos que decretó el Presidente Calderón para la milicia y este es uno de los obstáculos que le toca solucionar al gobierno, la desigualdad social, porque niega oportunidades de desarrollo a la mayor parte de la población, y la coloca en la trampa de enajenarse en las adicciones y encontrar una fuente de trabajo en el crimen organizado. La otra dificultad es el flagelo de la corrupción y la impunidad que lesionan el Estado de Derecho y conduce a socavar las bases legítimas que sustentan el tejido social. Se crean vacíos de poder que abren la puerta a la ingobernabilidad y a la sospecha latente, por parte de la ciudadanía, ante quienes ejercen la autoridad.
México no merece vivir bajo el miedo y la amenaza de unos cuantos que quieren acabar con sus jóvenes, con sus hombres y mujeres, creando una cultura de muerte y sembrando el terror por doquier, tal es el caso de Manuel Arroyo Galván, un valeroso defensor de los derechos humanos en Chihuahua que ofrendó su vida. Ahora más que nunca es necesario convocar nuevamente a las organizaciones sociales y empresariales, a las instituciones educativas, a los políticos y a los medios de comunicación para fortalecer el frente común que se venía construyendo, libre de protagonismos y evite las confrontaciones estériles, que articule esfuerzos en contra del crimen organizado porque la marcha ciudadana contra la violencia del año pasado evidenció una seria falta de unidad e interés de la sociedad en su conjunto.
Todavía estamos a tiempo, de corazón oremos para no correr la misma suerte que Colombia, para no seguir viviendo en un México manso y violento.
Postre
¿Es legal o ilegal Radio vida? De acuerdo a El Columnista en su edición del 23 de junio, en el listado de licencias de 2009 que publica la SCT federal y la Cofetel, Radio Vida no es reconocida como estación a diferencia de Radio María, otra radiodifusora religiosa pero de corte católico. ¿Radio Vida recibió ayuda para lograr la instalación y agilizar las gestiones o no? Son dudasW
jueves, 9 de julio de 2009
Ya votamos, ¿qué sigue?
El IFE y los partidos (sobre todo el triunfador por amplia e incuestionable mayoría) seguramente están muy agradecidos con los ciudadanos que acudimos a votar, insistieron hasta el cansancio, ¿no? Tan efectivas fueron las campañas que el 44.69 por ciento del padrón electoral participó en los comicios, dentro de ese porcentaje los votos anulados se adjudicaron 5.39 puntos porcentuales...
Participar en la vida política y democrática de nuestro país no puede ni debe limitarse al sufragio, como también es cierto que seguir en la línea de la inconformidad y el rechazo hacia las instituciones nacionales no es suficiente para que se genere algún cambio.
Creo que ya es tiempo de dar el siguiente paso en la dinámica entre gobernados y gobernantes: que el poder ciudadano se pueda ejercer plenamente exigiendo resultados y transparencia a quienes desempeñan un cargo público (ya sea como gobernador, presidente municipal o regidor) y a los señores legisladores (diputados y senadores). Y si hacen sus trinquetes de siempre o cuidan sus feudos de poder, presionarlos de una u otra forma para que trabajen, no se puede seguir confiando ciegamente en que las promesas sí se cumplirán y después, como es una añeja costumbre, nos receten el mismo jarabe de pico.
Los nuevos legisladores saben que nuestro país atraviesa por una gran crisis en diversos órdenes, esperamos que sean conscientes de la gran responsabilidad que tienen para enderezar el camino, ojalá no traicionen la confianza de quienes optaron por el “más vale viejo conocido que bueno por conocer”. Así como ellos nos plantearon “atractivos” ofrecimientos, los ciudadanos también tenemos algo qué proponerles, que sepan que nos estamos organizando para reclamarles lo que queremos para México y para nosotros. He aquí algunas sugerencias:
1. Demandamos que disminuya de 500 a 300 diputados federales y de 128 a 32 senadores, un represente por estado de la republica. Con ello se reducen sustancialmente salarios, gastos de representación, comisiones especiales, telefonía, seguridad, viajes, bonos, etc.
2. Desaparecer a los legisladores plurinominales. No es posible que además del excesivo cuerpo legislativo, nos cuesten también a quienes el pueblo no elige, para que los políticos pongan a su antojo sus sucesores de ideología o parientes.
3. Recortar el presupuesto que reciben los partidos políticos a la mitad. Es humillante para los pobres ver el dinero que se despilfarra cuando los tricolores, los blanquiazules, los naranjas, los verdes o los amarillos extienden la mano y no conformes, quieren más.
4. Queremos candidatos ciudadanos independientes, que no dependan ni estén ligados a cualquiera de los partidos.
5. La aplicación del plebiscito. Su definición dice textualmente: “Es la consulta en la que se somete una propuesta a votación para que los ciudadanos se manifiesten en contra o a favor.” Eso se llama aplicación de nuestra voluntad.
6. La aplicación del referéndum, definido como: “Un procedimiento para tomar decisiones por el cual los ciudadanos ejercen el derecho de sufragio para decidir acerca de una propuesta de resolución mediante la expresión de su acuerdo o desacuerdo.” En pocas palabras, ser tomados en cuenta.
Y así podríamos seguir con el enlistado de propuestas y demandas ciudadanas, todas ellas interesantes e incuestionables, el asunto es si nuestros flamantes legisladores están dispuestos a integrarlas en su agenda de trabajo o ignorarlas y seguir con la rentable partidocracia.
Ya votamos, ¿qué sigue? Exigir, presionar para que legislen los cambios que han sido postergados. Ya estamos hartos de tanto abuso. Todo tiene un límite.
Participar en la vida política y democrática de nuestro país no puede ni debe limitarse al sufragio, como también es cierto que seguir en la línea de la inconformidad y el rechazo hacia las instituciones nacionales no es suficiente para que se genere algún cambio.
Creo que ya es tiempo de dar el siguiente paso en la dinámica entre gobernados y gobernantes: que el poder ciudadano se pueda ejercer plenamente exigiendo resultados y transparencia a quienes desempeñan un cargo público (ya sea como gobernador, presidente municipal o regidor) y a los señores legisladores (diputados y senadores). Y si hacen sus trinquetes de siempre o cuidan sus feudos de poder, presionarlos de una u otra forma para que trabajen, no se puede seguir confiando ciegamente en que las promesas sí se cumplirán y después, como es una añeja costumbre, nos receten el mismo jarabe de pico.
Los nuevos legisladores saben que nuestro país atraviesa por una gran crisis en diversos órdenes, esperamos que sean conscientes de la gran responsabilidad que tienen para enderezar el camino, ojalá no traicionen la confianza de quienes optaron por el “más vale viejo conocido que bueno por conocer”. Así como ellos nos plantearon “atractivos” ofrecimientos, los ciudadanos también tenemos algo qué proponerles, que sepan que nos estamos organizando para reclamarles lo que queremos para México y para nosotros. He aquí algunas sugerencias:
1. Demandamos que disminuya de 500 a 300 diputados federales y de 128 a 32 senadores, un represente por estado de la republica. Con ello se reducen sustancialmente salarios, gastos de representación, comisiones especiales, telefonía, seguridad, viajes, bonos, etc.
2. Desaparecer a los legisladores plurinominales. No es posible que además del excesivo cuerpo legislativo, nos cuesten también a quienes el pueblo no elige, para que los políticos pongan a su antojo sus sucesores de ideología o parientes.
3. Recortar el presupuesto que reciben los partidos políticos a la mitad. Es humillante para los pobres ver el dinero que se despilfarra cuando los tricolores, los blanquiazules, los naranjas, los verdes o los amarillos extienden la mano y no conformes, quieren más.
4. Queremos candidatos ciudadanos independientes, que no dependan ni estén ligados a cualquiera de los partidos.
5. La aplicación del plebiscito. Su definición dice textualmente: “Es la consulta en la que se somete una propuesta a votación para que los ciudadanos se manifiesten en contra o a favor.” Eso se llama aplicación de nuestra voluntad.
6. La aplicación del referéndum, definido como: “Un procedimiento para tomar decisiones por el cual los ciudadanos ejercen el derecho de sufragio para decidir acerca de una propuesta de resolución mediante la expresión de su acuerdo o desacuerdo.” En pocas palabras, ser tomados en cuenta.
Y así podríamos seguir con el enlistado de propuestas y demandas ciudadanas, todas ellas interesantes e incuestionables, el asunto es si nuestros flamantes legisladores están dispuestos a integrarlas en su agenda de trabajo o ignorarlas y seguir con la rentable partidocracia.
Ya votamos, ¿qué sigue? Exigir, presionar para que legislen los cambios que han sido postergados. Ya estamos hartos de tanto abuso. Todo tiene un límite.
miércoles, 1 de julio de 2009
Se diluye la "preciosa paz"
Tal vez se acabó la “preciosa paz” que gozaba la ciudad de los querubines, tarde o temprano la narcoviolencia llegaría a Puebla y los hechos violentos registrados en los últimos días en la zona conurbana de la angelopolis revelan lo que meses atrás señalamos: la necedad de las autoridades para reconocer la presencia del narcotráfico y el crimen organizado, su incapacidad para actuar ante el narcomenudeo en la zona metropolitana de la ciudad capital y San Andrés Cholula por falta de reformas a la ley y la coordinación entre las policías de ambas demarcaciones, empeñarse en sostener que nuestra entidad es de las más seguras del país aunque viva en una frágil o aparente calma. Pero lo peligroso de todo ello es que la suma de todas las acciones violentas suscitadas en los últimos 2 años las califiquen como hechos aislados o las minimicen con tal de que no generar sicosis entre la población. Cabe recordar que nuestro estado por mucho tiempo ha permanecido ajeno a los intereses de los poderosos delincuentes y no sería raro atestiguar frecuentes disputas por esta plaza considerada ruta de paso.
De acuerdo a un diagnóstico elaborado por autoridades del Ejército Mexicano, Procuraduría General de la República (PGR), Policía Federal Preventiva (PFP), Secretaría de Gobernación, Seguridad Pública estatal y Procuraduría General de Justicia de Puebla, nuestra entidad vive bajo incidencia delictiva de alto impacto. Por ello, los poblanos reclamamos vivir en una ciudad tranquila, ciertamente sociedad y gobierno deben unir esfuerzos para combatir la delincuencia. Sin embargo, quedan dudas hacia la arenga del mandatario poblano al pedir a la ciudadanía no alejarse de la autoridad y tampoco dejar de intervenir en política. Tanto uno como otro han perdido credibilidad y confianza, ni la justicia ha sido pronta y expedita, ni la política ha estado a la altura de las expectativas ciudadanas.
Por parte de los poblanos pondremos de nuestra parte para ayudar a las autoridades a denunciar e identificar delitos y delincuentes. Por el lado de Mario Marín, gobernador de Puebla, esperamos que mantenga su palabra de velar por la seguridad y la tranquilidad del estado.
El pastor de los poblanos, al enterarse de los asesinatos, balaceras y encajuelados que se han producido en las últimas horas, expresó sus buenos deseos para que la paz y la tranquilidad prevalezcan. “Pido mucho a Dios que esto se calme y que pueda seguir siendo la Puebla tranquila, la Puebla segura, la Puebla en paz. Le pido a Dios que así sea”.
Postre
La semana pasada les informé que en la ciudad de Puebla se escucha una estación de radio cristiana en el 107.1 de F.M. Para abundar en el asunto Suzana de los Ángeles, reportera de e-consulta, periódico digital de Puebla, indica en su nota que la citada radiodifusora cuenta con un permiso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) por un lapso de cinco años e inició operaciones el 15 de junio del presente año.
Radio Vida transmite las 24 horas del día oraciones, cantos, alabanzas y consultas con psicólogos y pastores. No persigue fines de lucro, por tal motivo no disponen de publicidad o patrocinadores, se sostienen de los donativos de los pastores que emiten sus mensajes por la estación.
De acuerdo a un diagnóstico elaborado por autoridades del Ejército Mexicano, Procuraduría General de la República (PGR), Policía Federal Preventiva (PFP), Secretaría de Gobernación, Seguridad Pública estatal y Procuraduría General de Justicia de Puebla, nuestra entidad vive bajo incidencia delictiva de alto impacto. Por ello, los poblanos reclamamos vivir en una ciudad tranquila, ciertamente sociedad y gobierno deben unir esfuerzos para combatir la delincuencia. Sin embargo, quedan dudas hacia la arenga del mandatario poblano al pedir a la ciudadanía no alejarse de la autoridad y tampoco dejar de intervenir en política. Tanto uno como otro han perdido credibilidad y confianza, ni la justicia ha sido pronta y expedita, ni la política ha estado a la altura de las expectativas ciudadanas.
Por parte de los poblanos pondremos de nuestra parte para ayudar a las autoridades a denunciar e identificar delitos y delincuentes. Por el lado de Mario Marín, gobernador de Puebla, esperamos que mantenga su palabra de velar por la seguridad y la tranquilidad del estado.
El pastor de los poblanos, al enterarse de los asesinatos, balaceras y encajuelados que se han producido en las últimas horas, expresó sus buenos deseos para que la paz y la tranquilidad prevalezcan. “Pido mucho a Dios que esto se calme y que pueda seguir siendo la Puebla tranquila, la Puebla segura, la Puebla en paz. Le pido a Dios que así sea”.
Postre
La semana pasada les informé que en la ciudad de Puebla se escucha una estación de radio cristiana en el 107.1 de F.M. Para abundar en el asunto Suzana de los Ángeles, reportera de e-consulta, periódico digital de Puebla, indica en su nota que la citada radiodifusora cuenta con un permiso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) por un lapso de cinco años e inició operaciones el 15 de junio del presente año.
Radio Vida transmite las 24 horas del día oraciones, cantos, alabanzas y consultas con psicólogos y pastores. No persigue fines de lucro, por tal motivo no disponen de publicidad o patrocinadores, se sostienen de los donativos de los pastores que emiten sus mensajes por la estación.
miércoles, 24 de junio de 2009
El poder de elegir
Hace tres semanas formulé dos escenarios de cara a los comicios del 5 de julio, por una parte la abstención generalizada de los ciudadanos a sufragar y, por otro lado una cuantiosa anulación de votos como un mensaje claro del hartazgo de los electores hacia los partidos y sus candidatos con el único propósito de hacer mucho más evidente la profunda crisis política que vive nuestro país. Frente a estos extremismos surge un tercer entorno, acorde a lo que uno puede esperar en los próximos días ante las urnas.
Tercer escenario
Domingo, amanece nublado, no es para menos en los albores del verano, se abren las casillas y la afluencia de votantes es regular, los medios de comunicación nacionales y extranjeros están muy pendientes de la jornada electoral. Con tal de contrarrestar la anulación de las papeletas, los partidos políticos a discreción ponen en práctica las antiquísimas maniobras para obtener más votos. Los feligreses, nada convencidos de los exhortos de los párrocos acuden a sufragar.
Son las ocho de la noche, tiempo autorizado para dar a conocer los primeros cómputos, aunque hay triunfos en un partido y otro, también se informa de un gran número de boletas anuladas y un alto abstencionismo. Horas más tarde hay caras largas, se da a conocer que el 15 por ciento del padrón electoral anuló su voto, la mayoría de los partidos pequeños han perdido su registro y los funcionarios del Instituto Federal Electoral reconocen que el dinero destinado a las campañas se fue a la basura porque no dieron los resultados que se esperaban... Los ciudadanos sencillamente ejercieron el poder de elegir. El medio es el mensaje.
De hacerse realidad este escenario, ¿será capaz la clase política de desdeñar los resultados?
Postre
Déjenme decirles que aquí en la ciudad de Puebla se escucha una estación de radio cristiana... Sí, leyeron bien, una radiodifusora cristiana. Se sitúa en el 107.1 de frecuencia modulada y se identifica como Radio Vida.
La legislación en materia de sociedades religiosas y culto público de nuestro país señala en su artículo 16, segundo párrafo, que “las asociaciones religiosas y los ministros de culto no podrán administrar o poseer, por sí o por interpósita persona, concesiones para la explotación de estaciones de radio, televisión o cualquier tipo de telecomunicación, ni adquirir, poseer o administrar medios de comunicación masiva.”
Sin más miramientos, es una clara violación a la ley, se supone que la Secretaría de Gobernación debe retirarla del aire e incautar el equipo, de la misma manera que con las radios clandestinas o en el peor de los casos, hacer como que no sabe y permitir que los católicos poblanos, más adelante, tengan una estación (como en Guadalajara con Radio María) Sin embargo, la Arquidiócesis de Puebla tiene otras prioridades como para invertir en una radiodifusora.
Tercer escenario
Domingo, amanece nublado, no es para menos en los albores del verano, se abren las casillas y la afluencia de votantes es regular, los medios de comunicación nacionales y extranjeros están muy pendientes de la jornada electoral. Con tal de contrarrestar la anulación de las papeletas, los partidos políticos a discreción ponen en práctica las antiquísimas maniobras para obtener más votos. Los feligreses, nada convencidos de los exhortos de los párrocos acuden a sufragar.
Son las ocho de la noche, tiempo autorizado para dar a conocer los primeros cómputos, aunque hay triunfos en un partido y otro, también se informa de un gran número de boletas anuladas y un alto abstencionismo. Horas más tarde hay caras largas, se da a conocer que el 15 por ciento del padrón electoral anuló su voto, la mayoría de los partidos pequeños han perdido su registro y los funcionarios del Instituto Federal Electoral reconocen que el dinero destinado a las campañas se fue a la basura porque no dieron los resultados que se esperaban... Los ciudadanos sencillamente ejercieron el poder de elegir. El medio es el mensaje.
De hacerse realidad este escenario, ¿será capaz la clase política de desdeñar los resultados?
Postre
Déjenme decirles que aquí en la ciudad de Puebla se escucha una estación de radio cristiana... Sí, leyeron bien, una radiodifusora cristiana. Se sitúa en el 107.1 de frecuencia modulada y se identifica como Radio Vida.
La legislación en materia de sociedades religiosas y culto público de nuestro país señala en su artículo 16, segundo párrafo, que “las asociaciones religiosas y los ministros de culto no podrán administrar o poseer, por sí o por interpósita persona, concesiones para la explotación de estaciones de radio, televisión o cualquier tipo de telecomunicación, ni adquirir, poseer o administrar medios de comunicación masiva.”
Sin más miramientos, es una clara violación a la ley, se supone que la Secretaría de Gobernación debe retirarla del aire e incautar el equipo, de la misma manera que con las radios clandestinas o en el peor de los casos, hacer como que no sabe y permitir que los católicos poblanos, más adelante, tengan una estación (como en Guadalajara con Radio María) Sin embargo, la Arquidiócesis de Puebla tiene otras prioridades como para invertir en una radiodifusora.
miércoles, 17 de junio de 2009
Padre es...
Fragancias, ropa, música, una buena comida, accesorios para el auto, artículos electrónicos y una amplia gama de opciones se sugieren para agasajar a nuestro progenitor en su día. Se lo merece, no en balde sus esfuerzos para proveer lo necesario en el hogar, no en vano sus preocupaciones para sacar adelante a la familia, como tampoco han sido inútiles sus privaciones y regaños para hacer de nosotros los hijos, personas con sólidos valores, gente de bien como dicen en mi pueblo.
Los que están próximos a estrenar su paternidad, su reto es transformar el papel de quienes nos educaron y cuidaron a su manera, que rompa con los estereotipos que han dado forma a la figura paterna como un sujeto frío, distante y autoritario.
Mamá tiene muchas cualidades, papá también y las puede manifestar sin temor en la medida que se involucre, se comprometa y dulcifique su condición con sus hijos. Basten esta serie de conceptos de lo que un padre es:
...el que comparte con la madre el cuidado de los bebés, cambia los pañales, da los biberones, los arrulla y se siente feliz de hacerlo.
...el que no hace preferencias de unos hijos sobre otros.
...el que sabe diferenciar entre el amor a su esposa y el amor a su madre.
...el que prefiere jugar con sus hijos e hijas antes que prenderles el televisor para quitárselos de encima.
...el que comparte las tareas de la casa y no se avergüenza de ello.
...el que educar con el ejemplo y no con gritos y órdenes.
...el que enseña a sus hijos e hijas a hacerse preguntas, a debatir, a no conformarse con respuestas fáciles ni dogmas impuestos.
...el que defiende a sus hijos e hijas y no tolera ninguna discriminación contra ellos ni en la escuela ni en la calle ni en la casa.
...el que se alegra y celebra por igual el nacimiento de un niño o una niña.
...el que no tiene una doble vida fuera del hogar.
...el que no aborta a sus hijos e hijas abandonando a la madre, ni les niega el pan, el apellido y el cariño.
...el que no repite en su hogar el machismo con que lo criaron en su casa.
...el que enseña a sus hijos e hijas que nadie vale más que nadie, que nadie vale menos que nadie.
...el que enseña a sus hijos e hijas los principales valores de la vida: la verdad y la justicia.
...el que informa y comparte con su familia el dinero que gana en su trabajo.
Postre
“Nuestra crisis más severa es de valores; la educación en México no tiene la importancia que debe (...) Nuestro país requiere un modelo distinto en lo económico, en lo social, en lo político y en la convivencia colectiva para fortalecer nuestros valores laicos.” Lo dijo José Narro, rector de la UNAM tras recibir el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2009.
Los que están próximos a estrenar su paternidad, su reto es transformar el papel de quienes nos educaron y cuidaron a su manera, que rompa con los estereotipos que han dado forma a la figura paterna como un sujeto frío, distante y autoritario.
Mamá tiene muchas cualidades, papá también y las puede manifestar sin temor en la medida que se involucre, se comprometa y dulcifique su condición con sus hijos. Basten esta serie de conceptos de lo que un padre es:
...el que comparte con la madre el cuidado de los bebés, cambia los pañales, da los biberones, los arrulla y se siente feliz de hacerlo.
...el que no hace preferencias de unos hijos sobre otros.
...el que sabe diferenciar entre el amor a su esposa y el amor a su madre.
...el que prefiere jugar con sus hijos e hijas antes que prenderles el televisor para quitárselos de encima.
...el que comparte las tareas de la casa y no se avergüenza de ello.
...el que educar con el ejemplo y no con gritos y órdenes.
...el que enseña a sus hijos e hijas a hacerse preguntas, a debatir, a no conformarse con respuestas fáciles ni dogmas impuestos.
...el que defiende a sus hijos e hijas y no tolera ninguna discriminación contra ellos ni en la escuela ni en la calle ni en la casa.
...el que se alegra y celebra por igual el nacimiento de un niño o una niña.
...el que no tiene una doble vida fuera del hogar.
...el que no aborta a sus hijos e hijas abandonando a la madre, ni les niega el pan, el apellido y el cariño.
...el que no repite en su hogar el machismo con que lo criaron en su casa.
...el que enseña a sus hijos e hijas que nadie vale más que nadie, que nadie vale menos que nadie.
...el que enseña a sus hijos e hijas los principales valores de la vida: la verdad y la justicia.
...el que informa y comparte con su familia el dinero que gana en su trabajo.
Postre
“Nuestra crisis más severa es de valores; la educación en México no tiene la importancia que debe (...) Nuestro país requiere un modelo distinto en lo económico, en lo social, en lo político y en la convivencia colectiva para fortalecer nuestros valores laicos.” Lo dijo José Narro, rector de la UNAM tras recibir el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2009.
miércoles, 10 de junio de 2009
¿Así no?
“Es a través de la participación electoral que los ciudadanos formamos parte de una serie de decisiones que involucran el desarrollo de la sociedad. Renunciar a nuestra principal obligación ciudadana, anula la posibilidad de incidir en la marcha de nuestro país”, así lo expresó el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) Leonardo Valdés Zurita, en el inicio de la campaña La Promoción del Voto: los Partidos Políticos, el IFE y la Sociedad Civil. Y no es para menos el creciente empeño de anular el voto y/o votar en blanco en las próximas elecciones; el incumplimiento de la palabra empeñada, de las tantas y tantas cosas que nos prometen los candidatos que jamás cumplen (salvo los de tipo electorero); de los pleitos de lavadero que son las campañas electorales, carentes de imaginación y sin propuestas, de que los partidos solamente se dedican a cuidar sus feudos de poder y con descaro hacen sus trinquetes, desdeñan la confianza que recibió del elector que meditó su voto, mas no de aquel que puede comprar con despensas y otras minucias electorales, son razones suficientes para asumir dicha actitud.
La política sí que nos divide y en estos momentos es una lucha de contrarios. Por una parte, los que confían en la frágil democracia mexicana y sus instituciones cuya credibilidad está sostenida por alfileres. Por otro lado, los impulsores de una campaña de descontento e insatisfacción hacia los partidos. Tal vez pudiera surgir un tercer actor capaz de mediar en esta estratagema, una conciencia ciudadana cuyo actuar transite más allá del derecho y obligación a votar: Exigir la rendición de cuentas. Y es que cuando solicitamos un bien o servicio lo menos que esperamos es una excelente atención de quien nos lo proporciona. Cuando no nos satisface, de una amplia gama, elegimos otros productos que respondan a nuestras necesidades y expectativas. Si así fuera esta dinámica, aplicada a los funcionarios públicos llámense alcaldes, gobernadores, diputados, senadores y regidores; sean blanquiazules, tricolores o amarillos, no estaríamos padeciendo esta traumática y frustrante transición política, el país circularía por mejores sendas. Desafortunadamente no es así, exigir no forma parte de la cultura de la eficiencia política y ya es hora de que el ciudadano haga uso de esa prerrogativa.
¡No! ¡Así no! No votar o anular nuestro voto no beneficia a nadie, solo es un grito silencioso en el desierto electoral, tal vez un llamado de atención y nada más. Si va a votar, aunque sea por el menos malo vote, pero no se le olvide exigir. Más vale que lo tomemos en serio.
Postre
La crisis ha hecho trizas la economía mexicana, una manera de atenuarla es reducir el gasto gubernamental (haciendo más con menos dinero) y la otra opción es elevar o sacarse de la manga nuevos impuestos el próximo año. La cuestión es ¿con qué dinero creen nuestros gobernantes que los pagaremos?
La política sí que nos divide y en estos momentos es una lucha de contrarios. Por una parte, los que confían en la frágil democracia mexicana y sus instituciones cuya credibilidad está sostenida por alfileres. Por otro lado, los impulsores de una campaña de descontento e insatisfacción hacia los partidos. Tal vez pudiera surgir un tercer actor capaz de mediar en esta estratagema, una conciencia ciudadana cuyo actuar transite más allá del derecho y obligación a votar: Exigir la rendición de cuentas. Y es que cuando solicitamos un bien o servicio lo menos que esperamos es una excelente atención de quien nos lo proporciona. Cuando no nos satisface, de una amplia gama, elegimos otros productos que respondan a nuestras necesidades y expectativas. Si así fuera esta dinámica, aplicada a los funcionarios públicos llámense alcaldes, gobernadores, diputados, senadores y regidores; sean blanquiazules, tricolores o amarillos, no estaríamos padeciendo esta traumática y frustrante transición política, el país circularía por mejores sendas. Desafortunadamente no es así, exigir no forma parte de la cultura de la eficiencia política y ya es hora de que el ciudadano haga uso de esa prerrogativa.
¡No! ¡Así no! No votar o anular nuestro voto no beneficia a nadie, solo es un grito silencioso en el desierto electoral, tal vez un llamado de atención y nada más. Si va a votar, aunque sea por el menos malo vote, pero no se le olvide exigir. Más vale que lo tomemos en serio.
Postre
La crisis ha hecho trizas la economía mexicana, una manera de atenuarla es reducir el gasto gubernamental (haciendo más con menos dinero) y la otra opción es elevar o sacarse de la manga nuevos impuestos el próximo año. La cuestión es ¿con qué dinero creen nuestros gobernantes que los pagaremos?
miércoles, 3 de junio de 2009
Poder ciudadano
Escenario 1
Domingo 5 de julio, una mañana inusualmente lluviosa, los funcionarios del Instituto Federal Electoral (IFE) instalan las casillas con buen ánimo en espera de que amaine el aguacero y los ciudadanos participen en los comicios...
Cuatro horas después de montar las urnas y poner en orden la papelería electoral los votantes aún no se presentan, la pertinaz lluvia no cede y tampoco da visos de que disminuya el caudal, los representantes de los partidos políticos están nerviosos y no saben si se ejecutarán las antiquísimas prácticas para hacerse de votos (urnas embarazadas, carrusel, ratón loco, tacos o tamales rellenos)...
Aburridos de tanto esperar, los funcionarios de casilla y comisionados de los partidos emiten su sufragio, confían que Tláloc cierre las compuertas del cielo y la ciudadanía salga a votar. Delegados del blanquiazul y el tricolor, del naranja y del sol azteca hacen llamadas telefónicas para reportar y saber si la situación es la misma en otros frentes. El resultado es desconcertante, únicamente los correligionarios de los institutos políticos han acudido a las urnas, más no así el resto de la población que ha preferido permanecer en sus casas viendo una buena película y de cuando en cuando sintonizar las televisoras...
Es hora de cerrar casillas y la situación se ha vuelto inaudita, la lluvia arrecia e inicia el cómputo de los votos, para sorpresa de todo mundo, ningún partido gana la casilla, hay un sorpresivo empate, y el fenómeno se repite en todos los lugares destinados a la recepción del voto. Al día siguiente los noticiarios informan que las elecciones serán anuladas porque ningún partido alcanza el porcentaje mínimo para adjudicarse el triunfo. Tiempo, dinero y esfuerzos tirados a la basura...
Escenario 2
Domingo 5 de julio, tras varios días lluviosos se asoma una mañana soleada que promete una gran jornada. La gente acude masivamente a las urnas a lo largo del día, se desborda la alegría y optimismo, los partidos políticos se mantienen a la expectativa, los analistas no pueden creer en el poder ciudadano que de última hora decidió hacer valer su condición...
Los comicios transcurren con calma y sin mayores incidentes, la programación habitual de las televisoras y las estaciones de radio de cuando en cuando son interrumpidas con cortes informativos sin mayor novedad que el ejercicio responsable de un derecho como el voto reflejado en una copiosa votación...
Son las seis de la tarde, tiempo para cerrar las casillas y todavía sigue llegando gente para sufragar, las expectativas rebasan lo logrado en las elecciones del año 2000, todo un hito en la vida democrática de este país. Tres horas más tarde, empieza el conteo de votos, las altas expectativas generadas a lo largo del día dan paso a un gran desencanto a medida que los funcionarios de casilla revisan las papeletas, la única y espantosa équis sobresale a lo largo y ancho de la boleta, ¡voto anulado! Y al final el resultado es el mismo que en el escenario anterior, un fabuloso empate entre los sufragios de los delegados políticos que se extrañan y se enojan ya que el presidente, el secretario y los escrutadores de la casilla sonríen irónicamente, también anularon su voto...
A menos de un mes y el dilema ciudadano es: Votar, no votar o anular.
Domingo 5 de julio, una mañana inusualmente lluviosa, los funcionarios del Instituto Federal Electoral (IFE) instalan las casillas con buen ánimo en espera de que amaine el aguacero y los ciudadanos participen en los comicios...
Cuatro horas después de montar las urnas y poner en orden la papelería electoral los votantes aún no se presentan, la pertinaz lluvia no cede y tampoco da visos de que disminuya el caudal, los representantes de los partidos políticos están nerviosos y no saben si se ejecutarán las antiquísimas prácticas para hacerse de votos (urnas embarazadas, carrusel, ratón loco, tacos o tamales rellenos)...
Aburridos de tanto esperar, los funcionarios de casilla y comisionados de los partidos emiten su sufragio, confían que Tláloc cierre las compuertas del cielo y la ciudadanía salga a votar. Delegados del blanquiazul y el tricolor, del naranja y del sol azteca hacen llamadas telefónicas para reportar y saber si la situación es la misma en otros frentes. El resultado es desconcertante, únicamente los correligionarios de los institutos políticos han acudido a las urnas, más no así el resto de la población que ha preferido permanecer en sus casas viendo una buena película y de cuando en cuando sintonizar las televisoras...
Es hora de cerrar casillas y la situación se ha vuelto inaudita, la lluvia arrecia e inicia el cómputo de los votos, para sorpresa de todo mundo, ningún partido gana la casilla, hay un sorpresivo empate, y el fenómeno se repite en todos los lugares destinados a la recepción del voto. Al día siguiente los noticiarios informan que las elecciones serán anuladas porque ningún partido alcanza el porcentaje mínimo para adjudicarse el triunfo. Tiempo, dinero y esfuerzos tirados a la basura...
Escenario 2
Domingo 5 de julio, tras varios días lluviosos se asoma una mañana soleada que promete una gran jornada. La gente acude masivamente a las urnas a lo largo del día, se desborda la alegría y optimismo, los partidos políticos se mantienen a la expectativa, los analistas no pueden creer en el poder ciudadano que de última hora decidió hacer valer su condición...
Los comicios transcurren con calma y sin mayores incidentes, la programación habitual de las televisoras y las estaciones de radio de cuando en cuando son interrumpidas con cortes informativos sin mayor novedad que el ejercicio responsable de un derecho como el voto reflejado en una copiosa votación...
Son las seis de la tarde, tiempo para cerrar las casillas y todavía sigue llegando gente para sufragar, las expectativas rebasan lo logrado en las elecciones del año 2000, todo un hito en la vida democrática de este país. Tres horas más tarde, empieza el conteo de votos, las altas expectativas generadas a lo largo del día dan paso a un gran desencanto a medida que los funcionarios de casilla revisan las papeletas, la única y espantosa équis sobresale a lo largo y ancho de la boleta, ¡voto anulado! Y al final el resultado es el mismo que en el escenario anterior, un fabuloso empate entre los sufragios de los delegados políticos que se extrañan y se enojan ya que el presidente, el secretario y los escrutadores de la casilla sonríen irónicamente, también anularon su voto...
A menos de un mes y el dilema ciudadano es: Votar, no votar o anular.
miércoles, 27 de mayo de 2009
El efecto "Chelís"
Un buen amigo me dijo que por justicia social, la final del futbol mexicano debió ser Indios versus Puebla. Vaya que estuvo a punto de hacerse realidad su pronóstico, propios y extraños no esperábamos que fueran aguerridos los partidos de los citados equipos en la fase de liguilla.
¿Por qué por justicia social? Ambos conjuntos tienen las nóminas más bajas del balompié nacional (con dos quincenas de Salvador Cabañas, delantero del club América, se pagan un mes de sueldos de todo el conjunto de Indios de Ciudad Juárez), crearon una interesante simbiosis de jugadores jóvenes con experiencia (los que ningún equipo quería o en rescatados del ocaso de su carrera), a diferencia de los llamados “equipos grandes” (Cruz Azul, Guadalajara y América) que hicieron una cuantiosa inversión sin lograr estar en las finales. Ambos equipos se ganaron a pulso su permanencia en el máximo circuito del balompié nacional brindándose en cada partido en base a personalidad y mística, elementos que no son poca cosa pese a los obstáculos (abiertamente contra los camoteros de quien más deseaban regresara a la división de ascenso). Crearon simpatías en las últimas semanas, porque como todo buen mexicano, que vive en condiciones no favorables y lucha día a día para salir adelante, se identificaron con ellos, incluso quienes no somos partidarios de las referidas escuadras. Aunque no ganaron campeonato alguno, ganaron el respeto de los rivales y de la afición.
Como decía el desaparecido cronista deportivo, Ángel Fernández, ante los Indios y el Puebla, “me quito el sombrero y me pongo de pie” para aplaudirles y agradecer lo que estos equipos lograron. Pienso que el efecto “Chelís” debe ir más allá del ámbito deportivo, si bien se mira es una lección de vida y un fiel reflejo de lo que sucede en nuestro país. ¿Por qué? Las dependencias gubernamentales siempre se quejan de que no les alcanza el presupuesto que les asignan para realizar obra pública y ejecutar proyectos productivos, tiempo después nos enteramos de escandalosos despilfarros y el desdichado funcionario público no recibe ningún castigo mientras que el dinero de los contribuyentes... bien gracias. Ojalá algún día una área del gobierno, ya sea federal, estatal o municipal, demuestre que con buen uso de los pocos recursos asignados hacen grandes obras (bien hechas y de calidad). Que las micro empresas se conviertan en pequeñas empresas y así sucesivamente, porque fueron capaces de crecer y hacer mucho con pocos recursos. ¿Alguien opina lo contrario?
Por otro lado, el pleito de los directivos por hacerse del control del equipo refleja en buena medida la disputa de los políticos por dominar el país. Al Puebla le irá muy bien siempre y cuando los hombres de pantalón largo diriman sus diferencias (¿lo conseguirán?), México puede estar mucho mejor si los políticos, en vez de pelear por sus intereses se dignaran a velar por la conveniencia ciudadana (¿y mi nieve de limón?) Imaginemos un poder ciudadano renovado, con capacidad de maniobra, de la mano no de uno, sino de varios “chelises”...
Ojalá que el efecto “chelís” no sea, como de costumbre, flor de un día, tantos esfuerzos y sacrificios tirados a la basura una temporada después.
¿Por qué por justicia social? Ambos conjuntos tienen las nóminas más bajas del balompié nacional (con dos quincenas de Salvador Cabañas, delantero del club América, se pagan un mes de sueldos de todo el conjunto de Indios de Ciudad Juárez), crearon una interesante simbiosis de jugadores jóvenes con experiencia (los que ningún equipo quería o en rescatados del ocaso de su carrera), a diferencia de los llamados “equipos grandes” (Cruz Azul, Guadalajara y América) que hicieron una cuantiosa inversión sin lograr estar en las finales. Ambos equipos se ganaron a pulso su permanencia en el máximo circuito del balompié nacional brindándose en cada partido en base a personalidad y mística, elementos que no son poca cosa pese a los obstáculos (abiertamente contra los camoteros de quien más deseaban regresara a la división de ascenso). Crearon simpatías en las últimas semanas, porque como todo buen mexicano, que vive en condiciones no favorables y lucha día a día para salir adelante, se identificaron con ellos, incluso quienes no somos partidarios de las referidas escuadras. Aunque no ganaron campeonato alguno, ganaron el respeto de los rivales y de la afición.
Como decía el desaparecido cronista deportivo, Ángel Fernández, ante los Indios y el Puebla, “me quito el sombrero y me pongo de pie” para aplaudirles y agradecer lo que estos equipos lograron. Pienso que el efecto “Chelís” debe ir más allá del ámbito deportivo, si bien se mira es una lección de vida y un fiel reflejo de lo que sucede en nuestro país. ¿Por qué? Las dependencias gubernamentales siempre se quejan de que no les alcanza el presupuesto que les asignan para realizar obra pública y ejecutar proyectos productivos, tiempo después nos enteramos de escandalosos despilfarros y el desdichado funcionario público no recibe ningún castigo mientras que el dinero de los contribuyentes... bien gracias. Ojalá algún día una área del gobierno, ya sea federal, estatal o municipal, demuestre que con buen uso de los pocos recursos asignados hacen grandes obras (bien hechas y de calidad). Que las micro empresas se conviertan en pequeñas empresas y así sucesivamente, porque fueron capaces de crecer y hacer mucho con pocos recursos. ¿Alguien opina lo contrario?
Por otro lado, el pleito de los directivos por hacerse del control del equipo refleja en buena medida la disputa de los políticos por dominar el país. Al Puebla le irá muy bien siempre y cuando los hombres de pantalón largo diriman sus diferencias (¿lo conseguirán?), México puede estar mucho mejor si los políticos, en vez de pelear por sus intereses se dignaran a velar por la conveniencia ciudadana (¿y mi nieve de limón?) Imaginemos un poder ciudadano renovado, con capacidad de maniobra, de la mano no de uno, sino de varios “chelises”...
Ojalá que el efecto “chelís” no sea, como de costumbre, flor de un día, tantos esfuerzos y sacrificios tirados a la basura una temporada después.
lunes, 25 de mayo de 2009
Del desaliento a la esperanza
La semana pasada se dio a conocer el documento “Con justicia social y participación ciudadana hay democracia”, una cruzada de los obispos de México para alentar la concurrencia cívica en las elecciones federales del 5 de julio. El documento, extenso y contundente en sus reflexiones, está respaldado por una campaña para animar la intervención ciudadana en los próximos comicios federales mediante talleres de formación y materiales pedagógicos que se impartirán en las parroquias a través de los agentes de pastoral social.
Participar en las elecciones... Asumir nuestro derecho ciudadano... Consolidar la democracia... Tanto el Instituto federal Electoral (IFE) en su amplio despliegue mediático como la recién inaugurada campaña para animar la participación ciudadana de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, aunque comparten los mismos valores y se esmeran para animarnos, por un momento olvidan que en el ambiente persiste un profundo desaliento, un gran desencanto. Las frescas declaraciones del ex presidente de México Miguel de la Madrid, amén de confirmar lo que todo mundo ya sabía, exponen con toda su crudeza los entretelones y la podredumbre de la mafia política mexicana que, lejos de beneficiar a nuestro de país, de impulsar su desarrollo, forjó una generación de pobres y problemas con rostros nuevos.
¿Cómo recuperar la confianza y la credibilidad perdida? ¿Cómo revertir la apatía que amenaza con paralizarnos? ¿Cómo suscitar nuevos horizontes de esperanza? ¿Cómo unir un país política y socialmente fragmentado? ¿Cómo superar la tentación del abstencionismo?
Urge reformular la educación cívica y política desde la primaria hasta la universidad, incluso en el ámbito familiar. Hace falta un “poder ciudadano” organizado, comprometido, exigente y cohesionado cuya participación vaya más allá del voto, capaz de transformar conciencias y cimbrar cúpulas de poder (vgr. México Unido Contra la Delincuencia), de lo contrario persistirá la frágil unidad nacional; una sociedad exacerbada, incapaz para dialogar y resolver dificultades. No se trata de una romántica utopía, es una esperanza que está al alcance de la mano y lo conseguiremos en la medida que seamos capaces de transformarla, de otro modo, no veo de qué manera nuestro país alcance un mejor porvenir.
Participar en las elecciones... Asumir nuestro derecho ciudadano... Consolidar la democracia... Tanto el Instituto federal Electoral (IFE) en su amplio despliegue mediático como la recién inaugurada campaña para animar la participación ciudadana de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, aunque comparten los mismos valores y se esmeran para animarnos, por un momento olvidan que en el ambiente persiste un profundo desaliento, un gran desencanto. Las frescas declaraciones del ex presidente de México Miguel de la Madrid, amén de confirmar lo que todo mundo ya sabía, exponen con toda su crudeza los entretelones y la podredumbre de la mafia política mexicana que, lejos de beneficiar a nuestro de país, de impulsar su desarrollo, forjó una generación de pobres y problemas con rostros nuevos.
¿Cómo recuperar la confianza y la credibilidad perdida? ¿Cómo revertir la apatía que amenaza con paralizarnos? ¿Cómo suscitar nuevos horizontes de esperanza? ¿Cómo unir un país política y socialmente fragmentado? ¿Cómo superar la tentación del abstencionismo?
Urge reformular la educación cívica y política desde la primaria hasta la universidad, incluso en el ámbito familiar. Hace falta un “poder ciudadano” organizado, comprometido, exigente y cohesionado cuya participación vaya más allá del voto, capaz de transformar conciencias y cimbrar cúpulas de poder (vgr. México Unido Contra la Delincuencia), de lo contrario persistirá la frágil unidad nacional; una sociedad exacerbada, incapaz para dialogar y resolver dificultades. No se trata de una romántica utopía, es una esperanza que está al alcance de la mano y lo conseguiremos en la medida que seamos capaces de transformarla, de otro modo, no veo de qué manera nuestro país alcance un mejor porvenir.
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